Capitulo 6

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Arriba en multimedia Garret Petterson.

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-¡Cecilia!

Erin entra a la enfermería cansada de correr y se acerca a la señora que está sentada escuchando música con sus pies puestos sobre su escritorio.

-Necesito que me revises.

Cecilia se queda mirándola, se levanta de su silla y va por un vaso de agua para entregárselo a Erin.

-No, gracias... revísame.

Cecilia sonríe un poco le hace señales para que se siente en una camilla y tras dejar el vaso de agua en su mesa de trabajo comienza a examinarla detenidamente.

-Bien, pequeña, ¿que te sientes?

Pregunta Cecilia, conociendo ya la respuesta. Ella sabe que la pequeña Erin ha hecho magia por primera vez, pudo sentir dentro de ella, cuando desde hace años la llama que estaba apagada dentro suyo se encendió, y lo único que podría haberlo provocado es el estallido de magia que surgió desde la cafetería minutos antes.

-No lo sé, no me duele nada en específico. Solo mira que todo esté bien, ¿si?.

Cecilia asiente con la cabeza y continúa su búsqueda innecesaria. Erin no estaba enferma, lo que había ocurrido hoy había sido su despertar.

-¿Y bien?

Pregunta Erin con impaciencia. A lo que Cecilia se ríe de ella y niega con la cabeza.

Pobre nena, ha de pensar que se volvió loca.

-¡Deja de reírte! Necesito ir a un hospital.

Erin se levanta rápido de la silla dirigiéndose a la puerta. No puede quedarse sentada ahí, mientras a cada minuto se volvía más y más loca.

-Erin, cálmate.

-Tengo que ir por mi madre.

-Ella no está fuera. Ha salido a una reunión importante.

-¡¿Que?!... Mierda, mierda, mierda...

-Esa boca niña.

Erin observa a Cecilia nuevamente, pero está vez con ojos cristalizados, ella había intentando mantener la calma todo este rato, pero ya no podía aguantar más. Habia lastimado a alguien solo con su mirada, había hecho un desastre en el comedor y luego se había unido a un grupo de personas para decir un montón de palabras raras que supo captar demasiado rápido para su gusto.

Erin da varias vueltas tomando su pelo con la mano.

¿Que fue eso que sintió cuando estaba en la cafetería? ¡Jamás había experimentado algo igual!

Vio como una persona detenía el tiempo. Dios... ¡la gente se congelo a su alrededor! o quizás estaba alucinando.

-¿Erin?

La voz de su madre la saca de sus cavilaciones y es cuando se da cuenta de que está llorando como nunca lo había hecho con su cara oculta entre sus brazos.

Estaba asustada, muy asustada.

-¿Que pasa pequeña?

-Mamá, creo que he perdido la razón.

Sasha la mira asombrada, cierra sus ojos y luego los vuelve a abrir, tratando de tomar fuerza para lo que viene; es momento de decir la verdad. Lo había pospuesto demasiado y ahora le toca de esta manera.

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