Desde la noche en la cornisa me esforse por logar que todo volviera a la normalidad. No pensar en el pasado y refugiarme en los brazos de Max cuando no estaba de guardia, si no estábamos juntos por las noches porque debía patrullar me escabullia en la biblioteca a continuar mi trabajo catalogado los ejemplares más antiguos.
Sabía que no debía pensar en esa noche, que era simplemente un eclipse y un nuevo año de vida. Venite años desde que mis padres me encontraron en el linde de la montaña...
No, no debía pensar en el pasado. Resople ofuscada conmigo misma por no concentrarme en terminar mi trabajo.
Y en ese momento lo entendí, si terminaba todo debería volver, pero a donde, a que o porque... ya nada me retenía en aquel lugar, no era mi hogar desde que mis padres no estaban allí.
Mire por la ventana las nubes y sus formas extrañas. No había hablado con Max, ni pensado que haría cuando terminará aquí. Lo sentía a él mi hogar, y aunque sentía su amor en sus ojos no lo había dicho, y yo aún más cobarde tampoco se lo había admitido.
Estaba cansada de sentir miedo al pasado, a esos Ojos Rojos, al eclipse de esta noche... miedo a admitir que estoy enamorada de Max y que no me corresponda... ESTOY HARTA DE TENER MIEDO A TODO.
Debía tomar las riendas de mi vida, terminar mi trabajo que era por lo que había llegado al castillo y pensar en otro trabajo que no me aleje de este lugar ni de Max. Si eso debía hacer pensar en el futuro y en buscar mi lugar en este mundo, en dejar de vagar por el como una nómade.
Volví a centrar mi mirada en el libro que tenía en mis manos, era rumano por su lengua pero no tenía mayores detalles que este. Lo hojee un poco sin encontrar otro dato, su tapa era verde oscura de cuero antiguo y símbolos dorados; era hermoso a mis ojos.
Fui a la primer página pensando en como haría para leerlo si no sabía más que dos o tres palabras... sin darme cuenta comencé a leer y entender lo que decía.En la noche del eclipse la profecía se cumplirá, la niña se volverá mujer y el destino cambiará. Las montañas se moverán y sólo el amor la salvará de las garras de La Maldad.
Me estremeció el comprender que podía entender lo que decía y que al leer las líneas pensará en está noche, y en aquella noche y recordará a Brigid. Y recordará la nana de mi madre, mi verdadera madre...

ESTÁS LEYENDO
Tempestad Nocturna
Short StoryUna simple lectura te puede llevar a desear aún más eso que ya tanto deseas... Porque lo prohibido se vuelve permitido contigo