Capítulo 50: Recaída

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Katniss Pov.

Gritos. Sangre. Desorden.

Todo pasa en tan solo unos minutos.

Como unas simples palabras pueden desatar la fiereza de las personas.

"No somos enemigos" "No tenemos porque seguir peleando entre nosotros" "No culpáis a los inocentes por sus pérdidas" "Podemos hacer algo mejor por Panem" – fue lo que dije a los rebeldes del Distrito 2, aquellos que no querían cooperar con el nuevo régimen.

"Es ahora que quieren mejorar a Panem" "Si el Presidente Snow no lo hizo matando a sus enemigos, ¿Por qué creen que ella lo hará mejor que él?" "¿Cuánto tiempo no estuvieron escondidos sin ayudarnos?" "Una vez prometieron hacerlo y nos abandonaron, nos entregaron a Snow" – las voces se alzaron de la muchedumbre que se juntaba a mi alrededor, algunos furiosos por hacerlos esclavos del Nuevo Capitolio a la nueva Presidenta y algunos otros discutiendo entre ellos, peleando para ver quién tiene la razón.

¿Quién es el bueno? ¿Quién es el malo? ¿Somos nosotros ahora el enemigo?

Posiblemente, teniendo en cuenta que ahora somos quienes gobernamos y son ellos quienes se rehúsan a seguir los mandatos, son ellos ahora los rebeldes y nosotros los asesinos. Aunque, en este tiempo, todos lo somos. Nos matamos unos contra otros por no darnos la razón, por no aceptar que es lo bueno y que es lo malo.

"Es que no se dan cuenta, tenemos que parar la guerra" "Antes cada uno tenía su propio propósito, ustedes defendían al Capitolio, nos castigaban por nuestro crímenes, nos mataban si tenían la oportunidad" "¿Por qué no seguir haciéndolo? Ser honorables, ser Agentes de la Paz, cuidadnos y recordad: que luchamos en el mismo bando"

"Sinsajo, cuidado" escuche decir, no tuve tiempo de reaccionar.

Todo lo que recuerdo después de que Ithan pronunciara esas palabras, es sentir el gran impacto de algo golpeando muy fuerte en mi pecho, para después arrastrarme a las penumbras de mi subconsciente y no volver a despertar jamás.

O eso pensaba yo.

-¿Piensas dormir todo el día Preciosa? – No estaba dormida, al menos no del todo, a tan solo un día de haber despertado, seguía sintiendo mi cuerpo adolorido, la bala no perforo ningún órgano de mi cuerpo, pero el impacto rompió costilla y media de mi abdomen. Abro los ojos lentamente para encontrarme a Haymitch frente a mi camilla.

-¿Qué haces aquí Haymitch? – pregunto ante su presencia en el Distrito 2.

-Eh oído que le han disparado al Sinsajo. – menciona burlón.

-Y yo he oído que sigue viva. – contraataco.

-¿Crees que puedas andar? – pregunta.

-Estas de broma. – contesto lo más obvio que se puede.

-Te conseguiré una silla. – dice.

-Espera. – digo deteniéndolo en la puerta. – ¿Qué es lo que pasa? – pregunto extrañada.

-Vuelves al Capitolio. – me responde.

-¿Qué? No puedo volver. Aun no término mi trabajo de Sinsajo en el Distrito. – le explico.

-No importa, después de tu grandioso discurso, no creo que ocupen más de tu ayuda. – se burla Haymitch.

-Puedo hacerlo. – digo elevando la voz. – El que me hayan disparado no significa nada.

-Katniss esto no es un juego, han intentado matarte. – me dice serio.

-La mitad de la población me quiere muerta. – intento restarle importancia, aunque en el fondo se que tiene razón. Si no fuera por el grandioso traje de Cinna ya estaría muerta.

El Sinsajo que lo perdió todo por huirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora