Yo, como siempre, esperando a ese imbécil fuera de su salón, lo había conocido en el club de atletismo. Al fin la campanilla sonó y los alumnos salieron, algunos saludándome, pues hacía ya un año que iba a recogerlo a su salón.
Para cuando Blase salió, rodeado de putas como siempre, me arrojo su mochila, como siempre, y entonces continúo caminando. Sin un hola, ni un como estas… Como siempre.
-Hola- murmure, tímido, como siempre, no podía comportarme de otra forma con este imbécil.
-¿Qué quieres?-
-Em… nada-
-Entonces…-
-¿Cómo te fue hoy? – Trate de desviar el tema.
-Jodido, como siempre, la puta escuela no cambia, y ni siquiera hay un chico nuevo para joder-. ¡Vamos tío! ¿Es que solo piensas en joder y follar?
-Si no cambias esa mentalidad nunca cambiaras…-
-¿No tienes algo más que hacer?
-Em no…-
-Ándate a molestar a otro-.
-Yo tengo tu mochila…-
-¿Me estas amenazando mocoso?-. Negué con la cabeza, y continúe caminando detrás de él.
-Tengo hambre-
-te invitare el almuerzo-
-Te saldrá caro-. Sonrió y entro a un restaurante de comida rápida. Instantáneamente ordeno un sinfín de comida grasosa y llena de calorías. Así finalmente cuando su orden estuvo lista tuve que dirigirme a pagar, 567 yen… No pues sí, al llegar a la mesa, estuve mirándolo comer durante un rato.
De un momento a otro me arrojo su soda.
-No me gusta con hielo, ve y tráeme una sin hielos-. Ordeno para volver a comer. Yo refunfuñando me levante del asiento y tome el vaso gigante de soda. Con desprecio y rabia, pero también melancolía lo tire a la basura y pedí uno sin hielos, para su majestad. Al tenerlo, lo lleve a la mesa. El me la rebato de las manos y la bebió de un sorbo.
-Quiero otra-. Pronuncio casi mofándose, me pare nuevamente, el chico en la caja al ver mi reacción comenzó a preparar una nueva soda. Al llegar a la caja ya la tenía lista.
-Ten, debe ser odioso tener un hermano mayor así ¿no? – Pregunto con dulzura a lo que sonreí y asentí.
-Pero no es mi hermano, es mi superior…- Murmure.
-Ugh aun peor…- se rio levemente, y yo le respondí igual con una risita. Blase al notar que me tardaba volteo a verme. Pero después de otra pequeña risa regrese a la mesa. Nuevamente el vaso me fue rebatado de las manos, aunque solamente bebió la mitad, lleno su boca con una hamburguesa y al tragarla se atiborro de refresco. Para luego…
-Me voy, detesto estar rodado de tanta gente-. No lo había notado antes, pero cuando entramos el lugar estaba casi vacío, y en cuanto se sentó el lugar se lleno por completo, en su mayoría por chicas.
Blase se levanto y entonces se fue, como si yo nunca hubiese estado ahí, me levante para seguirlo. Y lo tome del brazo, cosa que nunca había hecho.
-¿Qué te pasa?- Pregunto agresivo empujándome hacia atrás.
-¡Eso quiero saber yo! Eres un patán, siempre estoy detrás de ti, y tú ni me notas.- Ante eso retrocedí yo mismo.
-Pf no tengo tiempo, ve a joder a otro lado-. Después de ello se fue, dándome la espalda.