The Timetraveler

Parte 1

Septiembre 18, 2035.

Londres, Inglaterra 

22:05 pm

Me siento sobre el borde del tejado. Las lágrimas recorren mis mejillas lentamente. El cielo nocturno esta despejado, alumbrado por las brillantes estrellas. Hace mucho tiempo que no subo aquí; solía hacerlo a compañía de mi padre, los dos juntos intentábamos arreglar la chimenea descompuesta y después de varias horas trabajando, cuando el cielo se tornaba negro y las estrellas comenzaban a salir, mi padre y yo nos quedábamos horas simplemente viéndolas brillar.

Pero las cosas han cambiado. Mi padre pasa horas fuera de casa, incluso hay noches en las que no aparece. Intento pensar que no es un problema, pero no puedo engañarme. Cuando mis padres creen que estoy dormida escucho sus conversaciones. Mi padre siempre ha luchado por la libertad de la gente, pero eso le está trayendo problemas. Mi madre finge que todo esto no está pasando, me dice que solo es una mala racha y que todo se arreglará, pero sé que no es así. Las noches en las que mi padre no está, escucho los sollozos de mi madre, esperándolo despierta.

Hoy decidí subir aquí, porque hace tres días que mi padre no aparece y recuerdo que esto era algo que me tranquilizaba. Y creo que si funciona. Cuando logro tranquilizarme por completo decido bajar a mi cuarto, mi madre se va a preocupar si va a buscarme y no me encuentra. Bajo sigilosamente por las paredes hasta lograr meterme en la ventana de mi cuarto. 

Y entonces escucho algo que me deja sin habla; es mi madre. 

Corro lo más rápido que puedo hacia la cocina, de donde creo que está. Mi corazón late con fuerza. Entro a la habitación y lo que encuentro me quedo helada..

~~°°~~

Han pasado dos semanas desde la muerte de mi madre, y sigo sin creerlo. No he tocado ninguno de los platos que Will prepara para mí. Están sobre mi mesa, apilados uno tras otro. Paso mis días llorando y durmiendo, incluso a veces duermo llorando. Intento llamar a mi madre, pero ella no responde. Está muerta, y aunque yo siga aquí físicamente una parte de mí murió ese día.

Los recuerdos de esa noche están borrosos en mi memoria; lo único que recuerdo perfectamente es el cuerpo de mi madre sin vida en el piso, y con es me basta. Intento distraerme, seguir con mi rutina, pero hay algo que me lo impide, y sigo sin saber que es.

Los únicos en mi casa ahora somos mi hermano mayor, Will, y yo. Él intenta ser fuerte, fingir que nada pasó,pero sé que esta mintiendo, el está sufriendo, al igual que yo, o tal vez peor. Siempre me llama para ver si quiero acompañarlo a ver una película o acompañarlo a hacer las compras, pero todavía no estoy de humor para salir. 

Ya es de noche, así que para despejarme un poco he decidido ir a el balcón para tomar aire fresco. El cielo esta despejado y la brisa es cálida. Ya he dejado de llorar, aunque mi respiración sigue algo entrecortada y mis mejillas rojas. Me recargo en el barandal del balcón, para poder ver mejor las estrellas. Podría verlas durante horas y jamás cansarme de ellas. Son mi pasatiempo favorito.

Estoy a punto de quedarme dormida, cuando un ruido extraño me hace levantarme de golpe. Levanto la mirada aturdida buscando que es. Entonces lo veo: Una persona, o lo que parece ser su sombra corre por los tejados con agilidad. Pasa casa por casa rápidamente como si lo que estuviera haciendo fuera un juego de niños. Fuerzo la vista para averiguar quien podría ser. 

Es un chico. Su pelo corto y gran espalda lo delatan. Reviso mi reloj como siempre lo hago; Doce quince. El toque de queda debió haber sido hace quince minutos. Un escalofrío recorre mi espalda. Si mi reloj está bien él corre un gran peligro. No esta corriendo, esta escapando .Voy a ayudarlo. Sé que no es lo correcto, pero no dejaré que esos hombres lastimen a más personas. Ya fue demasiado. 

Fuerzo un poco más la vista y espero unos segundos para que él pase cerca de el farol de luz de la calle. Analizo su expresión: Esta agotado, seguramente gracias a las horas que lleva corriendo. Los soldados no se rinden fácilmente, es algo que todos saben.  la angustia es notoria en su cara. Mi respiración se vuelve un poco más tensa. Esta es su única oportunidad.