Capítulo 30

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Ha pasado una semana desde que supe que voy a tener un varón y desde que realicé esa llamada. Cuando Baek me colgó me quedé preocupado de que Minseok se enterara de mi embarazo. Por suerte no fue así ya que mi amigo le dijo que quien espera un bebé es el hermano de su amigo Chanyeol. Mi expareja le creyó, al menos eso pensamos todo.

- Toma - mis pensamientos se ven interrumpidos por la suave voz de Suho cuando sale al jardín entregándome el refresco natural que ha preparado la señora Kim.

- Gracias. - Susurro agradecido cogiendo mi vaso de su mano dedicándole una sonrisa.

- No es nada. - Me sonríe sentándose a mi lado dando un sorbo de su bebida. - Oye, Dae ¿quieres nadar un poco? - Al escuchar esa pregunta lo miro ilusionado.

- Por favor...siento que moriré si sigue haciendo esta horrible calor. - Me quejo exagerando un poco. - Pero, no tengo bañador. - Cometo cuando recuerdo ese hecho.

- Mi madre me dijo que te ha comprado, ya que nadar un poco es bueno para tu cuerpo. - Me contesta después de pensar durante un rato, como si estuviera recordando algo.

- Ay, no debería haberse molestado en hacer eso. - Digo apenado mientras me muerdo el labio.

- Sabes como es mi madre y me temo que te convertiste en su persona mimada. Así que te consentirá en todo. - Contesta levantándose para luego extenderme su mano. - Ven, te enseñaré dónde está. - Me sonríe cuando extiendo mi mano y agarro la suya.

- De acuerdo. - Digo también con una sonrisa para luego seguirle aun agarrados de la mano. Solo puedo mirar nuestra unión pensando en todas estas noches que he pasado aquí, así que no me doy cuenta de que hemos llegado a la habitación donde me estoy quedando. Solo vuelvo a la realidad cuando nuestras manos se separan y él se aleja de mí para coger una bolsa.

- Aquí tienes la bolsa. Dentro hay muchas cosas que mamá te compró así que el bañador debería estar en el interior.

- Muchas gracias Suho. - Susurro agarrando la bolsa. - Cuando vea a tu madre le daré mis gracias. - Comento yendo a la cama para dejar la bolsa sobre ella.

- Yo voy a ponerme el mío. - Dice saliendo rápidamente cuando empiezo a desabrocharme la camisa. Me encojo de hombros y me termino de desvestir para luego subirme el bañador colocándolo bien. Después de eso me acerco al espejo viendo mi enorme panza sobresalir. Bueno, es normal tener esta barriga cuando estás de siete meses y medio.

Mis manos se posan encima de mi estómago acariciándolo suavemente recibiendo una patadita por parte de mi hijo.

- Un día de estos me voy a volver loco, Daeul. - Digo en voz alta hablando con mi hijo no nato. - Como no voy a volverme loco si Suho viene cada noche para besarme los labios cuando estoy durmiendo...- Susurro llevando una de mis manos a mis labios para acariciarlos suavemente recordando la sensación que tengo cada vez que me besa. - Daeul...¿soy tonto por esperar ansioso que llegue la noche para sentir sus cálidos labios sobre los míos o soy ridículo por fingir dormir para que me bese? - Digo en voz alta para luego soltar un suspiro. - Ahh, ¿qué estoy haciendo con mi vida? - Después de soltar esa pregunta escucho unos toques en la puerta.

- JongDae, ¿estás listo? - Me sobresalto al escuchar de repente su voz así que, cuando me tranquilizo un poco, suelto un ligero sí yendo hacia la puerta, la cual abro. - Bien, pues vayamos a disfrutar de la piscina. - Canturrea feliz cogiéndome de la mano y guiándome por los pasillos para así llegar al patio trasero dejando a la vista su piscina. Al ser por la tarde noche hay una ligera brisa que hace que se esté más o menos bien, pero aún así hacía mucha calor.

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