five

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― Así que ¿pasarás la noche aquí? ―pregunté mientras me ataba el cabello en un moño alto―. Supongo que tienes algo que contarme ―sonreí y me senté frente a Na Ra.

Hacía mucho tiempo que no venía a mi casa a dormir y era lindo tenerla de regreso.

― En realidad sí ―dijo dejándose caer en la silla del comedor―. ¿Y tus padres?

― Salieron en un viaje de negocios a Japón, ya sabes ―me encogí de hombros y me senté frente a ella no sin antes ofrecerle algo de cenar.

Me pidió un poco de café, y yo opté por un plato de cereal.

― ¿Y qué es eso que vas a contarme? ¿Por fin encontraste novio? ―dejé la taza frente a ella y me senté.

― Casi.

Abrí los ojos tan grandes como la mismísima luna. Bueno, no tanto pero vaya que me tomó por sorpresa su respuesta, incluso casi escupí el cereal que me había metido a la boca. Na Ra no era el tipo de chica que contestaba que a una pregunta como esa. Decía no estar interesada en tener una relación o que los estudios eran su prioridad, sin embargo, si solía tener crushes con los chicos pero de ahí no pasaba a más.

― Te escucho ―me llevé otra cucharada de cereal a mi boca.

― Es de mi facultad, va un año más abajo que nosotras porque se tomó un año sabático o alguna cosa así pero es de nuestra edad ―tomó un poco de su café y continuó―. No es que ya vayamos a ser una pareja ni nada pero me gusta mucho. He hablado varias veces con él, casi desde que inició el semestre. Fue por él que me enteré de tu caída. De hecho creo que es el culpable de que toda la facultad lo sepa.

No lo conocía y ya me caía mal solo por eso.

― ¿Y?

― Pues nada. Espero poder presentártelo pronto, quiero que le des el visto bueno ―hizo una pausa y sonrió ampliamente―. La verdad está de buen ver.

Y con eso terminó nuestra conversación acerca de aquél chico.

Lo que restó de la noche estuvimos platicando de todo y nada. La verdad es que no platicamos mucho porque estuvo muy entretenida con su teléfono hablando con quién-sabe-quién. Seguramente con el chico del que me había contado.

― Iré a dormir, ya sabes en donde está tu habitación. Descansa Na Ra, no tan tarde ¿de acuerdo? ―mi amiga asintió si despegar la vista del aparato.

Entré a mi habitación y antes de acostarme, chequé mi teléfono. Tenía un par de mensajes de Bambam.

Bambam

¡Hey, Sun Hee! Espero sigas despierta. Se me ha ocurrido algo para nuestro proyecto. 11:02 p.m

¡Bambam! Soy toda oídos. 11:15 p.m

Bueno, ojos. Ya sabes, porque voy a leer lo que escribas y...tú entiendes. 11:15 p.m

Mientras esperaba por la respuesta de Bambam, deshice la cama y me metí entre las cobijas. Acomodé mi almohada y nuevamente agarré el teléfono que había dejado en la mesita de noche.

Bambam

Estaba pensando en hacerlo en el bosque, de noche. Con la neblina y todo eso. Siento que es una buena idea. O podemos hacer algo relacionado con las brujas. 11:20 p.m

También pensé en pedirle a alguien que sea nuestro o nuestra modelo y representar la oscuridad como alguna persona fría o con muchos secretos. ¿Qué te parece? 11:20 p.m

Me agradaron todas las ideas. Siento que la más viable sería la última. Podríamos pedir un día el estudio de la universidad. Sé que no nos lo negarán, lo he pedido antes y la verdad fueron muy flexibles al respecto. 11:23 p.m

Genial, solo hay que buscar a alguien que quiera hacer de modelo. 11:23 p.m

Podríamos pegar anuncios en la facultad o si conoces a alguien que quiera ayudarnos, adelante :) 11:24 p.m

¿Vamos a elegir a una persona con ciertas características? 11:24 p.m

Pues ¿qué podríamos pedir? 11:25 p.m

Mientras tenga una mirada fuerte está bien ¿no? 11:25 p.m

De hecho mi mejor amigo  conoce a alguien que cumple con esa cualidad, voy a comentarle. 11:26 p.m

Suena genial, ¿hablamos mañana? Tengo mucho sueño. Descansa Bambam. 11:27 p.m

• • •

Los días siguientes fueron un poco pesados, pues la semana de exámenes había llegado y yo necesitaba estudiar. En estas temporadas deseaba que los días tuviesen más de 24 horas, sentía que el tiempo no me alcanzaba para nada, ni si quiera para respirar.

Me había encontrado un par de veces con Bambam para seguir con los detalles de nuestro proyecto aunque no habíamos logrado mucho. Queríamos pedir el estudio pero el amigo de su mejor amigo aún no le había dado respuesta así que no podíamos hacer mucho.

Mis padres por fin habían vuelto de su viaje a Japón pero casi enseguida se habían ido a Los Angeles y volverían dentro de quince días. Y en cuanto a Na Ra, no había sabido mucho de ella, apenas y había hablado un par de veces con ella por medio de Kakao y sabía que estaba bien, era todo.

Esta mañana tenía mi tercer examen de la semana y me sentía un poco tranquila, había estudiado hasta que me había quedado dormida. En serio.

Caminé por la explanada y después atravesé la facultad de derecho, debía pasar a dejarle unas cosas a Na Ra que había dejado en mi casa desde la última vez que había ido. También debía recoger el libro que había sacado de la biblioteca, estaba segura de que ya debía una buena cantidad de multa por no haber devuelto el libro a tiempo ya que lo había sacado con mi número de expediente.

Pasé la mirada por los números que tenían los salones: 22, 23, 24, 25. Ahí estaba, al fondo del pasillo.

Me acerqué al aula y luego me asomé adentro pero no la vi por ningún lado.

― Eh, disculpa ¿en este salón va Kim Na Ra?

― ¿Kim Na Ra? Sí, salió hace un rato, no creo que tarde en volver.

Le agradecí al chico y me paré afuera del salón para esperarla. Pasaron cinco minutos y no volvía. Yo debía ir a presentar mi examen así que la vendría a buscar más tarde si es que tenía suerte de encontrármela. Me acomodé la mochila y caminé hacia afuera del edificio. Iba dando la vuelta para dirigirme a mi facultad cuando la vi a lo lejos. Venía con alguien más.

― ¡Na Ra! ―agité mi mano al aire y me acerqué a ella, entonces reconocí al chico.

― ¿Kitty?

Ignoré su pregunta y miré a mi amiga: ―Aquí están tus cosas ―le entregué la mochilita negra en donde había guardado su ropa y un par de cosméticos―. ¿Tienes el libro? Creo que ya debería entregarlo, ya sabes, por las multas y eso.

― Oh, sí. No lo tengo, está en el salón pero antes de irme puedo pasar a dejártelo a tu salón ¿de acuerdo? Lamento que tengas que pagar una multa por mi culpa.

― Descuida. Tengo examen, nos vemos ―agité mi mano y me acomodé la mochila.

― Adiós Kitty ―dijo Jaebum cuando pasé a su lado.

― Amigo de Yugyeom ―dije palmeando su hombro suavemente.

Así que Jaebum era el chico que traía el mundo de mi amiga de cabeza. Quién lo diría.

~

¡Hola!

Espero poder actualizar el miércoles.

¡Gracias por leer!

Su🌙

fool |j.b|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora