CAPITULO 12.
POV LAUREN
Observe atentamente como la morena delante de mi se llevaba lentamente su copa de vino tinto a la boca y le daba un sorbo cerrando los ojos luego y gimiendo de placer al degustar el delicioso sabor de las uvas maduradas del norte de Francia.
La iluminación era poca, solo una farola de luz blanca puesta a baja potencia le daba al entorno un aire de romanticismo del cual estaba completamente embriagada.
Suspire y desvíe la mira de ella cuando giró su precioso rostro hacia mi, era increíble como aquella mujer sin intención alguna podía volverla completamente loca, tan solo con una mirada.
Sentí como Camila tomo mi mano que descansaba en su muslo cubierto por la tela de aquel pantalon de pijamas amarillo claro; suavemente le daba caricias a mi mano con su pulgar mientras yo me sentía perdida en ese mar chocolate que eran sus hermosos ojos. Eran increíbles, capaces de transmitir miradas que me dejaban sin aliento, como adoro a esta mujer.
-Me encanta sentir el tacto suave de tus manos en mi piel. -le dije muy bajito, sintiendo como su mano ahora dejaba la mía y ascendía hasta mi mejilla repitiendo las mismas acciones de hace unos segundos. Su cabello estaba suelto y se movía rebelde por la brisa un poco fría que soplaba a estas horas de la noche. Aparte algunos mechones de su rostro, acomodándolos detrás de su oreja y sonreí. -Tienes idea de lo mucho que...-me callé girando mi rostro en todas direcciones, como cerciorándome de que nadie más me escuchaba en ese momento.-de lo mucho que te amo?
-Tanto como yo a ti? -Camila susurro acercando su rostro sonrojado al mío. Acarició mi nariz con la suya y sonrió adorablemente, yo por mi parte no podía apartar mis ojos de los suyos.
-Mucho más.-le dije esta vez muy cerca de su oído.Mire cómo le daba el último sorbo a su copa y la dejaba completamente vacía junto a la mía.
-Mentira...-se rió-mmm, creo que es un empate. -solté una pequeña carcajada y asentí.
Estábamos sentadas en uno de esos muebles veraniegos para dos, que estaba situado en un costado del Jardín. Frente teníamos una mesita de madera pulida con flores y ramas esculpidas en sus patas y bordes. Ahí yacía una botella de vino tinto de origen francés casi a la mitad y nuestras copas ya vacías. Karla y Mauricio debían estar en su quinto sueño o eso esperábamos.
-Mi amor...yo.-No pude terminar de hablar cuando sentí como Camila se abrasaba a mi de golpe, estrechándome en sus brazos con mucha fuerza. Rodee su cuerpo un poco sorprendida.- Hey Qué pasa?
-No sabes cuánto anhelaba escucharte decirme así otra vez...Mi amor...mi amor, tú también eres mi amor.- Sus susurros se mezclaban con los sonidos de la noche y nuestros corazones latiendo al unísono. Escucharla decir aquello después de tanto tiempo puso mi corazón a vibrar con furia.
Separe mi rostro de su cuello, tome su rostro entre mis manos y la bese. Una y otra y otra vez, quería decirle en cada roce de mis labios con los suyos que ciertamente era ella mi único y verdadero amor, mi One and Only, mi Luna, mi vida entera, mi para siempre.
Nos besamos por largo tiempo, sin prisa, con pausa, tan lento, húmedo y caliente; su boca era un gran delirio para mi, su lengua rozando la mía creaba un calor intenso en mi ser, avivaba mi pasión y hacía revolotear las mariposas en mi estomago. Besarla era como vivir en un estado de éxtasis eterno, como si de un momento a otro el cielo ardiera y el infierno se llenara de gloria.
Aun cuando no queríamos tuvimos que separamos por la falta de aire; tome sus manos entre las mías, y las bese con delicadeza mientras la miraba.
