Lena Pov
Wow, debo admitir que Samantha se veía muy bien, me dejó suspirando un momento hasta que sentí un golpe en la ventanilla de mi automóvil, era ella y ahí estaba con una gran sonrisa, sus ojos eran tan profundos y encantadores, las palabras no salían de mi boca hasta que reaccioné y volví en mí cuando escuché su voz:
— ¿Vas a quedarte ahí todo el día? –ahí estaba la actitud que me había cautivado de ella, su voz me produjo una extraña sensación, tranquilidad, eso era.
— Amm, yo... estaba... estaba revisando algo de la empresa, disculpa. –no pude buscar una excusa más tonta, pero creo que me ha creído, bajo del auto y me sorprende que me salude con un beso en la mejilla y un abrazo, no imaginé que fuera una persona muy afectuosa, pero con gusto devuelvo el gesto. Llegamos al lugar y nos dieron una mesa cerca de la ventana, se podría apreciar el gran parque desde ahí y agradecí la vista. De pronto se rompió el silencio cuando comenzó a hablar.
— Y bien, ¿arreglaste las cosas con tu amiga?
— Si te soy sincera, no sé si deseo arreglar eso todavía. Pero no quisiera hablar de ella, me interesa conocer un poco más a mi salvadora, ¿te parece bien eso?
— Por mi encantada, pero te aseguro que una vez que me conozcas mis encantos saldrán a flote y será inevitable que me saques de tu mente. –la forma en la que me guiñó el ojo me hizo sonrojarme un poco y creo que lo notó porque sonrió satisfactoriamente. — Y bien, ¿qué quieres saber?
— Bueno para empezar me gustaría saber por qué no me dijiste tu verdadero nombre cuando nos conocimos... –pude notar cierta confusión en sus ojos, creo que no debí empezar con esa pregunta, tan fácil hubiera sido preguntarle a qué se dedicaba, rayos Lena, no tienes ni 5 minutos con ella y ya arruinaste todo.
— Mmm no lo sé, recuerdo que alguien me llamó así en alguna ocasión, no sé por qué ni cómo, pero me sonó familiar y he usado ese apodo más de una vez, aun así, no sé qué me llevó a decirte eso, me gustaría pedirte de favor que no le repitas a nadie ese apodo. –su mirada era seria así que entendí que estaba hablando en serio, asentí en señal de contestación.
— Por supuesto. –se creó un pequeño momento de incomodidad hasta que nuevamente ella comentó algo.
— Ahora, ¿qué me puedes decir de ti Luthor? Sales últimamente en las noticias, si no fuera por ti la ciudad no se habría levantado de sus escombros.
— Créeme que lo hubieran hecho, sé que no he vivido tanto tiempo en esta ciudad, pero me he dado cuenta que son muy fuertes, pueden levantarse y seguir peleando, ellos defienden su ciudad, no podía quedarme sin hacer nada.
— El mundo necesita más gente como tú Luthor, me tienes realmente sorprendida.
— Podrías llamarme Lena, es algo extraño que me digas por mi apellido. –se queda pensativa un rato, como si lo que le acabara de preguntar fuera un pedido muy difícil, luego de dos minutos, se rinde y baja los hombros en señal de aceptación.
— Mmm, de acuerdo Lena.
— Cuéntame algo sobre tu vida.
— Bueno, ya sabes mi nombre, soy Samantha March, hace un par de años decidí mudarme a National City todavía no sé qué me llevó a tomar esa decisión, pero lo hice, dejé todo mi pasado atrás y me vine con mi niña para empezar de nuevo. Trabajo en una empresa inmobiliaria, doy asesoramiento técnico, desde la topografía del lugar, cambios que puede haber y ese tipo de cosas, nada interesante realmente.
— Oh. –fue lo único que pude decir, después de que me dijo que tenía una hija me perdí un poco en la conversación, claro que no tenía nada de malo pero no me la imaginé como mamá soltera...
— Dime, ¿te perdiste antes o después de que dijera que tengo una hija? –me sonrojé de inmediato por su comentario, debí ser demasiado obvia. No quiero que piense que me molesta o algo por estilo, que irá a pensar de mí...
— Me disculpo pero me sorprendió un poco, no creí que tuvieras hijos... ¿Cómo se llama tu pequeña?
— Ruby, veo que saca su teléfono y busca una fotografía de ella.
— Es muy linda, se parece mucho a ti.
