Clarity (Paulo Dybala)

Capítulo 55

- No sé si irme.

- Vete, aquí no pintas nada.

- Pero me necesitas.

- Yo la cuidaré, nosotros lo haremos.

- ¿Segura?- la miré durante unos segundos.

- Sí, segura.- ella sonrió y me abrazó.- Tengo a Lleò, que me recordará a ti.

- ¿Por qué es un gato o por qué es mi gato?

- Las dos cosas.- reímos.- Corre que pierdes el vuelo.

- Ojalá, ahora no me quiero ir.

- No digas tonterías y vuela pajarito, se libre.- Pol y yo reímos y nos abrazamos.- Ven pronto que el jefe se enfada.

- No mientas, sé que lo dices porque me echaréis de menos.

- También.

- No quiero nada de fiestas cuando vuelva eh.

- No, no, cuando vuelvas no, pero mientras no estás.

- Cállate.- le di un golpe flojo al hombro de Marc.- Adeu chicos.

- ¡Adeu Tania!

Fui a la pista y monté en el avión, durmiéndome cuando ya estábamos en el aire. Desperté por el altavoz que avisaba que estábamos a punto de aterrizar. Me puse el cinturón y por fin tocamos el suelo.

Bajé del avión poco a poco y entré de nuevo en el edificio. Fui a por mí maleta y salí del aeropuerto. Me quedé de pie, esperando a que Paulo apareciera para recogerme, aunque parece que no tenía ganas...

- ¡Tania!- escuché mi nombre y miré a todos lados.- ¡Acá!

- ¡Paulo!

Sonreí al verlo apoyado en el capó de su coche, con unas gafas de sol y una gorra. Fui corriendo hacia él, dejando la maleta sola, y cuando llegué salté y él me recibió. Entrelacé mis piernas en su cintura y me acerqué a él con ganas de juntar nuestros labios de nuevo.

- Al fin te tengo conmigo, pequeña.

-Te quiero.- le di un beso corto.- Te quiero.- le volví a besar.- Te quiero.

- Ya, ya me di cuenta.- rió y me miró directamente a los ojos.- Como echaba de menos volver a tenerte así.

Sonreí y le besé. Bajé de encima de él y fui a por la maleta, después me monté en su coche, en el asiento de copiloto y condujo todo el trayecto agarrando mi mano, sin parar de besarla mientras yo miraba de nuevo las calles de Turín.

- Y esta es mi casa.

- ¿Recuerdas que ya estuve?

- ¿Así? Yo pensaba que fue todo un sueño.

- Vos sos el sueño.

- ¡Al fin me decís algo bonito!- reí mientras me abrazaba y levantaba del suelo.- Déjame que lleve tus maletas a mi habitación.

- Primero, cagaste el momento, segundo, al de invitados.

- ¿Al de invitados? ¿Ya no quieres dormir conmigo?

- Sos un experto violador.

- Con la mirada.- sonrió y me guiñó el ojo, yo reí negando con la cabeza.- Dale, te venís a la mía.

- Vale pero...

Cuando agarró mi maleta e iba a subir por las escaleras, salté encima suyo y me agarré a su espalda. Se desestabilizó al principio, luego supo ponerse bien y me llevó a caballito hasta el cuarto, después me tiró a la cama y se puso encima de mí.