-Antes que nada quiero decirte que lo siento.-dijo la morena con voz débil, suspirando.- Lo siento muchísimo, fui una completa mensa, pensé que alejándote de mi iba a evitarte sufrimientos, creí que serías feliz sin mi, cuando la verdad era que solo estaba pensando en mi, eche a la basura 15 años de mi vida, y lo único bueno que resultó de todo eso fueron mis hijos. Por más que lo intente nunca obtuve lo que yo tanto quería ganar, estaba tan ciega, no me daba cuenta que trate de cambiarme por completo, destruir mi propia naturaleza, mi identidad, mi esencia, para poder ser aceptada ante una sociedad que poco o nada lo valoró. Deshonre a dios, porque intente ir en contra de su voluntad, te lastime pues te prometí cosas que en su momento no pude cumplir pero aun peor, me decepcione a mi misma como mujer y como ser humano porque deje que otros hicieran trizas mis fuerzas, se robaran mi voluntad y mi derecho a ser como soy, deje que me robaran el derecho que tenia de ser auténtica y feliz. -a este punto mis ojos estaban llenos de lagrimas, mientras oía esas duras palabras salir temblorosamente de su boca.
-Quizá, Camz, yo no supe ser esa persona que tú necesitabas, probablemente te alejaste de mi no solo por las presiones de tu entorno...digo, yo no eran tan...-la castaña puso una mano frente a mi rostro y negó.
-No digas eso. Perdóname. No fue tu culpa, yo...siempre he sido tan débil, tarde 15 años en reaccionar, ahora te volví a encontrar y no quiero perder esta nueva oportunidad que me esta dando la vida para ser feliz. -se acercó a mi y me dio un pequeño beso, y junte mis manos en sus mejillas, secando sus lágrimas.
-Sabes algo Camz, tu siempre has creído que eres Débil y yo Fuerte. Pero...-gire los ojos cuando la vi asintiendo.- pero estas muy equivocada. Sabes lo que pienso? Que todos los seres humanos somos fuertes y débiles a la vez. Una mujer puede ser sensible, puede llorar, debilitarse emocionalmente de una manera muy fácil, pero es tan fuerte a la vez, que sin darse cuenta se levanta, se lava el rostro y sale a la calle a sonreírles a todos como si nada estuviera roto por dentro. Es capaz de soportar dolores menstruales, y como si fuera poco, 9 meses de embarazo y más de 12 largas y agonizantes horas de parto. Hay hombres que por mucho músculo y rudeza que aparentan jamás podrían soportar tal dolor. He visto hombres llorar como niños, sufrir desgracias, caer en camas a causa de fuertes depresiones y enfermedades. He visto hombres que quedan destrozados a causa de un corazón roto. He visto mujeres que a pesar de las adversidades salen adelante, luchan por sus sueños, arriesgan sus vidas diariamente, esquivando balas, caminando por el fuego, corriendo de una camilla a otra toda una noche, con temple, fortaleza para sacar a sus hijos y familia adelante. He visto mujeres que no se rajan, son tan fuertes y muy valientes. Pero por mas fuerte que sea una persona, también tiende a caer, también sufre, también llora, también es débil cuando el miedo es más grande y le gana la partida. Algunos, como yo, demostramos mucha fortaleza frente a su público, aparentamos que nada nos afecta y que podemos con todo pero la verdad esta muy lejos de ser esa. Cuando el telón baja, nuestras rodillas tocan el suelo y nuestros corazones lloran porque las cargas muchas veces nos sobrepasan. Las personas que son llamadas "Fuertes" también caen Camila, también son débiles. Las personas que se hacen llamar "Débiles" tienen mucha fuerza interior, pero ellos mismos empujan esa fuerza lejos porque tienen programados sus cerebros para que les repita constantemente "No puedes", "No sirves", "Eres débil". Son débiles porque dejan que otras personas los hagan sentir así. Nadie es demasiado débil ni demasiado fuerte en esta vida mi amor, depende de nosotros mismos que haya un balance o un desequilibrio entre ellas. Solo de nosotros mismo. Los problemas pueden ser muy grandes pero si creo en mi, y me repito una y otra vez "No voy a dejarme caer, voy a seguir adelante. Yo puedo", entonces créeme me será mucho más fácil levantarme cuando me caiga. Soy humano, eres humano, siempre vamos a caer, es normal, la vida es así. -Camila me observó fijamente durante algunos segundos que parecieron minutos sin decir ni una palabra y me removí en mi asiento un poco nerviosa.- Qué?
-Eres como Oprah Winfrey -comentó la castaña tomándome ambos cachetes con sus manos y apretándolos. Me reí fuertemente y negué con la cabeza.
