Mi vida con Maxón

Celeste

(Lo siento. Este capítulo no tiene correcciones ortográficas, si te molesta, es preferible que esperé la actualización del capítulo)

El reloj de la biblioteca no paraba de sonar, eran las 12:00, es decir, hora del té. America odiaba tomar el té, ella prefería pasear por el grandioso jardin que tenia su nueva casa. Era maravilloso saber que cada dia encontraba un nuevo escondite, ese día se había encontrado un perfecto lugar donde pasar el tiempo aunque sus planes se vieron trucados cuando una de las doncellas la llamo para poder almorzar.

Los almuerzos eran un banquete, igual que la cena, pero no podia creer como los cocineros pensaba que Maxon y ella se podrian comer todos esos manjares. Son deliciosos, eso no cabía duda.

- Mi reina, su majestad no podrá acompañarla debido a una reunión de último minuto - le dijo el mayordomo

Suspiró - Gracias por avisarme

- Disculpe mi reina, ya todos los invitados confirmaron su asistencia solo falta que usted elija los platillos que se servirán. Le he dejado un informe en su estudio como usted me pidio - termino de decir Jerome, el mayordomo.

Ella asintió. Comió algo ligero apesar  que en frente de ella se mostraban los mejores manjares, sabia que no podia comérselo sola, esa comida era para más de 10 personas. Hizo una nota mental:

<<Tengo que pedirle a los cocineros que hagan una menor cantidad de platillos>>

Termino de comer y se fue a su estudio. Empezó a leer informe detallado que Jerome había hecho sobre los diferentes platillos típicos que podía incluir para que los invitados extranjeros se sientan a gusto. Pasaron horas, pero llego en la conclusión de elegir un menú variado.

Alguien toco su puerta, era una de las doncellas.

- Disculpe mi reina, hay una invitada que quiere hablar con usted - dijo la chica, después de haber pasado al estudio.

- ¿Quiénes es el invitado? - miro su agenda y no tenia ninguna persona que esperaba para ese día.

- Es la señorita Celeste - pronuncio la doncella - dice que tiene que conversar algo importante con usted.

Tenia un millón de dudas, se preguntaba que tipo de conversación tendrían mientras caminaba hacia su sala.

Allí le esperaba a una Celeste diferente a la que conoció en la selección, estaba vestida de una manera simple. Era raro ver a Celeste no vestirse de manera extravagante.

- Hola Celeste - la saludo America

- Hola America - la saludo, despues de hacerle una reverencia

Después de los saludos la sala quedo en silencio, ninguna de las dos no sabia como comenzar.

- He venido a entregarte esto - empezó a hablar Celeste, mientras sacaba de su cartera una invitación elegante. America conocía ese tipo de invitaciones, era una de matrimonio - Espero verte alli y también quiero pedirte disculpa por mis acciones en la selección,  era joven y tonta, lo siento.

- Te perdonó - le dijo America mientras le tomaba la mano - Gracias por tu invitación, voy hablar con mi asistente para que pueda asistir a la fiesta.

Celeste sonrió como nunca - Sabes encontre a alguien que me ama y me quiere como soy - empezó a decir - envidie mucho tu relación con Maxon, queria que alguien me amará asi como él te ama, y lo encontre... - sonrió con el recuerdo.

- Veo que encontraste a la persona indicada por el brillo en tus ojos supongo que te hace feliz - menciono América

- Me hace sentir feliz...y sabes algo, creo que ahora sé realmente lo que significa estar completamente enamorada de alguien - dijo Celeste con alegría.

- Es grandioso ese sentimiento,no? Sé como te siente, me siento asi cada dia que paso con Macon y espero que cada fia tú tambien sientas lo mismo por tu futuro marido - sonrio America, mientras le deseaba todo lo mejor a Celeste.

<<Nunca ames a alguien que te haga sentir ordinario>> dijo Maxon, cuando empezaron a recordar todos lo que él y America habian pasado esta llegar a estar juntos. No pudo quitar esa sonrisa de su cara cuando lo dijo, él era su eterno amor a pesar que antes no lo sabia o lo negaba.

La conversación con Celeste fue muy llevadera. Parecía que los ovnis se habían llevado a la antigua Celeste, cambiándola por esta hermosa chica. Eso no quiero decir que antes Celeste no había sido hermosa sino que reflejaba a través de sus acciones su belleza naturales.

Celeste se iba a casar con el marqués, Nikolas Ivanova, era conocido por ser la mano derecha del rey de Dinamarca. Al parecer Nikolas había ayudado a Celeste a aceptarse tal y como es.

El marqués vendría a la fiesta que estaba realizando America, enviado como un representante del rey. America sospechaba que Celeste se podría ir después de su boda, ambas se deseaban todo los mejor.

Maxon había terminado la reunión que tenia, y estaba de camino a sorprender a su esposa en su sala. La gran sorpresa se llevo él, cuando vio a su esposa riendo a carcajadas con Celeste, esta estaba haciendo graciosas muecas para representar una anécdota.

Él nunca imagino ver esta escena, era como ver el agua y el aceite juntarse. Le pidio a una de las doncellas que pasaban una cámara, pocos minutos pasaron,pero Maxon ya tenia la cámara en su manos tratando de captar ese momento memorable para sus ojos.

Solo esperaba que su amada esposa le cuente que sucedió para que ella y Celeste se sentarán para tomar el té.