—Papá, ¿qué haces aquí?
—¿¡Qué hago aquí!? ¡Descarado! ¡Nos vamos de inmediato para la casa! —lo toma por el brazo y comienza a jalonearlo con todas sus fuerzas.
—¡Papá, me estás lastimando!
—¡Esto y más te mereces!
—¡Señor, suéltelo por favor! —Emiliano se mete a defender a Eduardo.
—Tú, muchachito, no te metas.
Emiliano está dispuesto a hacer lo que sea necesario por defender a Eduardo. Se prepara para, incluso, llegar a los golpes con Anderson de ser necesario. Y cuando esta a punto de hacerlo, siente la mirada de Eduardo, diciéndole que no se preocupe, que lo deje así, que todo estará bien... Anderson se lleva a Eduardo del apartamento de Paola. Y Emiliano, a pesar de todo, se queda con un mal sabor de boca por lo que acaba de ocurrir.
—¿Estás bien? —le pregunta Paola.
—¿Qué sucedió? ¿Por qué ese señor estaba aquí? —la cuestionó.
—Me lo encontré a la salida del edificio. Me preguntó por Eduardo, y aunque traté de mentirle, el ya estaba enterado de todo. Al parecer, después de que salimos de su casa, llamó al Ingeniero Escalante para felicitarlo por su cumpleaños. Escalante, sorprendido, le dijo que no era su cumpleaños. Fue así como se enteró de que todo lo que habíamos dicho era una mentira.
—¡No puede ser!, ¿qué le hará a Eduardo?, ¿va a lastimarlo?
—No, tanto como golpearlo, no. Eso sí, ten por seguro que, posiblemente, no le permita salir de su casa por varias semanas.
—Si ese señor hace una cosa así, Eduardo perderá su empleo.
—¿Crees que eso le importe? Ese hombre solo trata de proteger a su hijo.
—Hablas de lo que ocurrió con el profesor de informatica.
—Exacto, de eso estoy hablando. Don Anderson tendrá muchos defectos, pero no es una mala persona y mucho menos un hombre intransigente. Ese hombre, muy a su manera, lo único que intenta es proteger a su familia de otro dolor igual de grande. Ese hombre está convencido de que cualquiera que se acerque a Eduardo lo va a lastimar, por eso se comporta así.
—Iré a hablar con él y le explicaré que conmigo está equivocado.
—¡Olvídalo! Si te apareces por esa casa en este momento empeorarás las cosas aún más. Incluso yo tengo prohibido acercarme de nuevo a Eduardo. Tarde o temprano a don Anderson se le pasará el enojo y permitirá que Eduardo salga de nuevo, no te preocupes por eso. Lo mejor es que te vayas a tu casa.
—¡No! No voy a irme a ningún lado hasta que no consiga hablar con ese señor. El tiene que entender que quiero a su hijo, que me perdí en el mar de su mirada.
—Te ves tierno tratando de hacerte el valiente, pero para que no se rompa la magia de tus palabras y actitud, por favor, dile a tus piernas que no tiemblen de esa forma tan chistosa —Paola se ríe y Emiliano se sonroja.
—Yo nunca había sentido nada por otro hombre y no sé con exactitud como debo comportarme. Y es que, sabes, hasta hace poco tiempo yo... bueno... hace poco tiempo... yo era otra persona. Esto es algo nuevo para mí.
—Estás dándole la razón a don Anderson. Si te sientes confundido, lo ideal es que te vayas.
—¿A qué te refieres?
—Que si pretendes tomar a Eduardo como una especie de conejillo de indias y experimentar con él qué tan confundido estás, ni yo te lo permito. Te has puesto a pensar en lo que ocurriría si al final descubres que eso que dices sentir, es solo confusión. Heder casi mató a Eduardo, no quisiera que tú le dieras el tiro de gracia.
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Emiliano: Mi camino para ser feliz
Romance¿Qué ocurre cuando un homofóbico se descubre homosexual? Spin-off de Adán y Esteban (Es fundamental leer Adán y Esteban) La historia cuenta que ocurrió con Emiliano después de aquella noche en la que se encontró con un par de ojos azules que lo ena...