-Es en serio? Me eche todo un discurso y solo dirás eso? -ella sonrió y levantó los hombros.
-Pero Ok, admito que tal vez tengas razón...-alce las cejas y ella suspiro poniendo los ojos en blanco.- bueno, bueno, quizá un poco más que "Tal vez". Es algo que aun en mis casi 35 años me cuesta entender. Lauren, mis sentimientos por ti son fuertes y siempre, siempre han estado ahí, viviendo en mi. Quiero estar contigo y esta vez sin falsas promesas, ni incertidumbre, estoy decidida, quiero que lo volvamos a intentar, quiero ser feliz contigo. Y...se que para ti es difícil creer todo esto cuando fuiste tu quien se llevo la peor parte, entiendo que muchas veces me odiaste por ser tan...-me quede mirándola, detallando la tristeza en sus ojos, y el dolor impreso en sus palabras.- pero te juro que esta vez no será igual. Voy a luchar por nosotras.
-Y qué hay de Esteban? -La latina arrugó el ceño y negó un par de veces.
-Con Esteban no hay nada. Es solo un buen amigo, lo juro.-deje salir una risa sarcástica ante su respuesta y ella me miró seria.
-No me mires asi Camila, no soy idiota. He visto como él te coquetea, y tu a veces le sigues el juego. Eso me...Aaarg me pone mal, si?.- me separé totalmente de ella y recorte mi espalda en el respaldo del mueble, cruzando mis brazos a la altura de mi pecho.
-Yo no...-su voz se apagó al mirar mi semblante serio.- Bueno quizás él coquetea a veces, no se, solo lo he tomado como un juego.
-Créeme, se nota a leguas que para él no es ningún juego. Si no quieres nada con él entonces déjaselo claro.- suspire pesadamente y mire fijamente mis pies.
-No confías en mi, verdad? -su voz salió rota y me maldije internamente. Ella no me estaba entendiendo.
-Camz, no es que no confíe en ti, yo se que tus sentimientos por mi son sinceros y también se que no quieres nada con él. Pero entiéndeme, crees que es fácil ver como una persona le coquetea y habla bonito a la persona que amas y encima de eso, esa persona que amas no hace nada para detenerlo, porque simplemente le divierte o no quiere hacer sentir mal a esa otra persona? .-Me tome unos segundos para respirar profundo, viendo como mi amada castaña parecía sentirse culpable.-No es fácil, sabes? Me torturo, y el sentimiento me trae amargos recuerdos. No digo que me opongo a tu amistad con él, no soy quien para decidir eso, de hecho nunca te haría algo así. Yo quiero que hagas amigos, que tengas personas a tu lado que te apoyen, te quieran y te hagan sentir bien también, pero, no puedo estar tranquila si veo que esa persona no quiere exactamente una amistad, y que tu no le dejas las cosas claras.-su rostro se enfocó nuevamente en mi.
-Las personas no sufren tanto por lo que ven u oyen sino por lo que imaginan.-y ahí estaba otra vez, con esa mirada que me desarmaba el alma, diciéndome un millón de cosas a la vez, provocando que solo quisiera olvidarme de todo, abrazarla y besarla hasta la eternidad.
- Si, es exactamente asi. Mira, Vamos a intentarlo, quiero que estemos juntas. Solo, por favor...-Camz me interrumpió poniendo su dedo indice sobre mis labios.
-Lo se, lo se. Confía en mi, hablaré con Esteban y le haré saber que estamos juntas. Espero que con eso entienda que, ya no pertenezco al mercado de las solteras.-ambas soltamos una carcajada y nos abrazamos.
-Idiota.-Deje mi rostro entre su cuello y mis hombros, apretándome a ella. Inhale profundamente su perfume y me sentí en paz. Eso era ella, ella me daba paz.
Nos quedamos durante varios minutos en silencio, disfrutando de aquel abrazo, no había otra cosa mejor, las palabras sobraban.
Sentí el cuerpo de mi compañera temblar de repente y comprendí que aquel pijama de seda no podía hacer mucho contra el viento que cada vez se hacía más gélido, calando en nuestros huesos.
Nos separamos y junte nuestras frentes.
-Entonces...Qué...Qué Somos?.-La morena me dio un beso de piquito y me sonrió de forma tierna.
