-Estoy lista.-dije cuando vi que no prestaba atención a que yo bajaba por las escaleras.
-Hey-se tocó la nuca con nerviosismo-estas hermosa.-me sonrió.
-Aww gracias-dije besando su mejilla-tú no te quedas atrás.-y sonreí tiernamente.
-Bueno…-¡nervios por todos lados!-¿Nos vamos?
-Claro.
Salimos sin avisar que ya nos íbamos, los otros jugaban a las cartas en la cocina.
Subimos al auto y Jorge condujo sin decir una sola palabra.
-Ya… ¿Qué es lo que pasa?-rompí el gran silencio.
-Nada. ¿Qué debería pasar?
-No lo sé, tu dime. Estas algo así como raro. ¿Es por lo de esta tarde?
-¿Qué?-se puso más nervioso- no nada que ver.-sonrió estúpidamente- ¿Qué tienes eso que ver?-buscaba un lugar donde estacionar.
-Okey, eso ya luego lo hablamos. Ahora concéntrate en estacionar en un lugar donde no haya puente.-reí burlona.
-Ya cállate y busca tú también.
Luego de dar vueltas y vueltas a la manzana buscando un estacionamiento, tuvimos que dejar el auto a seis cuadras de la fiesta.
Fastidiada me baje del auto.
-Bueno, ya calma-rio-son solo seis cuadras, ni que fueran cincuenta kilómetros.-se reía burlonamente.
-Hey Blanco.-voltee a verlo- No me molestes, tu no usas tacones y no te los bancas toda la noche.-lo fulmine con la mirada y seguí mi paso dejándolo atrás.
Me tomó la mano suavemente.
-Te propongo que la pasemos bien y no nos peleemos.-dijo e hizo que dejara de caminar.
-Solo si prometes ser una persona normal.-sonreí.
-Okey, intentare.-ambos reímos.
Caminamos tomados de la mano hasta el salón, allí nos hicieron pasar.
Al entrar la gente bailaba sin cesar y las luces estaban apagadas, solo habían luces de colores que se movían por toda la pista causando efectos raros.
-¿Dónde estará Lodovica?-dije caminando hacía la pista.
-No lo sé.-me detuvo.-Espera-tomó mi mano con firmeza.
-¿Qué ocurre?
-Debo decirte algo.-dijo mirando atrás mío.
-Dime.-la verdad esto me estaba preocupando.
-Disculpa si piensas que soy un raro y que no tendría que decirte esto, pero no me gusta que ese chico te mire de esa manera, y déjame decirte que no lo permitiré.-decía con furia en sus ojos.
-Aii Jorge-dije riendo-solo me está mirando-me acerqué a el-tu eres el único al que le doy esto- bese tiernamente sus labios.-el solo se me quedara viendo, no tendrá besos como tu.-seguí caminando y el vino atrás mío tomándome la mano.
Todos bailaban al ritmo de la música y se reían de cualquier cosa. Había bastante gente que ya estaba pasada de alcohol y se ponían muy tontos. Chicas que les bailaban sexymente a los hombres y los besaban como perras.
Ya estábamos con Lodovica que al parecer no estaba nada sobria, nos dimos cuenta por las estupideces que decía. Yo no había tomado ni un poco y Jorge uno o dos tragos.
Rugge estaba con una chica y saboreaba bastante su boca, ya que en ningún momento despego los labios de los suyos.
-Ven aquí-dijo Lodo tirándome del vestido-quiero mostrarte algo.