— Eso quiere decir que crees que soy linda, buena manera de disfrazar el cumplido.
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No pude evitar sonrojarme ante su comentario. La conversación fluyó muy bien, teníamos muchas cosas en común, desde nuestro gusto por cosas mecánicas, así como en pasatiempos, duramos horas hablando y cuando menos me di cuenta ya eran las 9 de la noche y éramos las únicas que quedaban en el lugar cosa que era algo extraño. Estábamos tan concentradas en nuestra platica sobre un viejo proyecto en el que trabajé cuando el sonido de su celular rompió nuestra amena conversación.
— Lo siento Lena, pero debo ir a casa, no me gusta que Ruby este sola en casa.
— Oh, claro lo entiendo, no te preocupes. Si gustas puedo llevarte así llegarás más rápido, además no me gustaría que fueras en metro sola, puede ser peligroso. –una sonrisa se formó en su rostro e inmediatamente me la contagió, wow, realmente me gustaba pasar tiempo con esta chica y verla sonreír.
El camino a su casa fue muy tranquilo, le pregunté un par de cosas acerca de su hija, la forma en la que hablaba de ella me hacía sentir muy bien, ver el amor con el que se expresaba me hacía pensar en una vida en la que mi madre me hubiera querido y apoyado como lo hacía Samantha. Divague por un largo momento hasta que su voz me regresó a la realidad.
— Gracias por traerme Lena, me regalaste una tarde muy linda que mejoró por completo mi día.
— Pude notar cierta tensión contigo en la mañana, ¿está todo bien? –su semblante cambió dándome a entender que si había ocurrido algo, pero creo que aún no estaba lista para decírmelo
— No te preocupes, problemas de la vida diaria, espero verte pronto –se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla, bajó del auto y vi como entró a su casa.
Tomé mi teléfono y rápido escribí:
"No todos los días puedo darme el lujo de ser una persona normal y hacer cosas tan banales como tomar un café, me regalaste una gran tarde que espero repitamos en el futuro. Gracias por no juzgarme por mi apellido y darme la oportunidad de conocerte un poco más. Sé que no es cuestión de suerte, pero realmente la tuve al conocerte.
Te veo pronto".
Mi celular suena casi al instante y sonrío al leer su mensaje:
" Debo decir que la que tuvo suerte soy yo, aceptaste la invitación de una extraña que te juzgó en aquella cafeteria sin conocerte, pero agradezco el momento en que tu auto decidió fallar en aquella carretera. Aunque no puedas verme en este momento, tengo una gran sonrisa al saber que tengo una nueva amiga como tú. Descansa y créeme que si nos veremos pronto.
S.M"
Kara Pov
Era un nuevo día y me había recuperado casi en su totalidad después de mi enfrentamiento con Reign, trato de procesar las cosas que me dijo, pero prefiero no pensar en eso por un momento. Alex me dijo que había hablado con Lena pero que ella no quiso hablar conmigo, me dolió saber eso, pero debo entender que necesito llevar las cosas con calma, si quiero recuperar su amistad tengo que actuar de forma tranquila y sin presionarla mucho. Hace ya dos días que no la veo y ya la extraño, espero que una visita a L-Corp no empeore las cosas, antes de marcharme decido pasar al DEO, necesito hablar con Alex y J'onn todavía no me he disculpado correctamente con ellos.
— Kara, ¿qué haces aquí? ¿te sientes mal? –me dice mi hermana con cara de preocupación, a pesar de lo mal que la he tratado siempre está ahí para mí, como pude ser tan cruel con ella.
— Sí estoy bien, me gustaría hablar contigo y con J'onn, por favor. –nos dirigimos los tres a una sala más privada, veo que los dos me miran con precaución, tal vez están esperando que explote como lo vine haciendo los últimos meses.
— Bien Kara, ¿Qué querías decirnos? –veo a J'onn a la defensiva, siento como si me hubiera perdido la confianza y eso me duele.
— Quiero disculparme con ustedes, actúe muy desconsideradamente con ustedes, fui egoísta, altanera, desafié sus reglas y me negué a escucharlos poniendo de excusa mi dolor. No hay justificación para mi actitud, entiendo si perdí su confianza y deciden relegarme de mis responsabilidades. Pero espero que me permitan ayudarlos lo más que pueda, aunque sea con tareas sencillas por el momento, ustedes son mi familia, me gustaría que me dieran una oportunidad.
