[LEVI Y TÚ] Nuestro momento #2

19. Celos

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Te juro que lo intenté, pero a veces intentarlo no es suficiente...

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¿Qué cómo apareció Leti de nuevo?

Sinceramente pensé que lo mío con Levi era perfecto, éramos él y yo, nadie más de por medio. Sí, sabía de la existencia de Leti y la relación que tuvo con mi novio, pero no tuve en cuenta una cosa, que iba a volver a aparecer para ser una pieza clave de mi vida. En momentos como estos maldigo el poder que tengo.

Levi lo sabía, no sé cómo, pero intuía que no me lo iba a tomar muy bien, trató de darme la noticia calmadamente (y más le vale, si me hubiese dicho algo como: Hey, nena, mi ex nos acompaña a la guerra. Lo decapito allí mismo). Me explicó la situación, habían logrado hacer que Leti hablara, ella era una nacida fuera de los muros, la única persona viva que sabe que está pasando allí fuera se ofreció a ayudarnos, a darnos información a cambio de llevarla con nosotros ¿No lo dije? Estamos planeando atacar Mare, no nos van a tener recluidos durante tantos años y salirse de rositas. Sorry not sorry.

Así que ahora nos encontramos en la siguiente situación, Leti no suelta nada, dice que lo hará cuando llegue el momento. No la encierran ni la torturan ni nada por el estilo porque ella es una aliada fundamental.

-¿No me vas a dejar entrar?-oigo a Levi decir detrás de la puerta-___ por favor, abre ya.

Suelto un suspiro a la vez que cierro el diario de memorias con fuerza y a continuación lo escondo debajo de la cama de una patada, no voy a ocultar mi enfado. Con pasos de niña enfadada me acerco a la puerta abriéndola con cara de pocos amigos.

-Hola-digo secamente ocupando el marco de la puerta con mi cuerpo evitando que Levi entre. Al ver lo que pretendo Levi hace una mueca, seguida de mi sonrisa sarcástica-¿Quería usted algo?-pregunto cruzándome de brazos.

-Pasar-al decir eso se cuela por el pequeño espacio que mi cuerpecito no ha sido capaz de cubrir.

-Adelante-cierro la puerta de un golpe y me giro hacia él-Que raro

-¿Qué?

-Pensé que la sacerdotisa estaría detrás de ti ¿Le acabas de servir la comida?

-Ya basta, no te he dado ningún motivo para que desconfíes de mí.

-Es tu ex –digo a modo de justificación. Veo como pone los ojos en blanco a medida que se acerca a mí.

-Yo en ningún momento me he puesto celoso, y estás rodeada de chicos, parece que es lo único que respiras.

-¿Eso debería tranquilizarme? Además, ninguno es mi ex, y nunca he estado acurrucada al lado de uno de ellos.

-Puedo hacerte una lista.

-¿Eso es un insulto? mantengo la distancia con todos, son mis amigos, y lo sabes bien.

-¿Eren? Parecíais una parejita casada y Armin vuestro hijo que corretea siempre a vuestro alrededor-me imagino esa escena y dirijo mi palma a la cara.

-Estás hablando de mi hermano.

-Ni tú sabías que lo era

-Siempre lo consideré mi hermano y... ¡HEY! Estamos hablando de ti no de mí, no me cambies el tema.