5

3.1K 174 82
                                    



5

Ambos volvieron al campamento sin decir palabra. Allí seguían Abi, Sonya, y el resto, que habían estado comiendo algo para desayunar. Derek se sirvió de una lata de sopa que sabía a rayos, mientras que Will decidió comer algo del ciervo que había cazado su compañera.

Abi se sintió observada por el chico, quien entonces se acercó a ella.

- Vas a tener que venir conmigo.

- ¿A dónde? – Preguntó ella con una pizca de miedo.

- Tengo que enseñarte a disparar, y no voy a hacerlo de noche, ¿entiendes?

- ¿A disparar?

- Sí, no te voy a salvar el culo dos veces, vas a tener que aprender a utilizar un arma.

- Vale, vale, voy contigo – Comenzaron a moverse, Derek estaba algo cansado, ya era el tercer viaje que se pegaba en dirección al bosque. Caminaron hasta llegar a una zona despejada de árboles. Él colocó unas latas en lo que quedaba de los troncos de algunos árboles, dejándolas estables para que Abi pudiera apuntarles.

- Bueno, ¿has disparado alguna vez?

- ¿Lo haces adrede? ¡Te he dicho que no me acuerdo de nada! – Dijo insistente.

- Joder, perdona – Dijo alejándose de las latas y caminando dirección a Abi-, no todos los días trato con amnésicos. Vale, pues para empezar, necesitas el arma, ten.

Derek le dio la pistola, Abi la notó algo pesada, pero la sostuvo con fuerza.

- ¿A-así? – Le miró para que se acercara a enseñarle. Estaba tratando de apuntar a la lata.

- Primero, tienes que quitar el seguro – Se oyó un "click".- Ya está.

- Bien... ¿Y ahora? – Estaba algo nerviosa.

- ¿Tú qué crees? Dispara.

- V-voy, voy. Disparo... - Con las manos llenas de sudor y nervios, apretó el gatillo. Asustada por el eco que había provocado en el lugar, miró a su alrededor, pensando que alguien o algo podría oírles, pero no fue así, allí sólo estaban ellos dos.

- Emm... Sabes que la idea es darle a las latas, ¿no?

- ¡Oh, vaya! ¿En serio? Creí que tenía que disparar entre los huecos... - Puede que el sonido del disparo no lo hubiesen captado ni los pájaros, pero ese sarcasmo había recorrido todo el bosque.

- Vamos, vuelve a intentarlo, tú puedes – Esta vez, Derek se mostró más comprensivo.

Aquello le dio algo de tranquilidad a Abi, consiguió respirar hondo, y volver a apretar el gatillo... Volvió a fallar. Se giró hacia Derek, quien no dejaba de mirarla, dando a entender que quería que continuara.

Se tiraron un buen rato, en uno de los disparos, Abi consiguió rozar la lata, la movió unos centímetros, pero no era suficiente. Volvió a intentarlo una última vez, sino se daría por vencida. Apuntó y... ¡PAM! La lata voló.

- ¡Sí! ¡Dios, sí! ¡Le he dado! ¿Has visto? ¡Le he dado! – La chica saltaba de alegría.

- Bien hecho, enhorabuena.

- Uff... Me duele el brazo, esta cosa pesa cada vez más con el tiempo.

- Trae – Derek le quitó la pistola y la guardó tras su cintura. – Te ha costado, pero creo lo vas pillando.

REFLEJO.42 (MUESTRA)  - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora