Dedicaciones: TheWolfGirlGamer
Helen's POV
Pitt no está mejorando. Incluso se podría decir que su estado está yendo de mal en peor. Por esto he tenido que tragarme mi orgullo y hacer algo que prometí no volver a hacer.
Tengo que volver al bosque, a casa.
Después de todo lo que pasó la última vez que Pitt y yo fuimos ahí: los gritos, el odio, la culpa... Todo recayó sobre nosotros. Nos culparon de la pérdida de Leena, solo porque no tenían a quien más culpar. Pensaron que sería la mejor solución, sin pensar en nosotros. Así que Puppetteer y yo nos fuimos y prometimos no volver, desaparecer para siempre de esa casa de cobardes.
Y cumplimos nuestra promesa.
Hasta ahora...
Llevo todo el día intentando convencer a Slender de que nos deje ir, que nos ayude. Pero se muestra reacio ante la idea de que volvamos a pisar ese sitio. Dice constantemente que no es buena idea, que algo podría ir mal, que es mejor que venga él a nuestro apartamento para evitar posibles peleas. Pero sé qué si acepto, Pitt tendrá menos probabilidades de sobrevivir.
-Helen, debes aceptar de que no irá bien. No os quieren por aquí, lo siento. –su voz se oye débil e insegura, sé que cada vez que habla con nosotros se acuerda de lo que pasó ese día. Fuimos y somos la excusa perfecta para olvidarse del tema, para no culparse a ellos mismos.
-Pero deben aceptarnos ahí, al menos por esta noche. Solo hasta que Pitt se recupere. Por favor Slender, sabes por lo que estamos pasando. Ni tú estabas de acuerdo con lo que se dijo ese día. Ayúdanos. Ayúdame a salvar a Pitt... -mi voz está a punto de romperse. Cierro los ojos intentando calmarme y entonces siento como Pitt se mueve a mi lado. Muevo rápidamente mi mano libre a su cabello y lo acaricio suavemente, calmándolo a él y calmándome a mí. Murmura algo incomprensible en un susurro y lo relaciono con la fiebre, muevo la mano hacia su frente y la aparto al instante por el calor que emana, quemándome. Suspiro triste y vuelvo la mano a su pelo para volver a acariciarlo. Justo en ese momento la voz de Slender vuelve a sonar.
-No me puedo arriesgar a que todo lo que hemos construido se desmorone en una noche, Helly... -su horrible excusa hace que se me tense la mandíbula y cierre los ojos con fuerza, intentando controlar el odio que comienza a acumularse en mi pecho, pero simplemente no puedo.
-¿Sabes qué? Estoy decepcionado con tu comportamiento. Quiero decir, ¿en qué momento te perdiste? ¿En qué momento dejaste de ser tú mismo? El día del accidente nos culpasteis a Pitt y a mí de algo que sabes perfectamente que no hicimos. Todos vimos a la sombra y la explosión, y nosotros dos estábamos igual de congelados que vosotros. Pero decidisteis que culparnos sería la mejor forma de expiar el problema. Vi en tus ojos el dolor, Slender, no solo el de la pérdida, sino también por la solución que tu "familia" estaba dando y aceptando sin dudarlo. Te avergüenzas de lo que pasó esa noche, lo sé.
<< Pitt y yo aceptamos con gran dolor y decepción el peso de la culpa, aunque no fuese nuestra. Pero lo hicimos por vosotros, porque sentíamos que lo necesitabais, pero vuestra excusa se fue haciendo más y más grande hasta que esa pequeña mentira os llevó a odiarnos sin razón aparente. Ya no importábamos ahí. Nosotros éramos los "malos" en esa familia, así que nos fuimos por vosotros, por la salud de la casa.
Y ahora qué te pido ayuda para salvar el hombre al que amo y me salvo de la soledad y de la tristeza que sentí al saber que mi propia familia ya no me quería ni aceptaba, ¿no puedes hacer una mierda porque tu "familia" no lo aceptaría? ¡¿ES ESTO LO QUE ME ESTAS DICIENDO?! >>
Nos quedamos los dos en silencio por varios minutos. Yo intentando parar las lágrimas salvajes que se escapan de mis ojos, los cuales cierro con rabia por unos segundos. La mano que acariciaba el cabello de Pitt se ha movido hasta mi boca para intentar callar los sollozos. Entre esto y los gritos que he acabado soltando durante mi discurso, mi pareja abre los ojos lentamente y me mira confundido. Niego con la cabeza antes de que diga o pregunte algo y me acomodo a su lado para que pueda apoyarse en mí y vuelva a dormirse. Pelea unos minutos con el cansancio para poder quedarse despierto y ayudarme en lo que necesite, pero la fiebre y el dolor pueden con él y se vuelve a dormir, no sin antes besar mi brazo débilmente, susurrar un "Te quiero" y ocultarse en mi cuerpo con una mueca de dolor en su rostro.
