Yoon Gi disipó el aturdidor silencio de su auto lanzando su arma frente a él mientras se giraba a mirar a la temblorosa castaña que lo acompañaba. Admiró sus piernas y no pudo evitar sonreír con perversión, imaginándose que tan bueno sería un pequeño polvo con ella mientras conducía. Pero no aceptaría, por lo que mejor objetó con esa idea e inicio con otro tipo de tema.
—Te metes en muchos problemas, dos asaltos en un día, te gusta la mala vida muñeca. —mordió su labio mientras echaba otro vistazo a sus largas piernas y esperaba que respondiera.
—¿Cuanto me costará que me dejen salir?. —preguntó evadiendo su comentario. Sabía a lo que la conllevaría una discusión con ese hombre, solo conseguiría una muerte segura, si es que él no lo tenía planeado ya.— Es decir... Puedo pagarles...
Él la miró ofendido y ladeo su cabeza mirando de regreso al frente, terminando la inconclusa conversación.
Las calles eran oscuras, la única luz que le permitían ver su camino eran las de su propio auto y la de sus colegas, el camino a su estadía era un tanto largo, pero estaba completamente oculta y libre de algún entrometido que pudiera escuchar los tantos trabajos que han elaborado dentro, llevando a tantas personas que nunca lograron salir caminando de nuevo, a menos que hayan salido directo para ser desechados en el fondo de algún río.
Apagó el motor frente a lo que parecía ser una fábrica abandonada y salió primero, rodeando el auto hasta alcanzarla y hacerla bajar con rapidez. _________________ sacudió su brazo adolorido por la fuerza que Yoon Gi le ejercía, pero él dio un apretón aun mas fuerte que la hizo mantenerse quieta hasta que entraron. La guió hasta empujarla debajo de un reflector de luz que deslumbraba dentro de toda la oscuridad del lugar, viéndose como el centro de atención del próximo espectáculo que estaba por montar.
Jungkook apuntó hacia Jimin, obligándolo a caminar hasta el mismo punto que ella, mientras que ___________________ le miraba aterrorizada, preguntándole con una sola mirada si algo malo iba a pasarle. Su miedo era reflejado en sus ojos contraídos, en sus manos vibrantes que hacían presión contra el polvoriento suelo, sus labios apretándose para evitar soltar un sollozo desesperado.
Jimin se inclinó hasta ella y la ayudó a levantarse, estaba tan relajado, no era el primer contratiempo que compartía con Namjoon y sus perros, aquella relación de socios y enemigos se había construido tiempo atrás, y hasta el momento, aquello iba en aumento, pero nunca tuvo la intención de llevarse a su compañera entre sus problemas, ella estaba congelada, desorientada, no sabía que hacer o decir.
—Ahora si Park, me puedes explicar que pasó. Por que si me sueltas mas gilipolleces como estas en el futuro, te juro que haré que mis perros te desmiembren hijo de puta.
—H no hizo mas que malinterpretar las cosas, ella estaba en un conflicto con un imbécil, simplemente ocurrió. —se encogió de hombros tomando el brazo de la chica a su costado para intentar aliviar sus nervios. Pero no estaba funcionando, ella sufría de un colapso mental irreversible.— Ella no intervino a propósito, ademas, mi colega estaba apunto de enviar todo al carajo amenazando a la chica frente a una multitud que miraba a lo lejos, se dejo ver el rostro y no fue precavido, no creo que él haya contado eso.
—¡VOY A VOLARTE LOS PUTOS CESOS...!. —gritó Yoon Gi alzando su arma directo a su frente, pero Namjoon lo detuvo interponiéndose entre ambos sujetos que se mataban con la intensa conexión de miradas que se lanzaban unos a otros. Miró primero hacia Yoon Gi, y luego se desvió hacia Park haciendo un gesto con disimulo.
—Déjenla irse, yo me encargo de recibir el resto. —propuso Jimin, pero antes de que él incluso lo dijera, Namjoon había decidido que ella no era obstáculo de gravedad, sabía que se quedaría callada, no parecía mas que otra mujer cobarde que se dejaría tragar el silencio.
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DANGER SEX [+18]
Fanfiction"DANGER SEX" [SEXO PELIGROSO] SINOPSIS La mafia no era mas que uno de sus entretenimientos del día, vive como el típico hombre matón que tenía su vida llena de fiestas, alcohol y hambriento cada noche de sexo. Nadie debía cruzarse en su camino, o s...