Capítulo 17

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En casa saludo a mi hermano y subo a la pieza, me pongo un pijama y suena el celular, tengo tres mensajes, uno es de Miguel y los otros de un número desconocido, lo encuentro extraño, pero bueno, reviso el mensaje desconocido que dice:

- Te encontraré y cuando lo haga morirás- leo de nuevo el mensaje y me dije: ME ESTA AMENAZANDO, quien podría ser, pero al ver más abajo del mensaje me sale una inicial y sé perfectamente de quien es, es mi ex Felipe que me escribió, estoy por llamar a Esteban para contarle que me acuerdo que tengo otro mensaje de un número desconocido.

- Hola pequeña inútil, nos conocimos hoy, espero que la advertencia que te hice cuando estabas en el auto te haya quedado clara, aléjate de Miguel pequeña, no quieres que Esteban y tu familia sufran, bueno...... aléjate de mi novio y estarás tranquila.

No puedo creer que esos dos tengan mi número de teléfono y me mandaran un mensaje amenazándome con que me van a matar, Señor por favor te pido que me guardes y les des sabiduría a esos locos para que no cometan ninguna locura. El otro mensaje es de Miguel que dice:

- Buenas Noches Vero, que duermas bien y nos vemos mañana.

Sonrío con una mensa y le responde enseguida:

- Gracias Miguel, descansa también y nos veremos mañana si Dios quiere, Besos

Estoy en la cama, preparándome para acostarme, pero siento un pequeño golpe en la ventana, me extraño y corro la cortina, para mi sorpresa es Miguel, lo miro sorprendida, abro la ventana para que pueda pasar y le digo:

- ¿Qué haces acá y a esta hora? Son las 11 Miguel, ¿Qué pasó?

- Me echaron de casa- lo miro extrañada y le digo:

- Cuéntame.

- ¿Me puedes abrazar?- me acerco para abrazarlo y siento un sollozo por su parte y le digo:

- Miguel, ¿estás llorando?

- No, sólo me sudan los ojos- me dice con sarcasmo.

- Que eres menso, ya deja de llorar que me pones mal a mí.

Me abraza más fuerte y al separarme le seco las lágrimas y le digo:

- ¿Estás mejor? – le digo

- Sí Vero, gracias por abrazarme.

- De nada Miguel, para eso están los amigos ¿No?

- Si

- Me vas a contar.

- Emilia fue a mi casa- mi cara se transforma cuando me acuerdo de que esa chica loca me mandó un mensaje.

- ¿Te mandó un mensaje cierto? Y no me mientas- sentencia, agacho la cabeza y le digo:

- Sí, me amenazó con matarme Miguel, es realmente peligrosa.

- Lo sé, por eso vine, para decirte que lo lamento mucho y que no nos vamos a alejar y no dejaré que ella haga tal cosa de andar amenazándote como si nada.

- Miguel, te tengo que contar algo muy importante.

- Dime.

- Mi ex también me escribió, me amenazó Miguel, y no le he contado a Esteban.

- No puedo creerlo, Verónica, hay que andar con cuidado ahora, no podemos dejar que ellos jueguen con nosotros.

- Lo sé, solo queda pedirle a Dios que nos proteja.

- Así es, el Señor es el único que nos puede ayudar Vero- abro los ojos y le pregunto asombrada:

- ¿Eres cristiano?

- Si, ¿no lo sabías?- lo empujo con mi hombro y le digo:

- Por supuesto que no ridículo, no sabía porque qué crees que te pregunté ¿Ah?

- Jajajajajja, pues sí mi niña, soy cristiano.

Sonrío y lo abrazo, nos quedamos así un rato que para mí fue eterno, no lo puedo creer Señor, tengo un amigo que es cristiano, por algo lo pusiste en mi camino, pero lo único que sé es que quiero conservar esta amistad y no quiero que un par de ex locos de remate nos separe, porque esta amistad es bonita y Dios quiera que sea duradera.

- Es tarde Miguel, será mejor que regreses a casa.

- ¿No puedo quedarme?

- No es correcto que te quedes Miguel, Esteban se va enojar mucho y lo que menos quiero es que se enoje contigo y te advierta que te alejes de mí.

- Tienes razón, lo siento por ser imprudente.

- Ja, no te preocupes, más adelante puede que te deje quedarte, además debemos salir más e ir a Fantasilandia, es divertido.

- ¡Sí! Hay que ir a ese parque, lo pasaremos genial.

- Si jejejejeje, ya vete antes de que Esteban entre.

- Ya, nos vemos mañana- Me da un beso en la mejilla y se va a ir por la ventana, hasta que digo:

- ¡Espera!

- ¿Qué pasó?

- Nos vemos mañana Miguel

- Jajajajaj que eres loca

- Aún así loca y todo me quieres.

- Tienes razón, te quiero Vero.

Y se va, dejándome totalmente perpleja y pensando en que Miguel me quiere, y no puedo evitar sonreír.

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