-Lo que nunca dejamos de ser. -asentí dos veces con una sonrisa boba y no me resistí más, la bese.
La bese y no de una forma lenta, no, esta vez el beso era más apasionado, no al punto de ser salvaje pero tampoco muy suave. La tome de la cintura y la senté en mi regazo tratando de unir mi cuerpo lo más que podía al suyo y transmitirle mi calor. Ella dejo una mano en mi pecho y la otra estaba en mi nuca dejando leves caricias. Jadeamos juntas cuando tome el control total de la situación y chupe su lengua un par de veces; Quería hacerle el amor a sus labios en ese momento.
Así duramos un rato hasta que fue necesario parar, hacía demasiado frío y ninguna de las dos quería enfermarse.
Recogimos las copas y la botella de vino, apague las luces del Jardín y entramos. Guarde todo en la cocina y me reuní con mi ahora novia que me esperaba con una hermosa sonrisa al pie de la escalera. Extendió su mano hacia mi y la tome, mi chica comenzó a subir y yo preferí ir de espaldas a ella detallando pacientemente los movimientos de aquella arma de destrucción masiva que tenia como trasero.
Al llegar a la puerta de mi cuarto, la abrace por la espalda, pasando mis manos por su abdomen y dejando varios besos en su cuello que la hicieron reír.
-Amooooor.- dijo revolviéndose, tratando de zafarse de mis brazos.
-Mi amor, duerme conmigo otra vez, si? Por fis por fis por fiiiiis.-susurre en su oído en mido de suplica que iban acompañas de besos tiernos.
-Pero...Amoor...Karla y Mau...-Giré su cuerpo con agilidad y recosté su espalda contra la puerta.- Lauren!.
-Ellos saben que estamos juntas, nos apoyan. Además ninguno se despierta antes de las siete. Vamos siiii? Mi amor...necesito sentir tu cuerpo cerquita del mio...que me acaricies...me des besitos...me mimes.-mientras hablaba iba dejando besitos cortos en sus labios haciéndola sonreír. -Di que siiii
-Ok rogona. Vamos. -Sonreí victoriosa y dándole una ultima mirada al pasillo, abrí la puerta y empuje nuestros cuerpos aun abrazados hacia adentro.
Ibamos riendo por mis intentos de besarla, formando un puchero con mis labios que acosaban a los suyos, ella ponía una mano en mi cara y me esquivaba.
Al llegar al pie de la cama nos dejamos caer, quedando ella debajo de mi. Nos quedamos mirando fijamente a los ojos por un momento , mis dedos empezando a acariciar su cabello mientras sus manos subían y bajaban lentamente por mi espalda. Mi novia sonrió mostrando su perfecta dentadura y besé su frente, recostando mi cabeza en su pecho y abrazándome a ella. Nos quedamos un rato así, disfrutando de la cercanía y el calor que emanaba de nuestros cuerpos y se fundía en uno solo. Cerré los ojos y me permití relajarme, escuchando los latidos pausados de su corazón, que siempre me han brindado paz y serenidad. El momento era simplemente perfecto.
-Estoy preocupada por Karla, sabes? Esta muy rara. -la morena rompió el silencio, haciendo que mi cabeza se inclinara un poco para poder ver su rostro, la angustia reflejada en él.
-Si, me he dado cuenta. Ya varias veces la he pillado muy pensativa, y tampoco le gusta salir mucho, cuando esta aquí se la pasa encerrada en su cuarto. -mi Camz suspiró pesadamente cerrando los ojos y sentí su cuerpo tensarse.
-Ella esta hablando con Alguien, mi amor. No se quien sea, pero necesito averiguarlo...Crees que me puedas ayudar a entrar en su laptop?.- la mire arrugando el ceño, pensando en eso que acababa de decir. Karla hablando con alguien? De aquí no conocía a nadie, y por la mirada de mi novia, esa supuesta persona estaba en México y más cerca de su antigua vida de lo que podría imaginar.
-Claro que podría ayudarte, además si no conseguimos algo en la laptop yo podría poco a poco intentar sacarle algo de información. Te parece? .-La castaña asintió no muy convencida mostrándome al final una débil sonrisa.
Poco a poco nos fuimos acercando, hasta unir nuestros labios en un tierno beso.
