Tormenta mientras me besas

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Tormenta mientras me besas


Ana Belén García Cascales.

Tuve que chocar con la Luna para saber lo que dolía rozar las estrellas.

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Este libro esté dedicado a las amistades

A las nuevas experiencias

Y las lecciones de la vida.

A todos los miedos que nos salvan

Y nos matan, a los amores corruptos,

A los besos y el olvido.

Dedicado a los recuerdos de esos amores

Que todos hemos tenido.

A todos aquellos que saben cómo se siente el amor golpeándote el pecho.

En una u otra escala, pequeño lector, este libro es para tí.



.Exclavos del miedo.

No sabría muy bien como describir lo que se siente al enamorarte, quizás solo podría ser capaz de hacértelo saber con tu propia experiencia. Es una sensación parecida a querer cuidar de una persona como si fuera un bebé pero a la misma vez querer hacerle cosas "malvadas", frase que La Princesa de Rosa, ya descubrirás quién es ella, usaba para describir el amor y que en el fondo me gustaba que lo expresara de esa manera ya que hacía las cosas mucho más simples, mucho más llevaderas.

El problema surge cuando ni tú misma sabes que te pasa, o mejor dicho sabes lo que te pasa pero tienes MIEDO, si, en letras mayúsculas, porque eso es lo que nos ocurre a la mayoría, que tenemos miedo de tener miedo y a veces ni siquiera sabemos por qué.

¿Te imaginas a un ave con miedo a las alturas en pleno vuelo?, ¿o a un pez con hidrofobia?, ¡por supuesto que no!

Y es que una vez que te enfrentas a tu propio miedo eres un poco más feliz que antes, un poco más libre, y es ahí donde quiero llegar.

¿Has tenido miedo alguna vez?, porque si es así pregúntate ¿por qué?, ¿qué perdías?, ¿ganabas algo haciendo o por el contrario no haciendo lo que querías?, porque seguro que te hubiera gustado probar, a ver cómo salía el invento, ¿verdad?

A veces ni si quiera somos conscientes de que la libertad está a un paso más allá de nuestros pies y que no es tan difícil, porque hacer lo que a uno se le antoje y llevarse por las emociones es mucho más sencillo de lo que parece, (siempre con cuidado, no nos vayamos a desmadrar tampoco), pero sí, en cierto modo somos presos de ese sentimiento tan conocido llamado miedo, y del que somos esclavos hasta quitarnos los grilletes a base de golpes en las muñecas y tobillos.

Por eso comienzo así esta historia, para aclarar que yo también tuve miedo a enamorarme, tuve miedo y nunca se deja de tener, porque siempre se queda un poco en un rincón, por si me enamoro demasiado, por si no vuelvo a temer, por si no vuelvo a amar.

Para decir que sin miedo no hay valentía ni retos que superar, que no hay amores que no empiecen con un poco de miedo, ni destinos con futuro cierto, ni nada que empiece con "yo nunca".

Tormenta mientras me besasWhere stories live. Discover now