Esta imagen de él me duele.
Pitt. The Puppetteer. Uno de los hombres más fuertes y valientes que jamás he conocido... Y ahora está débil, dolorido y sin fuerzas necesarias para levantarse o hacer algo por sí mismo.
-Helen, ¿sigues ahí? –la voz de Slender me sorprende. Aunque tenga el teléfono aún en mi mano no me acordaba de que estaba hablando con él. Me he quedado mirando y pensando en el pobre de Pitt y en lo que voy a hacer si no consigo la ayuda necesaria.
-Sí, ¿qué decías?
-Odio tener que reconocerlo, pero tienes razón. Desde ese día no he vuelto a ser el mismo y nadie me ayudó a superarlo sanamente, todos decidieron sacarse la culpa de encima y no tuve otra opción de hacerlo también. Lo siento por eso. Quiero que sepáis que a partir de ahora siempre seréis bienvenidos en casa, nadie podrá comentar algo sobre lo que pasó ese día. Deseo que nos perdonéis a todos por nuestros actos y quiero que sepáis que estáis libres de cualquier culpa que os echamos encima. Hablaré con los chicos ahora cuando vuelvan del bosque. Vosotros podéis venir esta noche y curaremos a Pitt. Si es necesario, mandaré a Jeff i Liu para que os ayuden.
-¿Ben no va a venir con Jeff? Siempre iban juntos a todas partes...
-Sí, lo sé. Pero Ben tiene que ocuparse de otras cosas. Mañana Leena debe ir al hospital a hacerse un chequeo y va a aprovechar la situación para intentar hablar con ella y sacarle información sobre lo que pasó en el hospital el último día que estuvo ahí.
-Ya veo... -hay un silencio incómodo en el que ambos nos dedicamos a pensar en Leena y en cómo acabará todo esto. -Muchas gracias, enserio. Por todo...
-A ti por abrirme los ojos, Helen. Nos vemos esta noche.
Y con esto cuelga la llamada.
Me ha llevado un par de horas recoger todo lo que podamos necesitar para el largo viaje que nos espera. Ropa, armas, objetos de higiene personal para mí y Pitt... Jeff y Liu llegarán en pocos minutos así que empiezo a cerrar toda la casa para que no pase nada mientras estamos fuera.
En toda la mañana no he oído nada raro proveniente del apartamento vecino, solo a partir de las once una aspiradora y luego un poco de música. Me alegra saber que todo va bien ahí dentro y no debo preocuparme por Leena y Mike.
Llaman a la puerta y enseguida tengo a dos creepypastas más en mi casa, ayudándome a bajar a Pitt con todo el sigilo posible ya que no queremos levantar sospechas de nadie. Cierro la puerta con llave y entramos todos al ascensor. El silencio es muy incómodo y no me extraña para nada. Estos chicos hace tiempo nos culparon del accidente y ahora estamos todos aquí, como si nada hubiese pasado.
Salimos del pequeño cubículo y rápidamente caminamos hacia el exterior. Me paro delante de mi coche y ellos se quedan detrás de mí, dudosos.
-¿Tienes coche? –pregunta Jeff, mirando el todoterreno negro que tiene delante.
-De alguna manera tengo que moverme por la ciudad, ¿no crees? Empezar una vida humana desde cero no es fácil, pero tampoco imposible... -me encojo de hombros mientras desbloqueo las puertas y los ayudo a poner a Pitt detrás, al lado de Liu, quien se ha sentado ahí para vigilar que mi pareja vaya bien. Me muevo hasta el asiento de conductor y espero a que Jeff se siente a mi lado de copiloto para encender el coche. -¿Y vosotros como habéis llegado tan rápido?
-Somos creepypastas... -se encoje de hombros como si fuese lo más obvio del mundo, como he hecho yo hace unos minutos. -Además, Smile nos ha acompañado y hecho de guía. Llegar aquí ha sido fácil.
Y con eso dando por acabada la conversación, arranco el coche y nos vamos a casa.
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Recuérdame en Invierno
FanfictionLuces y sirenas de coches policía, disparos, una casa en llamas, mi cuerpo quemándose en las cenizas, unos brazos arrastrándome hacia el exterior de la casa y un grito desgarrador que resuena en mi cabeza. Eso es todo lo que recuerdo de la noche en...