Trato de remover la mancha con mis dedos húmedos. Vuelvo a mojarlos en el grifo pero solo logro difuminar un tanto el chocolate sobre mi vestido. Cierro el grifo saliendo derrotada en el baño, al parecer esta es la habitación del hermano menor de Joe, es evidente por los juguetes en el suelo.
Un sonido bien audible, a pesar de las bocinas que estallan de la planta baja, se cuela desde afuera. Mi curiosidad me invita a observar por la ventana, viendo como Wladymir se estaciona en compañía de Kiara. La chica se baja de la motocicleta con una minifalda, además de lucir un corsé rojo acompañado de una chaqueta de cuero. Ella no lo espera, simplemente se dirige hacia acá.
Bajo las escaleras para volver a la fiesta, justo para observar como Kiara ya baila con un par de chicos, mientras que Thompson ni su sombra. Debí imaginarlo, él aun sigue sintiendo algo por ella; a veces, por muchas veces que trates de negarlo, no dejaras de sentir esa atracción irresistible. Kiara podría ser el sueño de cualquier chico con hormonas alborotadas.
Luego de tomar un vaso de ponche, un chico se acerca pidiendo que baile con su compañía, pero descarto su idea. Él sigue insistiendo, y la verdad ya se me hace nefasto, además que me arrepiento de haber venido ya que no ha sido lo que esperaba.
—Dice que no quiere bailar contigo, ¿entiendes?—arruga su entrecejo observando al chico—. Además, ella ya es mi pareja de baile.
Thompson llega a mi rescate inesperadamente, toma mi mano llevándome hasta la pista de baile. Estando ahí la música cobra sentido y trato de moverme siguiéndole el paso a Wlady.
—Lo siento, tengo dos pies izquierdos, soy mala bailando—informo soltando una risita frustrada.
—Solo deja que la música fluya, eres tú y el ritmo nada más.
Le hago caso a sus palabras y trato de disfrutar del momento. La música nos envuelve en una chispa, y se siente bien dejar liberar esa energía que aguarda en tu interior.
La música movida para y una canción lenta es puesta en su lugar. Las parejas a nuestro alrededor se apegan bailando al compás de Eclipse Total. Wlady me ve a los ojos haciendo una morisqueta graciosa.
—Esta fiesta ya me aburrió, ¿quieres salir?—extiende su mano ante mí.
—Esta noche tú eres mi guía a la diversión. ¡Sorpréndeme!
En menos de un minuto, ya me encuentro sobre la motocicleta de nuevo. Esta vez decido negar el casco, sé que es algo descuidado de mi parte, pero no quiero sentirme como Robocop el resto de la noche.
Por el oscuro y frío asfalto conduce el chico hasta un paradero misterioso, mientras yo disfruto del viento en mi cara dejando que fluya de nuevo esa adrenalina. Luego de un gran recorrido, estaciona junto a una gasolinera, bajo con cuidado de no caer de la motocicleta.
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El amor sabe a chicle
Short StorySus padres quieren que sea una chica perfecta, tal cual como su hermana mayor. Madeleine, solo desea ser feliz, ser ella misma, ir a fiestas y vivir un romance como de película. Quitarse por fin el título de la chica más aburrida del colegio. Nunca...