Capítulo 12: Descubriendo la verdad (Parte 2)

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Brick decidió no esperar hasta el día o la semana siguiente, sino que alzó el vuelo y se dirigió directo hacia Townsville. ¿Berserk? No podía pensar en ella ni en cómo reaccionaría, en ese momento solo necesitaba hablar con Blossom.
Durante el trayecto desde Citysville hasta su ciudad de origen, el pelirrojo pensó en lo que diría al llegar. No estaba seguro de si debía empezar por la parte de lo que había visto en las grabaciones o pedir perdón directamente, y ya luego hablarían de los detalles.

Cuando finalmente llegó a su destino, la casa de las chicas, se plantó delante de la puerta, tosió para aclararse la voz y llamó al timbre. Grande fue su sorpresa cuando Blossom le abrió la puerta con los ojos enrojecidos y llenos de lágrimas.

— ¿Blossom? — dio un paso hacia ella. — ¿Qué pasa?

La pelirroja no dijo nada, pero le agarró del brazo y tiró de él para que entrara en la casa. Una vez dentro, caminó tras ella hasta el comedor, donde vio a Dexter sentado en el sofá con una botella de cerveza en la mano. ¿Desde cuando ese idiota tomaba alcohol?

— Hombre... — dijo el científico con una sonrisa al ver a Brick. — El que nos faltaba ya... pero me alegro de verte.

— No puedo decir lo mismo — replicó el ojirrojo sin ocultar su fastidio. — ¿Qué ha pasado y por qué llora Blossom?

— Que te lo diga él — murmuró la pelirroja entre dientes. Se le notaba que estaba furiosa, y quizás dolida.

— Ah, y yo qué sé... si es que las mujeres os enfadáis por todo... — Dexter tomó otro trago y siguió hablando, aunque no parecía pensar lo que estaba diciendo. Estaba totalmente borracho. — ¿Sabéis quién más se enfada sin motivo? Buttercup. Joder, Buttercup es terrible. Tiene un carácter que vamos... uf, qué carácter más malo. Y de ti Brick, mejor no hablar.

— Sí, será mejor que te calles antes de que te rompa los dientes.

Brick miró a Blossom, que seguía llorando en silencio y miraba a Dexter con el ceño fruncido. Y él seguía sin saber qué había ocurrido. Pero por la situación, daba la sensación de que Dexter había bebido porque no había podido aceptar la ruptura.

— Dexter lleva aquí un rato, y me ha contado algo que te interesará saber — soltó de pronto la ojirrosa. — ¿Sabías que realmente no llegaste a acostarte con Berserk?

— ¿Cómo dices?

— Pues dice que fue mentira, que Berserk esperó a que te emborracharas y cuando te dormiste te quitó la ropa y se metió en la cama contigo. Eso fue todo, y tú y yo, como dos bobos nos lo creímos.

— Espera, espera. ¿Cómo sabe él todo eso?

— Porque al parecer ese era el plan. Dexter le mandó un mensaje cuando yo salí del hotel para que todo estuviera preparado y os pillara in fraganti. Como también Berserk le mandó un mensaje para que supiera cuándo nos estarías vigilando.

— Bueno, esa fue una parte. Llenaros la cabeza de tonterías... y haceros sospechar el uno del otro... también nos salió muy bien... — añadió el otro pelirrojo desde el sofá. — Qué fácil fue todo. Si es que nos lo pusisteis en bandeja con vuestros celos...

— Esto no puede ser... — murmuró Brick. — ¿Quieres decir que...?

— Que de ser cierto, significaría que nos han estado manipulando desde hace años, y nosotros como dos tontos confiando en ellos — interrumpió Blossom con las lágrimas aún cayendo por sus mejillas.

Brick, que todavía no daba crédito a sus oídos, se sentó en una silla mientras trataba de asimilar lo que acababa de escuchar. ¿Sería cierto eso? ¿O eran desvaríos de Dexter, que se había pasado con la cerveza?

El diario del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora