Camine lentamente por toda la casa hasta que escuche la puerta abrirse, ilusionada pensé que era Dylan pero encontré a Stephani, Danielle, Eleonor y Denisse… oh Denisse ¿eres tú?—chicas—dije esperando a abrazarlas pero por un momento había olvidado que estaba muerta. Que no me podían—dios chicas, ¿Qué le habrá pasado?—dijo Eleonor comenzando a llorar—no chicas no…—dije tapándome la boca—la quiero aquí aturdiéndonos con su risa—dijo Stephani riendo y llorando a la vez—no digas eso, estoy aquí, aquí…—dije intentando hacer que me escuchen—los detectives dicen que aun no encuentran su paradero y dicen que puede haber posibilidades que no esté con vida… ya que con conclusiones de todos estos días de desaparecida no había muchas esperanzas—dijo Denisse con lagrimas para luego taparse la cara y sentí como las lagrimas que no eran lagrimas que solo era una costumbre que aun estaba allí pero realmente no había lagrimas… así como la respiración… las chicas me habían estado investigando mis pasos por días y yo que pensé que no lo imaginaban o no hacían nada…
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Era mi peor pesadilla, bienvenida seas Annie a tu pesadilla. Necesitaba que alguien me dijera “si podrás volver a tu vida” y necesitaba a Dylan, a pesar de que apenas lo conocía era la persona que en más quería ver. ¡EXACTO! Cerré mis ojos—Dylan, por favor quiero verte—dije viendo imágenes de el—necesito verte—seguí diciendo y sentí como si me expulsaran del lugar… no había suelo… nada… abrí mis ojos y note que si pude, lo había logrado. Sonreí victoriosa y note a Dylan Parker en la esquina de esa rosa, ¿estaba en una montaña o que carajos era esto?—lo lograste…—dijo aun sentado de espaldas viendo el paisaje—si—dije mirando su espalda perdida en el color de su camisa, me senté a su lado—que hermoso—afirme viendo el lugar—si, es hermoso. Lo descubrí en el 2008—dijo sonriente y yo hice una mueca— ¿Cuánto tiempo llevas… así?—dije llegando a un punto—desde el 2007… no me recuerdo el día—dijo y yo jugué con mis dedos— ¿cuántos años tienes Dylan?—dije sorprendida y el rio—¿me estas cayendo los perros?—dijo y le golpee en su hombro—tengo… 27 años—dijo y grite sorprendida—QUE, estas jodido—seguí hablando, era un viejo… reí y suspire resignada—aja, ¿ves que si me estabas cayendo?—dijo balanceándome y reí a carcajadas—pero tranquila, acepto chicas de 18—dijo mirándome burlón y abrí mis ojos como platos, para luego ignorarlo y seguir riendo.
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— ¿Si tú te lanzas, yo me lanzo—dijo él y comencé a reír—Ok mi Jack…—dije y reí, mire hacia la caída y no sentí nervios porque obvio no los tenía… pero igual no estaba segura de hacerlo, me tomo de la mano y me miro contando con los dedos…1, 2, 3… caímos al vacio mientras reíamos porque sentíamos cosquillas, apuesto que si nosotros estuviésemos vivos, ni nos lanzáramos del miedo.
—Eso fue estupendo, aunque no hay ninguna emoción—dije haciendo puchero y viendo la altura y el hizo muecas—esa es la desventaja—oye, necesito que me expliques más de lo que somos y que puedo hacer… si hay algún remedio para volver a mi vida, no lo sé. Algo así—pregunte y Dylan me miro fijamente con la mandíbula tensa. Negó y escuche un “que te digo…” de sus labios.
