Tomé mi paleta, mezclé un poco de mis tres colores favoritos con el pincel para darle vida a los rosales que habían sido una pesadilla de plasmar, mi pintura era una mezcla extraña de rosas azules y prados morados un poco más oscuro que el acostumbrado, su noche, cálida, húmeda, acogedora como las que solía disfrutar en mi infancia con mi padre, y por supuesto su luna plateada con ligero toque de amarillo, aunque arriesgada contrastaba esplendorosa, tal y como la admiraba cada vez que estaba llena.
La miré un poco exhausta analizándola. Algo le falta, dije en voz alta para mi misma.Piensa, Domino, piensa.
Estaba tan concentrada en la pintura que no me di cuenta cuando la puerta del apartamento se abrió y Lucas se acercó a mi abrazándome por la cintura, pegué un brinco enorme al sentir sus brazos.-Hola, amor.
-Hola. - dije a secas
Lucas siempre ha sido mi compañero en todo, mi confidente, alguien con quien puedo confiar como amigo pero no del todo como "pareja".-¿Cómo vas con tu pintura?
-Bien, o eso creo, ¿tú qué piensas?
Él se detuvo unos 5 segundos a mirarla.
-Combina con el sofá, quizás podríamos colgarla para que haga juego.
Mi corazón se arrugó y se tiró a la basura como si fuese una bolsa de papas fritas al escucharlo.
-Sí, - "sonreí"- es buena idea. Aunque creo que haré otro.- susurré lo último quitando el cuadro del caballete.
-¿Por qué?, creo que es bonito.
Suspiré.-Es solo que estoy demasiado nerviosa por la exhibición de mañana, no soy suficientemente buena para haber organizado eso.- me senté en el sofá y apoyé mis manos sobre mis rodillas cubriendo mi cara. Lucas se sentó a mi izquierda y me acarició la espalda.
-Hey, estoy más que seguro que en 24 horas te estarás riendo por como estás ahora, Domino, eres una gran artista. Y has logrado callarle la boca a muchos críticos a pesar de la edad que tienes.
Solté una tenue sonrisa.
Mi autoestima casi siempre ha sido alta, a excepción como artista, es difícil creer que tus obras son buenas cuando casi nadie logra apreciarlas y sobre todo, comprenderlas. Sientes que haber dado hasta tus entrañas no fue suficiente para plasmar por qué lo haces o más importante tu esencia, quién eres.
Lucas tomó mi mano y la besó.
-Hay que cenar, hermosa.
***
-Habrá una exposición de arte hoy, deberíamos ir.- Dijo Daniel leyendo el periódico con su americano en la mano.
-Prefiero escribir sobre cosas interesantes, no sobre garabatistas jugando a ser Van Gogh, gracias.- dije en un tono desinteresado.
-Es eso, ella no es solo una garabatista, es conocida, no por todo el país, pero se destaca.
Vamos, Frank, por favor.-¿Qué gano yo si voy contigo?- respondí
-Una noche de pasión para ti - Daniel puso su pierna sobre mi escritorio y la acarició. En seguida la quité y le di un codazo. Me levanté sobre mi silla y cogí mi abrigo, era otoño pero el aire hacía que me enfermara fácilmente.
-Que sean ilimitadas- bromeé.
El lugar donde se llevaría acabo la exhibición era en un edificio alto e iluminado, se podía ver a las personas que estaban cerca de la orilla ya que el edificio tenía demasiadas ventanas, Daniel y yo llegamos después de caminar algunas calles a la derecha.
-Creo que vamos un poco tarde-Esos eventos no tienen hora exacta de comienzo, solo entras a observar unos cuántos minutos, robas un par de bocadillos y te vas
-Ya veo porque accediste a venir conmigo.- Entramos en un elevador pequeño, con capacidad para dos personas mientras Daniel apretó el quinto botón, "piso de los recuerdos" según la propaganda del artista pegada en el elevador.
***
-Amor.- La voz de Lucas llamó mi atención, me sudaban las manos y no podía dejar de sonreír gracias al nerviosismo.
-¿Qué pasa Lu?
-Ya es hora de que de el discurso de bienvenida
-¿No podría ser en otro momento?, me estoy muriendo- dije sonriendo sin ganas
-No lo creo conveniente
-Vale... - tomé una copa de vino y la tomé de golpe. Le di a Lucas un pequeño beso y fui al centro del lugar. Después unos segundos de pedir la atención de todos la obtuve.
Santo dios, voy a vomitar.- pensé.
-De acuerdo, antes que nada quiero agradecer a todos los que están aquí presentes por confiar en mi...
-¿Es ella? - le pregunté a Daniel casi susurrando
-Afirmativo Frank, es ella.
Me llamo Frank Reece, no soy una persona que se interese fácilmente por algo, debe de captar totalmente mi atención y cautivarme. Tal vez por eso elegí ser escritor, más específicamente trabajo para una revista bastante conocida de la ciudad, y debo admitir que algo jamás había llamado mi atención antes como aquel día la primera vez que la vi.
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Déjà vu.
Mystery / ThrillerUna historia que se repite una y otra vez a través de los años. Domino y Frank, dos amores que se conocen desde hace más de lo que cualquiera puede recordar, deberán descubrir quién fue el asesino de sus vidas pasadas y quién será la víctima en ésta...