-Te amo.- susurró contra mis labios de forma dulce, haciéndome desfallecer entre sus brazos. Eso era lo que faltaba para hacer que todo en mi interior estallara.
Mi pecho dolía a causa de lo rápido que estaba latiendo mi corazón, el sonido de su voz al pronunciar esas palabras retumbaba en mis oídos, su mirada llena de amor y cariño traspasaba las barreras de mi ser y tocaba mi alma, sus caricias quemaban mi piel, su respiración tan agitada como la mía y su exquisito perfume me dejaron dopada. Era tanta la emoción que sin querer deje escapar un sollozó.
-Te amo, mi amor.- susurré en respuesta sin despegarme de ella, con mi voz temblorosa por las ganas de llorar que me estaba aguantando.
En sus ojos yo podía ver la belleza y el brillo mágico de mi luna y estoy segura que en mis ojos ella podía ver el radiante resplandor de su sol.
*******
Flashback 1
-Mi amigo me dijo que soñó con él, pero no lo veía nada bien.- sentí una fuerte opresión en mi pecho y a su vez como miles de agujas lo atravesaban una y otra vez. Mi tío Carlos suspiro y miro a mi abuela luego otra vez se dirigió a mi.- Pero no hay que rendirse, no podemos perder la fe, me oyes? Él va a regresar con nosotros, sano y salvo.
Asentí dos veces mientras miraba de reojo a mi abuela con la mano en la frente y la vista en su regazo.
-Claro, la fe no puede perderse jamas, Dios es muy grande, hay que orar y pedirle por él. -dijo mi madre, sentada a un lado de mi.
Yo solo asentía, porque no podía gesticular nada más, a este punto mis acciones y mi voz se redujeron a nada.
En mi mente solo estaba el pensamiento de ese hombre fuerte y valiente que me dio la vida, pasando un amargo momento, viviendo una terrible agonía. Simplemente no podía soportarlo; nunca se llega a ser lo suficientemente fuerte o maduro para afrontar una situación asi, el hecho de que una persona tan importante y esencial en tu vida desaparezca de la noche a la mañana es terriblemente angustiante, doloroso, deprimente y crea en ti surcos que no sabes como cerrar.
-Ay dios mio, mi hijo. Tan bueno que es mi hijo, él no se merece eso.-la voz temblorosa y llena de dolor de mi abuela interrumpió mis cavilaciones. No quería mirarla fijamente porque iba a desmoronarme.- Él quería ayudar a ese señor y ahora ninguno de los dos aparece. Él ha ayudado a tantas personas que han estado varadas en carreteras o puertos. Mi hijo ha sido tan bondadoso, por que le pasan estas cosas?-cada palabra, cada lamento desgarrador me hundía más. Yo, a mis 18 años, aun no comprendía como habían tantas personas malas en el mundo gozando, y tantas personas buenas sufriendo.
Flashback 2
Mi pecho dolía y mis lagrimas quemaban la piel de mi mejilla. No había paz para mi, de ninguna manera, no si todos los días lloraba, no si todos los días me imaginaba algo nuevo. Mi cama se sentía fría, no habían abrazos consoladores ni palabras que aliviaran mi dolor en ese momento, cuando casi eran las 4am. Afuera la gente celebraba el día de Accion de Gracias, pero yo no, yo era un cadáver.
Flashback 3
-Te lo dije pero nunca me hiciste caso. La gente se va a ir de tu vida más rápido de lo que crees. -aquella chica alta, de tez blanca y voz profunda me señalaba con su dedo. Yo me restregaba los ojos y volvía a echarle un vistazo a mi alrededor.- No es una ilusión, tonta. -se rió y negó.-Es tu realidad, la gente desaparecerá, se alejara de ti por tonta, simplemente los perderás.- se acerco un poco más y tomo mi brazo empujándome hacia delante. Sentí su mano un poco áspera, sus cejas eran tan pobladas, su forma de andar tan peculiar, su mirada verde penetrante y su risa fría, todo exactamente como yo. Me estaba viendo. -Mira, míralos a todos.- giro bruscamente mi rostro.-mira como todos se van.-el sitio estaba oscuro pero aun así, podía detallar perfectamente a cada una de esas personas; detrás de ellas habían puertas de madera abiertas.
