Capitulo 17

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   Ya los días iban pasando y el menor se iba acostumbrando de a poco al nuevo ambiente, en el corto periodo que había estado allí el rubio seguía insistiendo en que debía vestir aquella ropa y él no se negaba aunque el azabache mayor discutía por eso con el rubio alegando que ya no era necesario pero el rubio siempre salía ganando y comprando del mismo tipo de ropa.

   Ahora vestía un short bombacho a medio muslo negro con rojo a rayas con una camisa blanca y arriba de esta una chaquetilla con capa, unas medias negras largas y para finalizar un lazo en el cuello del mismo patrón del pantalón.

   La carta que le había llegado en el hotel aun no la respondía y ahora mismo la estaba viendo junto al rubio.

-Quieres ir? –preguntaría el rubio mientras dejaba la carta en la mesa para así observar al menor el cual también le observaba.

- No lo sé... -murmuraría para así mirar sus manos, no quería irse y después saber que los vampiros que le acogieron en sus vidas desaparecieran o algo por el estilo.

-Mandaremos una respuesta ya que no creo que hasta que la enviemos esta pequeña se vaya... creo que nos siguió hasta aquí –apuntaría con su dedo a la pobre lechuza que estaba acurrucada en un árbol durmiendo después de comer, el azabache se había encargado de que le dejaran alimento todos los días que decidiera quedarse.

-También creo eso.. –miraría divertido a la lechuza solo para ser interrumpido por el rubio que se levantó de la silla para meterse a un cuarto y salir con lápiz, papel y un sobre.

- Veamos... -murmuraría antes de comenzar a escribir con letra cursiva totalmente elegante al estilo del rubio.

Mi querida madame, lamento la tardanza al enviar esta carta como vera mi querido hijo y pupilo se encuentra viviendo conmigo y mi pareja en Francia así que si es tan amable de inducirnos en el tema o alguien que nos diga sobre la tan afamada escuela Hogwarts ya que desconozco su ubicación y eh de decir que conozco casi todo el mundo, es cordialmente invitada a nuestro hogar a hacernos una visita y explicarnos el contenido de aquel lugar.

Se despide cordialmente.

Lestat de Lincourt.

Lord de Francia.

-Bien con eso debe bastar...aunque me gustaría poner más títulos.. pero sé que Louis me retaría por hacerlo- doblaría pulcramente la carta para así meterla dentro de un sobre color negro y sellarla con cera roja el cual era una rosa rodeaba de espinas y una boca abierta con unos colmillos como si se estuviera a punto de comer esta, dejaría la carta en la mesa mientras el menor veía la curiosa forma para sellar la carta- ven preciosa, ya tengo tu respuesta.. un poco tarde pero ya está –diría al momento de abrir la ventana dejando así que la lechuza se posara en el respaldo de una silla mientras estiraba la pata- toma antes de que te vayas... necesitaras energías.. –le acercaría unos trozos de tocino la cual se los comió gustosa y salió en su vuelo a dejar la carta.

-Espero que llegue..-el menor iría a ver como la ave se iba volando hacia su destino para así mirar al rubio el cual sonreía de la misma manera cuando iba a hacer una travesura.

  El rubio simplemente daría un aplauso asustando al azabache el cual daría un pequeño brinco en su lugar asiendo que el mayor soltara una risita- espero que el uniforme de aquella escuela sea lindo... no permitiría que mi pequeño ángel arruinara su linda imagen, de ser necesario mandare a hacer tu uniforme a la medida..-comenzaría a murmurar para así comenzar a pasearse por la sala.

-Me... me gustaría salir...-murmuraría solo para ser escuchado por el rubio el cual se acercaría a este.

- recorriste la casa? –recibiría un asentimiento del menor- el laberinto?

-Me perdí dos veces... papi Louis me dijo que no me metiera más allí hasta ser más alto.. y estoy aprendiendo a leer francés así que no puedo meterme a la biblioteca aun..–diría sin despegar su mirada del rubio el asintió pensativo.

-Cierto.. espero que las clases del profesor de lenguas sea bueno..-murmuraría mientras apoyaba posaba su mano en el mentón- Bien entonces vamos.. –observaría la hora en el reloj, su querido seguiría durmiendo hasta las 6 de la tarde así que tendrían tiempo de sobra para tener una tarde de padre eh hijo.

Se alegraba el poder salir al sol como un humano normal para pasar el rato con el menor. Ya una vez en el parque donde le compro caramelos y comida no sana ósea chatarra el cual Louis le había prohibido estrictamente que le comprara al menor pero por ahora él no estaba y no se daría cuenta de lo que había comido el pequeño en su salida.

    Ya una vez que el menor jugo con otros niños y comió lo que le compro el rubio este le llevo al centro comercial para ver la ropa nueva que había salido de temporada y claro comprar un poco de esta. Al final de la tarde el rubio cargaba 4 bolsas de distintas tiendas en cada mano en total fueron los minutos más aburridos del menor mientras caminaba al estacionamiento donde había dejado su auto.

   Había sido una buena compra según el rubio, pantalones y chaquetas de cuero para él, linda y esponjosa ropa para el menor y como olvidar al amor de su vida le había comprado un abrigo largo de color negro que sabía que le quedaría estupendamente.

   Una vez en el estacionamiento y haber dado 2 vueltas buscando su auto siendo así que ahora estaba apoyado en un pilar de hormigón mientras refunfuñaba- sabía que debía traer el dorado... es más reconocible en lugares así...el negro no tanto-comenzaría a murmurar cual niño.

   El menor solo le miraba con cierta diversión mientras tenía en sus manos las llaves del auto que el rubio había tirado al piso por la frustración. Apretaría el botón que poseía la llave del auto asiendo que este sonara aunque lo bastante lejos de donde estaba haciendo que el rubio le mirara unos segundos antes de golpearse la frente con la mano y sonreír.

-Por eso eres mi hijo favorito..-diría mientras acomodaba las bolsas en una mano para así cargar al menor en el otro- vamos en la búsqueda de aquel infernal escurridizo transporte nada barato –comenzaría así a caminar en busca de este, llegando así a este gracias a que el menor apretaba de vez en cuando el misterioso botón- mi hermoso bebé..-habia bajado al menor solo para ir donde el auto, el dramatismo del rubio salía a flote al ver el lamborghini negro último modelo aparcado lindamente.

-Ya nos vamos papá? –el menor sacaría de la hermosa reunión del rubio con el automóvil solo para que este asintiera y le pidiera las llaves el cual el menor se las entrego.

-Sube cariño..-diría mientras las puertas del auto se abrían, el menor obedecería y se sentaría en el asiento del copiloto mientras el rubio dejaba las compras en la cajuela de este solo para así subirse al asiento del piloto y así iniciar el regreso a su hogar.

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Wiii capitulo nuevo
Prácticamente reescribí varias veces algunas partes por que no me gustaba como quedaba pero quede conforme como esta ahora.

Espero que les haya gustado y hasta el aproximo capitulo.

Un nuevo comienzo, una nueva vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora