Te protegeré cueste lo que cueste.(Grell x____)

One-Shot

Hace un año (creo) hice un concurso de one shots :'v y apenas una chica participo.

Nada a sido editado :3 disfruten,que está bueno ^^.

Todos los derechos a @_-Blaze-_

—Oye—escuche la gruesa voz de Sebastian—Levantate ya...—yo lo mire con el ceño fruncido—.

—Sebastian ¿que hora es?—pregunte, ya que ayer el joven amo, nos habia dado el dia libre—.

—Las 10—respondio—.

—¿Y? ¿para que me despiertas?—Sebastian suspiro—.

—Debemos antender al joven amo—respondio obvio—.

Suspire y me sente en la cama, dandole una rapida mirada a Sebastian para que saliera. El asintio con la cabeza, saliendo de mi habitacion, dejandome sola. Me lavante y camine hacia el baño, donde me lave los dientes y duche rapidamente. Sali y sacudi mi cabeza para secar un poco mi pelo y con la toalla rapidamente mi cuerpo -el cual tenia unas cuantas sicatrizes- y por ultimo del cajon del espejo, saque unas vendas, para ocultar mi ojo o mi cuenca vacia, si habia perdido un ojo, para ser mas especifica el ojo derecho. ¿La historia? Facil, luche contra el maldito shinigami William, defiendo al joven amo. Cuando termine de vendarme el ojo, me peine y ate mi cabello, sali del baño y me coloque un traje como el de Sebastian y la unica diferencia era, que el mio era mas ajustado y un poco mas femenino, el usaba zapatos normales y yo unas botas con tacon, ademas de que mi chaleco era mas largo que el de el. Sali de habitacion y me tope con Meirin la cual me sonrio.

—¡Buenos dias Victoria!—me saludo contenta—.

—Buenos dias Meirin—salude tambien—.

Camine por los pasillos con lentitud, y la mirada perdida, pero con los demas sentidos al 100%. Suspire y coloque mis guantes con total desgano. No queria atender al joven amo hoy, estaba muy cansada y enojada por perder mi ojo, pero se lo debo, ya que el me ayudo mucho en el pasado, como a todos sus sirvientes. Baje las escaleras y entre al comedor donde se encontraba, Sebastian, Finni, Bard y el joven amo.

—Buenos dias joven amo—hice mi referencia—.

—¿Ah?—el levanto su vista—Oh, buenos dias Victoria—yo le sonrie y camine hacia los demas—.

—Buenos dias, chicos—ellos me sonrieron y me devolvieron el saludo—.

—Buenos dias tuerta—bromeo Bard—.

—Bard...—el joven amo lo miro regañandolo—Te va golpear y vas a llorar—el solo cerro los ojos y sonrio—.

—Aprecio tu humor negro, quema cocinas—el dejo de sonrier, para luego fruncir el ceño—.

—¿¡Ah!? ¿¡Y tu desde cuando eres chef!?—pregunto enojado—.

—¿Y tu cuando lo has sido?—pregunte yo, haciendo que Sebastian ria—.

—Desde... ¡Bah! No voy a discutir contigo—enojado se fue—.

—Vaya, creo que tocaste su orgullo de cocinero—dijo Sebastian mirando por donde el se fue—.

—Lo se—respondi contenta—.

En cuanto termine de decir eso, se escucho como la ventana de la oficina del joven amo se rompia. Rapidamente todos subimos haber que pasaba. El primero en entrar fue Sebastian y la segunda yo. Al ver de quien se trataba, ambos fruncimos el ceño.

—¡Sebas-Chan!—grito el pelirojo—.

—Existe algo que se llama puerta—regañe, a lo que el fruncio el ceño—.

—Exisiti ilgi qui si llimi pierti—me imito—.

—Y tambien existe algo que se llama "partir la madre"—Grell sonrio—.

—¿Quieres pelear? ¿Es encerio?—me pregunto levanto una ceja, aun sonriendo—.

—No—el joven amo me miro—Yo le ordenere eso—yo sonrei—Partele su madre Victoria, es una orden—yo asenti y corri hacia Grell el cual no se esperaba para nada mi ataque—.

Me abalanze sobre el tirandolo por la ventana -que ya estaba rota- dandole multiples puñetazos, y el respondia del mismo modo. Y como solo soy una humana, antes de caer al piso, me sostuve de una de las columnas de la mansion, viendo como el caia. Espere unos segundos para ver si se levantaba y asi lo hizo, pero estaba vez con su sierra caminando hacia mi. Yo sonrei y corri por el tejado, tomando mis dos espadas, regalo del joven amo.

—Ustedes los sirvientes de Ciel, ¿no saben usar otra cosa que no sea un regalo de el?—yo suspire—.

—Alguien tan estupido como tu, no lo entenderia—respodi avanzando hacia el—.

—Ya veo...—el prendio su sierra electrica—Sera un gusto quitarte el otro ojo, Vicky-Chan—yo frunci el ceño—.

—Sera un gusto tener tu cabeza como adorno en mi pared, Grell-Kun—el se sonrojo ante lo ultimo—.

—¡Creo que me gustas mas que Sebastian!—me grito corrio hacia atacandome, pero yo lo frene con una sola espada, quedando asi nuestros ojos completamente cerca—.

Sonrei coqueta ante lo que dijo.

—Entonces, ¿quieres algo conmigo?—pregunte lanzandole una patada—.

El rio y yo corri hacia el atacandolo con todo y el hacia lo mismo que yo.

—¡Ah! ¡Eso fue un orgasmo para mis oidos!—grito cortando parte de mi traje—.

Yo aproveche, para girar y cortar su camisa y un poco su brazo haciendo que sangre.

—No respondiste a mi pregunta Sutcliff—el suspiro y me miro—.

—Me gustas mas, de lo que gusta William y Sebastian—me respondio y yo habri mi ojo—.

—¿Que?—pregunte incredula—.

—¡Lo se! ¡Pero desde que te vi me interesaste! ¡Peleaba contigo solo para poder estar cerca tuya!—admitio—.

Yo me quede callada ante tales palabras, no me esperaba eso de el. Era cierto que Grell y yo teniamos muchas diferencias, pero despues de todo... creo que si llege a sentir algo por el. Sin decir nada tire mis espadas y le hacerque a el mirando el corte que le habia echo antes. Suspire y de uno de mis bolsillos saque una venda.

—¿No vas a decir nada?—pregunto—.

Yo no respondi solo segui vendando. Y al teminar lo mire a los ojos, esos ojos que siempre me gustaron.

—Solo dire, que eres un estupido—el bajo su cabeza—Pero desde ahora eres mi estupido—rapido el me miro y sonrio—.

—¿¡Eso es un si!?—pregunto contento—.

Yo suspire para luego sonreirle y rodear mis brazos en su cuello.

—Si Grell, salgamos—por primera vez lo vi sonreir normal—.

Y aun con su sonrisa coloco sus manos en mi cadera atrayendome hacia el y bajando un poco su cabeza. Y yo ayude poniendo de puntillas. Cerramos nuestros ojos y nos besamos, era dulce y delicado, eso me gustaba.

El me gustaba.

Y tenia pensando estar con el hasta que llegue mi hora. Asi que Grell Sutcliff, me tendras que aguantar hasta que la muerte nos separe.