Mi padre agito su mano de izquierda a derecha y cruzo la puerta sin mirar atrás. Sentí una punzada en mi pecho que encorvo mi cuerpo.
-Lo siento.- escuche decir a la chica que se encontraba en la puerta de al lado, era Camila. Me miro con pesar e inmediatamente se giro cuando una mano salio del umbral negro de la puerta y toco su hombro. Volvió a mirarme y sonrió, tomo aquella mano y entro. Caí de rodillas.
-Tu eres la culpable. Solo tu.-Chris, que estaba junto a Taylor y Michael Jr, me señalo furiosamente con su dedo. Los tres cruzaron la puerta y comencé a toser porque el aire no podía llegar a mis pulmones.
-Mira a los demás! MIRALOS!.-no podía levantar mi cabeza, me estaba asfixiando, mi pecho quemaba y mis pulmones dolían.-MÍRAME!
********
Desperté asustada y con el corazón amenazando con romper mi caja torácica. El cuarto estaba iluminado por la luz del sol que se colaba por las cortinas que se supone debían estar cerradas. Me sentía desorientada, con todo mi cuerpo sudado y tembloroso, la bilis parecía subir y bajar por mi esófago, lanzándome una clara advertencia de que el vomito se avecinaba, No, No, no quería vomitar.
Trate de calmarme respirando una y otra vez de forma profunda y pausada.
-Solo fue un sueño.-susurraba para mi misma, sentía la garganta seca. -calma, solo fue un sueño.
Suspire y gire mi rostro hacía mi lado izquierdo, ahí estaba ella, hecha una bolita entre la cobija, dándome la espalda. No la había despertado y lo agradecía mucho, no quería preocuparla.
Cuando mi cuerpo dejo de estar como mantequilla, me acerque poco a poco a ella y la abracé, pegándome completamente a su cuerpo; pase mi mano por su estómago acariciandolo suavemente, de un lado a otro y escondí mi rostro en su cuello inhalando profundamente su exquisito olor natural. Ella me calmaba, ella era mi cable a tierra, mi refugio.
Camila empezó a removerse un poco y cerré los ojos soltando un suspiro cuando la sentí acariciando mi brazo tiernamente.
-Te amo.- dijo la castaña con voz ronca y sonreí.- más que a nada en el mundo. -hice que girará su cuerpo hasta estar frente a mi y la bese sintiendo como mi alma volvía nuevamente a mi cuerpo.
Eche a un lado todas las imágenes de aquellos sueños que aún rondaba por mi mente y me aferre a su cintura, repitiéndome todo el tiempo que las cosas estaba bien, que mi princesa estaba aquí conmigo, entre mis brazos, que todos estaban a salvo y en mi vida. No había que temer.
No sé cuánto tiempo duramos besándonos, pero yo sabia que otra vez la tenía, y esta vez iba a ser para siempre.
-Yo también me Amo mi amor.-la castaña puso los ojos en blanco y me pego con su pie haciéndome reír sonoramente.
El sonido del despertador nos sobresalto y mi novia gruño poniendo mala cara mientras se giraba y apagaba el ruidoso aparato.
-Que oportuno.-dije en modo sarcástico, tallando mis ojos.
-Ay si, no quiero levantarme. -Camila se abrazo a mi cuerpo con sus brazos y piernas, parecía un Koala. Me daba besos por toda la cara haciéndome soltar carcajadas. -me encanta escucharte reír.-susurró sin detener sus acciones.
-a mi me encantas tu, en todos los sentidos.- la latina sonrió con sus labios sobre mi mejilla y su mano derecha enredada en mi cabello.
Esta morena era lo más precioso que me había pasado en la vida. No había nada mejor que ella. Nunca me arrepentiría de todo lo que pase, porque todo valía la pena ahora que la tenia. Me daba cuenta en momentos como estos que era ella todo lo que yo necesitaba para estar bien.
ESTÁS LEYENDO
CUANDO NOS VOLVAMOS A ENCONTRAR (CAMREN FIC)
FanfictionPROLOGO Si Lauren Jauregui pudiera describir su vida en una palabra seria: Vacía. Triste y completamente Vacía. Luego de haber perdido al amor de su vida y enfrentar su salida del closet al mismo tiempo, Lauren toma la decisión de dejar su país na...