11. WE FOUND LOVE.

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— ¿Quién me llama? ¿Will? ¿Camilo? —preguntó con voz temblorosa.

Su madre negó con la cabeza y suspiró.

— Es tu padre.

— ¿Su padre? —preguntó Adam con sorpresa.

— Oh no —susurró Kevin temiendo lo que venía a continuación.

Louis se tensó en su lugar y fijó su mirada en el plato.

— No quiero hablar con él.

— Eso ya se lo dije, pero él insiste en querer hablar contigo —dijo Jay—. Louis. Por favor, solo dile que no quieres hablar con él, díselo tú.

— No —respondió con la mandíbula apretada.

— Louis...

— ¡No quiero hablar con él! —gritó— ¿Entiendes? Si tú quieres hablar con él no es problema mío pero a mí no me metan en esto —las palabras estaban siendo demasiado toscas y frías.

— Es tu padre...

— ¿De verdad? ¿Y dónde está ahora? —preguntó con sarcasmo.

Golpeó el tenedor contra el plato demasiado fuerte y se levantó de la silla para no explotar en frente de todos. Cuando Louis explotaba, solía enfadarse al comienzo, sentirse terriblemente exasperado y frustrado, pero una vez que eso no era suficiente, comenzaba a llorar.

Sintió como sus mejillas comenzaban a mojarse por las lágrimas inevitables. Subió las escaleras y caminó por el pasillo que daba hacia su cuarto, pero en vez de entrar en él, siguió caminando hasta encontrarse con una puerta más pequeña de madera.

— El clóset ¿en serio? —preguntó Kevin—. Sal de aquí, marica. No querrás quedarte aquí para siempre.

El lugar era demasiado reducido, había cajas por todos lados y ropa de invierno. Estornudó cuando el polvo invadió su nariz y encendió la luz.

Era el típico lugar oscuro y sin vida que normalmente daría miedo a un pequeño niño de ojos azules, pero la historia era diferente. A Louis le gustaban aquellos espacios vacíos, lo hacían recordar que no era el único que se sentía gris o taciturno; eran sus lugares favoritos, como el clóset en la casa del campo de sus tíos o el enorme baúl que había en la habitación de sus padres cuando era muy pequeño.

No era un secreto que siempre que Louis necesitara huir, buscaría una pequeña habitación o un pequeño mueble que le brinde suficiente espacio para entrar entero.

— Tranquilo, Louis. No soy bueno con las palabras, pero eres fuerte y podrás contra esto —habló la paloma con sinceridad.

La puerta del clóset se abrió sin avisar y Louis se sobresaltó debido al sonido.

— Lo siento —era Harry—. ¿Tenía que tocar la puerta? ¿Qué haces ahí adentro?

El castaño se limpió las lágrimas con el dorso de la mano. Harry ya lo había visto explotar y era tan vergonzoso. Ni Camilo ni Will, que eran sus mejores amigos, lo habían visto en ese estado. ¿Por qué Harry? ¿Por qué él que no sentía ni una pizca de agrado hacia su persona?

— Porque es el amor de tu vida —respondió Kevin.

— Cállate Kevin, no estoy para tus tonterías —no le importó que Harry estuviese presente.

— Sal de ahí —ordenó Harry.

— No.

— Sal de ahí —volvió a decir.

¡KEVIN! (LARRY STYLINSON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora