Querido Cupido:
Que hijo de puta eres, siempre complicandonos la vida que ya es complicada sin ti.
Nos enamoras y luego qué, ¿eh? Dime, ¿qué hago después de que esa persona a la qué tú me trajiste se va? Llorar, claro.
Nos pones tristes, nos haces llorar, ¡si hasta nos puedes hacer depender de un puto mensaje!
Ese es el problema, no lo soy yo y tampoco lo es él. Eres tú y tu puta manía de clavarme la maldita flecha. Por mi, métetela por el ojete y déjame en paz ya, joder.
ESTÁS LEYENDO
Un veneno llamado amor
PoetryBienvenidos a mi baúl de recuerdos. A la caja de zapatos llena de pensamientos que guardo bajo mi cama. A ese rincón repleto de monstruos, flores secas y miedo que hay en mi.