¿Se menos idiota por mi?

Capitulo 3. Día de San Valentin...o algo así.

—Muy bien chicos, como verán, ese acerca el día de San Valentin y los de último año tienen la posibilidad de hacer algunos juegos y cosas por el estilo para recaudar fondos para las actividades de fin de año. Recuerden conservar la compostura y organizar algo que este dentro del reglamento de Rockwell High. Gracias por su atención.— dijo el director Matthews mediante los altavoces.

San Valentin.

En día en que los hombres se les declaran a sus amadas. El día en que las mujeres suertudas, las cuales el amor les haya tocado la puerta, reciben muchas cosas cursis, y rosadas. El día que más personas tienen sexo. El día del amor.

Genial. Compraré mucho helado y veré películas de amor muy cursis.

—Ejem...— dijo Amber delante enfrente de nostrotros que estábamos en el aula. Nadie le prestó atención.

—¡EJE-EM!— gritó. —Bueno. Como presidenta del centro de alumnos del ultimo grado, tengo una idea para hacer en el día de San Valentin. Decicí... osea, decidimos mas bien dicho, que venderemos besos a los demás alumnos.

Lo anterior despertó la atención de todos.

—La idea es que todos vendamos besos y así recaudemos mas. Pero el o la que no quiera participar, nadie le obligará pero tendrá que pagar una cuota.— siguió Amber.

Mi estómago de revolvió al imaginarme vendiendo besos.

Iug. Ni si quiera quería participar.

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El día de San Valentin llegó mas rápido de lo que tenía previsto. Aunque, pensándolo bien, pasaron solo tres días desde que Amber dijo lo que queríamos -quería- hacer.

—Hagamoslo.

—¿Que?— dijimos Amelia y yo al unísono.

Al parecer, a Natalia le encantó la idea de vender besos. A ella no le faltarán los que se unan a la fila, por que es atractiva. Una rubia sin igual, como aveces le decimos de cariño.

—Oh vamos, será divertido.— nos hizo ojitos —Por favoooooooor— dijo haciendo pucheros.

—Bueno, yo te sigo.— dijo Amelia. La miré con cara de «¡¿QUE?!» —Puede que sea divertido. Una experiencia nueva Lea, a ti te gustan las experiencias nuevas.— dijo moviendo las cejas.

—Si, me encantan, pero justamente este no me agrada en absoluto. Si quieren, las acompaño, pero no chocaré labios con nadie.— dije con semblante aburrido.

—Como sea.— dijo Nat. —Después no reclames con que te quedaste con las ganas de saborear unos asombrosos labios como los de esos chicos. —dijo mirando coquetamente. y saludando hacia los futbolistas que pasaban por el lado de ella.

Tan sociable que es. En cerio, la amo, pero aveces es algo irritante.

Estábamos preparando los puestos para que ellas puedan vender sus besos. Amber estaba de allá para acá con una libreta anotando cosas "importantes" sobre los puestos y las planificaciones.

su vos chillona y aveces, solo cuando algo la exasperaba, osea siempre, se tornaba algo masculina -es raro, lo sé-.

—¡Muevan esas manos inútiles! Nos queda poco tiempo ¡Rápido!— decía —Jesús. Estos fenómenos no hacen nada.— dice sentándose muy cómodamente mientras todos nosotros trabajamos hasta sudar.