De a poco todo vuelve a su lugar, pero no al que se encontraba cada uno cuando estabas tu. No creas que es tan fácil reemplazarte, porque no lo es. Nos amoldamos alrededor de tu espacio vacío, aquel espacio que ocupabas, aquel que hacía mis días más felices.
No ya no te extraño, me he acostumbrado a tu ausencia, al frío que dejaste y al color gris que caracteriza mis días desde que no estás.
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Para cuando vuelvas...
Short Story¿Qué puedo hacer yo para acabar con esta incertidumbre de tu paradero? Nadie quiere decirme donde estás, ni que está pasando contigo. Pero duele, duele encontrarme a miles de kilómetros de la única persona que hizo sentirme en casa alguna vez. Y sól...