6. ♡ Lo Que Pasó Esa Noche ♡

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No está bien lo que hace, abandonar a Gray. Hace lo mismo lo que le hicieron a ella, dejarlo solo y al despertar esperando ver a la persona que pasó la noche a su lado.

Su corazón se achica. Su actitud es..., no es cruel. No es ser mala. No, porque no es mala, ¿verdad?

Quiere evadir lo sucedido, ni siquiera recuerda cómo llegó a la habitación de Gray, ni recuerda lo que sintió. ¿Habrá sido bueno?, ¿fue delicado?, ¿rudo?, o... ¿le hizo sentir muchas cosas que ella no sabía de su propio cuerpo?

Pensarlo mientras camina a la habitación de Gajeel y Levy, su cara toma un color ardiente, cruzando las piernas.

Maldición, es imposible que estar hurgando en su cerebro la noche con Gray le haga excitarse.

Se da golpecitos en la cabeza con la palma de la mano; ¡debe eliminar esos pensamientos!

―Saca a Gray-sama de la cabeza Juvia, sácalo. ―se repite apretando los ojos, tomando una bocanada de aire.

Okey, esto es lo que hará:

Tomará a Storm, se irán del resort sea como sea; en un taxi o en un autobús, en un Uber; llegarán a casa y la vida seguirá normal.

Si ambos estaban embriagados, Gray no recordará nada, no sabrá que alguien estuvo a su lado y se fue por la mañana.

Ah, y no lo verá más. Asunto solucionado.

No, un segundo. Siendo evidente que ya no sabe nada de lo que pasó..., ¿fueron cuidadosos?

Juvia se tapa la boca con las manos, paralizada y con miedo. ¡Se cuidaron, ¿cierto?! ¡Uno de los dos debió pensar en el condón!

Esto no puede empeorar...

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Violento, su lengua se sumergió en la cavidad de la boca de Juvia, moviéndola suave y entrelazándola con la de ella. Su mano viajó arriba de la rodilla desnuda, subiéndole el vestido hasta poder tocar debajo de las redondas nalgas desnudas. Había piel, no hallaba la ropa interior.

No la halló porque era pequeña.

Lo descolocó mentalmente, hambriento por apretarle el trasero con su mano y apegando sus cuerpos; detrás de la toalla un bulto crecía comenzando a rozar y a empujar hacia las bragas. Sentía emergencia por llenarse de placer, de volver al fin tener un momento de intimidad con alguien. En cinco putos años no se cogió a nadie, antes de eso, caminaba en el campus, saludaba a una chica y ya se la estaba metiendo en el mejor rincón.

De acuerdo, no está orgulloso de esa parte de su vida, pero no hay quien que no la experimente. Quizás una vez, dos veces, y otros con descontrol. Algo debía pararlo. Había tenido novias sin corresponder fielmente. No había tenido desilusión amorosa, ni experimentado el rechazo, sin sentir nada de eso continuó conociendo a la persona que lo frenó, no de la mejor manera.

Ultear. La chica que en esos años le robó la atención por su deslumbrante cara bonita, cuerpo espectacular y su cabello negro. Era su tipo, no perdería la oportunidad de conocerla y vivir una noche juntos. ¿Una?, fueron tres noches. Le gustó tanto que la repitió y casi nunca lo hacía con otras. Al menos dos veces con una chica, no tres. Ultear era genial, ya sea afuera y dentro de la cama. Le gustaba su personalidad. No sólo Erza lo regañaba por las tonterías que hacía con Natsu, también lo hacía ella.

『Mi Accidentado Amor』 «Gruvia; au»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora