- Creo que me debes una explicación. – comenzó a hablar Santo.
- ¿Te refieres a lo de anoche, o a lo de la secta y todo lo que viste ayer?- pregunto Mireia, lanzándole una mirada juguetona.
- Me refiero a todo. Pero a decir verdad lo que más me sorprendió de anoche fue aquel beso.- indico el chico.
- ¿En serio? Viste un montón de cosas increíbles y ¿lo único que te sorprendió fue el beso? Porque será que no me sorprende nada viniendo de ti.
- Bueno… vale, suena un poco raro, pero es la verdad, así que no te pongas tan soberbia, niñata.- y le dio un abrazo cariñoso pasando su brazo por encima de su cuello.
- Entonces empezare por lo que me parece más fácil de explicarte; ósea, lo de la secta. Pues bien, lleva mucho tiempo en pie, yo soy miembro desde hace unos 3 o 4 años. Siento no haberte podido decir nada,- la mirada se le torno triste- pero eran las normas. Con forme vayas conociendo las cosas lo comprenderás mejor, espero que no me guardes rencor.
-Nunca lo hice tontita. Supuse que tu repentina marcha era por un motivo importante.- le dio un suave beso en los labios para cambiar la expresión de su rostro.
-Bueno. -Dijo de repente como si hubiese vuelto de un lugar muy lejano.- Voy a continuar que si no, no termino. Cada 100 años, cuenta la leyenda, vuelve un antiguo gran luchador a la vida, ese luchador puede controlar todos los poderes que te puedan pasar por la mente. Seguimos las pistas y esas pistas no dirigieron hasta ti.- Mireia vio que Santo iba a decir algo, pero le izo una seña de que se callara, poniendo un dedo en sus labios indicando silencio.- Aunque claro, nos llevara un tiempo enseñarte tus dones, pero otros los iras descubriendo por ti mismo conforme valla pasando el tiempo. Hoy te llevare a un monte donde te iniciare en el arte de la lucha.
- Yo ya se luchar.- repuso Santo.
- No tienes ni idea de cómo son las pelas en el ring. No tiene nada que ver con los campeonatos a los que has acudido, estos son mucho mas peligrosos y complicados. Y lo que es peor, al menos para ti, son combates a muerte. En otras palabras, que si pierdes el luchador con el que hayas perdido tiene el derecho a matarte.- vio que la cara del chico se tornaba de horror.- Pero tranquilo enano, los únicos que matan son los Cobras, el resto solo utiliza los combates para hacerse más fuertes.
- Y ¿el elegido que hace?- pregunto Santo que ya se la había cambiado la expresión de la cara.
- Me gustaría decírtelo, pero eso solo lo sabe Siru, me temo que tendrás que preguntárselo a él si quieres saberlo.- le explico al joven.
- Seguramente lo haré. ¿Cuándo podre verle?
-Esta tarde creo que vendrá a ayudarme con tus “clases”.- le dio un golpe cariño en el hombro, pues sabía que eso de que alguien la diesen clases a él, el campeón de valetudo, no le hacía mucha gracia.- no te preocupes, que no te dejara en evidencia.
-No estoy preocupado, pero no sé muy bien quien dará las clases a quien.- dijo con una media sonrisa.
- Sigues tan chulo como recordaba.- se recostó en su pecho y le cogió la mano.- creo que ya deberíamos hablar sobre lo que paso anoche ¿no?
- Si, tienes mucho que explicarme.- la abrazo y le dio un beso en la frente.
- Bueno, creo que lo de anoche estaba bastante claro, pero quizás no lo entendiste o yo no me explique lo suficientemente bien.- no sabia como expresar sus sentimientos.
- Un beso significa muchas cosas Mireia, y aunque tu ya sabes que me gustas, yo no se si tu sientes lo mismo por mi.- en el fondo de su corazón tenia miedo por la respuesta de la chica.
- Por su puesto que siento lo mismo por ti. Te quiero y si no me hubiese tenido que ir te lo habría dicho antes... Sin embargo, no se si tu quieres que tengamos algo más que amistad, eso lo tendrías que decidir tu.- cogió aire y lo soltó con un largo suspiro mientras esperaba la respuesta de Santo.- por mi parte me gustaría intentarlo.
- Por la mía también, pero... no me gustaría que por alguna tontería perdiésemos la amistad. Quizás me equivoque con mi decisión pero creo que deberíamos....
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Secreto de clanes.
FantasyEs una historia que crea un mundo donde más de uno quisiéramos vivir. Deja volar la imaginación y conviértete en uno de los personajes. Con ellos podrás sentir el poder del amor, la amistad y la traición.