Capítulo 80

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Estaba dando vueltas en la silla de mi despacho, pensando en todo menos en el trabajo. Por mi mente pasaban muchas cosas, entre ellas la marcha de Higuain aunque no fuera muy importante porque ayer mismo, antes de dormir, me llamó ya en Italia.

Pero algo pasaba en mí, algo me hacía sentir mal y no sabía si era Paulo, Higuain o Matías. No sé qué pensar ya. Echaba de menos a Paulo cada segundo y cuando leía algo de él era una tortura o me mencionaban en sus fotos o a él en las mías, todo me hacía daño y tenía que luchar contra marea para no llorar.

Después estaba Matías, que recién había vuelto a mi vida y algo en mi cabeza me decía que lo echara, que me volvería a hacer daño. Pero aún así ahí estaba, topándose conmigo voluntariamente o involuntariamente, porque a veces parecía que me perseguía.

Y solo Higuain era capaz de consolarme, ya que Miguel se estaba distanciando y tampoco entendía el por qué. Higuain me dijo esta mañana, por un mensaje, que se iba a entrenar y que parece que todos están bien. Se preocupaba por mí también, porque después preguntó sobre mí ya que le dije aquello antes de que se marchara.

Y como he dicho antes, ahora Miguel se estaba distanciado desde aquella vez que me dijo que le mentía. Parecía que sabía que quedaba con Matías, que le había perdonado y ya no sé qué pensar.

Y bueno, Roc iba a lo suyo, como siempre con su novia y yendo de su casa a la nuestra y así, preocupándose a veces por mí y era normal, cada día me despertaba con cara de haber llorado y es que ya creo que soy sonámbula y lloro por la noche lo que me niego a llorar por el día.

Resoplé saturada y me levanté de la silla. Necesitaba relajarme y no sabía cómo. Di varias vueltas por el despacho, escuchando a la gente trabajar desde fuera mientras que mi trabajo estaba en la mesa, sin tocar. Y entonces, como si de un ángel se tratara, mi móvil sonó porque alguien me mandó un mensaje.

Papá.

Hija.

¿Vienes a casa hoy a comer?

Vale.

¿Quién ha cocinado?

¿Mamá o tú?

Yo.

Me lo pensaré...

Muy graciosa.

Pues ahora vienes sí o sí.

Vale, papá😂 

Por supuesto que quería ir, mi padre también era como mi mejor amigo y los dos sabían que me pasaba sin tener que decírselo y sí, también se sabían la solución.

Así que intenté trabajar y me volvía sentar en la silla, concentrándome en aquellos documentos hasta que fue la hora de salir a comer.

- Chicos, iré a la casa de mis padres.- informé a Bastian y Antonella, encontrándomelos en el camino.

- Vale, nos vemos luego.

Les sonreí y fui por las escaleras para bajar corriendo, sin perder tiempo, hasta la salida del edificio y allí llamar a un taxi que me llevara a la casa de mis padres.

- Hija.

- Hola mamá, hola papá.- les abracé a los dos y me senté con ellos en la mesa.- ¿Qué tal?

- Bien, hija, ¿Y tú?

- Bien.- les sonreí y se miraron entre si, después me volvieron a mirar a mí. Lo sabía.- Tal vez algo...

Friends (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora