Casualidad o destino

Capítulo 9

Han pasado tres días desde que le llamaron, desde que vio a la chica misterio. El tiempo volaba. Sin darse cuenta ya sería miércoles y debía ir al aeropuerto, ella se iba a Río, Brasil, y él no se lo creía. Volvía a Italia, la llamada que recibió el otro día era de Michele, la entrevista para un programa no podía posponerse más.

-Qué le diré a mi familia cuando llegue -se preguntaba, pero rápidamente desistía del pensamiento. Ya tenía casi todo preparado para su vuelo. Daría una vuelta más por la ciudad y volvería al hotel. 

Se dirigió a darse una ducha, se vistió unos jeans, tenis y camisa. De pronto se puso a pensar de nuevo en la cantidad de nombres con inicial 'G' podían haber.

-Genna...no, no parece que sea ese su nombre -se decía a sí mismo- Ginebra...no, tampoco.

En fin, si se ponía a nombrar, no acabaría. Rápidamente se preparó y se dispuso a salir de la habitación, bajó en el ascensor y salió del hotel. No sabía exactamente dónde iría pero quería salir una vez más.  

Caminaba por la rambla, el día era claro, cielo azul y sol brillante; al parecer eso influía en las personas, se les veía felices, sonrientes y amables. De pronto u señor de unos cincuenta y tantos años le dijo al pasar:

-Que la vida le sonría, joven.

-Él pensaba que era increíble cómo la gente sin conocerle le transmitía felicidad. Siguió caminando y vio a una persona regalando flores a todos los que pasaban a su lado y, como era de esperarse, le dio una a Gianluca. Eso le gustaba, la ciudad sonreía, la gente transmitía alegría. Sin duda volvería a Barcelona.

La tarde se fue y decidió volver al hotel. Ya en su habitación dejó su teléfono junto con la maleta casi hecha en el sofá y se fue a la cama. Ya vería lo que sucedería mañana.

*****

Ella se encontraba en su habitación de hotel haciendo los últimos arreglos de su equipaje. Preparó su uniforme, pasaporte, billetes y toda la documentación respectiva. De pronto pensó en su nombre, su inicial 'G' y pensó en nombres de chicos con esa letra.

-Gregory...no, ese nombre suena a un señor; Gabriel...es nombre de ángel, podría ser -se decía a sí misma- ya que parece uno, pero él es italiano, así que podría ser Gianni...o Giuseppe tal vez...mejor no sigo, no acabaría.

Decidió que no saldría más, debía descansar porque el vuelo de mañana sería muy largo, 14 horas y debía estar bien porque no eran vacaciones, era trabajo. 

Hizo una revisión de lo que necesitaba y mientras puso algo de música. Recordó que el chico 'G' dijo que era parte del vuelo, no sabía a qué se refería. Qué vuelo? -se preguntaba- era una compañía o una empresa? -no lo sabía. 

Pidió su comida al servicio de habitaciones y la subieron en seguida, le gustaba mucho el hotel, la ciudad, definitivamente volvería a Barcelona. 

Tomó su teléfono y decidió llamar a una de sus mejores amigas. Pensó que sería buena idea contarle lo que había pasado y quería saber qué hacía ella estos días.

-Hola Erika, cómo va todo?

-Hey, Geen, todo genial. Qué te cuentas? Algún chico? Fiestas? -dijo su amiga al otro lado de la línea. Siempre igual. Su locura se contagiaba.

-Joder nena, solo en eso piensas -dijo Geen riendo.

-Ya vez -bromeó

-Pues para que sepas...sí, he conocido a alguien -su amiga gritó

-Qué? Cuenta, cuenta todo ya!

-Bueno, no hay mucho que contar, es italiano, tiene 22 años, es guapo, gentil con las personas...

-Es perfecto, vamos -su amiga rió- como se llama?

-Ehh...no lo sé, sólo sé que comienza por 'G'

-Qué? Cómo que no lo sabes? -gritó su amiga y Geen tuvo que retirar un poco su teléfono de la oreja.

-Que no, no lo sé y ya está

-Vaya, eso sí que es interesante...y raro

-Bueno, ya me conoces... te llamaré luego si, debo terminar de empacar, mañana viajo a Ríio de Janeiro.

-Por trabajo? -preguntó Erika

-Sí, por trabajo...hasta luego, cuídate y no olvides que te quiero

-Ciao, cariño -dijo ella y cortó la llamada.

Geen terminó de hacer su maleta y se preparó para dormir. Estaba convencida que tendría que darle su teléfono a G, al menos le vería otra vez...le gustaba.