DOS

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desperté maldiciendo, los rayos del sol que entraba por la ventana, claro junto con unos barrotes de metal para que ningún loco se pudiera escapar, sentí como la puerta se abría y algunos pasos supuse que era una de las enfermeras.

era la enfermera que siempre era un amor, pero venia hablando con alguien supuse que otra enfermera, pero su voz decía otra cosa, su voz era de un niño o adolescente.

-linda levántate tu compañero de cuarto ya llego- eso fue rápido por fin tendría un amigo o tal vez un enemigo mortal quién sabe, me levante y corrí al baño ustedes ya saben no quería que el chico se llevara una fea imagen de mi a primera vista, cuando salí vi al chico ; piel pálida, cabello café y unos rasgos asiáticos igual que jin tenía un rostro para envidiar enserió era tan afortunada por tener un compañero de cuarto tan apuesto como él.

-bueno hay esta tu cama ponte cómodo, ella es Chio tu compañera de habitación, bueno los dejo para que se conozcan. -

aquí venia la parte difícil, hablar.

-hola ... es la primera vez que tengo un compañero de cuarto ¿es tu primera vez aquí...? -

-.... - solo hubo un silencio incomodo, supuse que era nuevo aquí y que tal vez tuviera miedo de que yo tuviera una enfermedad realmente extraña.

-oye entiendo que no te sientas cómodo cuando yo llegué aquí fue a la fuerza todo por no tomarme unas pastillas, bueno el punto es que entiendo por lo que estas pasando...-

-enserió lo entiendes, apuesto que ni siquiera sabes lo que es una familia que te dé la espalda por tener una enfermedad como la depresión... - dijo y yo solo reí

- mi familia me metió aquí porque nunca me quisieron, ¿crees que eso es poco? mi hermano que tanto decía quererme esta tan ocupado siendo una cara bonita que ni siquiera tiene la decencia de venir a decirme hola- el solo se quedó en silencio supuse que ya no tenía ganas de responderme o solo buscaba las palabras correctas.

-disculpa no era mi intención a veces tú sabes... es difícil... -

-lo entiendo y no importa de todas formas serás mi compañero de cuarto y tenemos que llevarnos bien- dije mientras le daba una palmada en el hombro – ya verás que todo saldrá bien-.

~una semana después~

-kookie ven aquí estoy hablando enserió, dame eso- el solo siguió jugando conmigo

-no, es mío- lleve mi mano a la frente y suspire, -sabes que el chocolate te hace mal...-

sin duda era un niño dios a veces me sacaba de quicio, no entendía que algunas cosas le hacían mal para su tratamiento.

-kookie es por tu bien por favor, sabes que todo lo que te digo es por tu bien- al fin había entendido así que me paso el chocolate, no entendía de donde lo había sacado pero solo lo guarde en el cajón de la ropa.

-perdón, pero sabes que ya estoy aburrido de esta cochina comida que siempre nos dan-

A veces pensaba que además de tener depresión tal vez sufría hiperactividad.

en fin nuestra amistad creció demasiado en este poco tiempo algunas enfermeras y doctores decían que éramos pareja y que nuestro tratamiento o nuestro proceso de mejorar estaba progresando de maravilla a mí no me molestaba que nos dijeran que éramos pareja, nunca tuve novio o alguna relación de ese tipo y supuse que si así se sentía tener a alguien de ese modo y no me hacía mal porque no aceptarlo y seguir el juego y a kookie al parecer tampoco le molestaba me veía como su hermana mayor que solo quería protegerlo o tal vez algo más ?

bueno en fin hoy le daría una sorpresa a kookie nunca pensé mostrarle esto a alguien de por aquí pero el me generaba confianza.

-vamos kookie sígueme esto te va a encantar- le dije con una sonrisa en el rostro.

siempre veía a kookie cantar y bailar cuando yo supuesta mente estaba dormida digo supuesta mente porque me asustaba que hiciera alguna tontería cuando yo durmiera como hacerse daño.

-pero primero necesito vendarte los ojos, tranquilo no trataré de lanzarte por las escaleras.

-ahs está bien entiendo- se quejo un poco pero se que me lo agradecerá y le encantara.

se quedó quieto y le vende los ojos con un paño que teníamos en la habitación.

-ya vamos, camina rápido que si nos ven nos pueden regañar- el solo rio -como quieres que camine rápido si no veo-

ya cuando llegamos le desvende los ojos. su cara irradiaba felicidad estábamos en una sala algo vieja, solían hacer clases o algún tipo de terapia, pero con el tiempo la dejaron de usar y dejaron algunas cosas como instrumentos y una radio.

-este lugar lo encontré cuando llegue y bueno nunca había traído a alguien aquí, siempre esta vació y como siempre te veo bailar en la noche- me reí un poco por que se veía tan feliz - así que supuse que te gustaría. -

el no dijo nada solo me abrazo fuerte

-mi sueño siempre ha sido ser un bailarín y cantante de verdad te lo agradezco-

-me estas asfixiando- me soltó y reímos

sin más puso una canción en la radio que estaba al frente y se dispuso a bailar, supuse que esto le ayudaría más a olvidarse de su depresión, nunca supe porque tenía depresión pero si esto le ayuda a salir a delante porque no ayudarle el no merece estar aquí encerrado tan joven el merece hacer su vida normal tal vez con un tratamiento con pastillas pero podría hacer su vida normal

mi meta en esta vida tal vez era proteger a este chico de su mente y si con tan solo abrasarlo él era feliz lo haría una y mil veces

disculpen si tarde un millón de años en escribir es que mi mente no me dejaba avanzar con las historias , pero ahora tratare de ponerme al corriente .

si tienen alguna opinión o algo que puedan aportar a la historia sera bienvenido. 

en fin gracias por leer <3 los amo 

The HospitalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora