Le Sur era tan hermoso como pensé que sería. El ambiente era impresionante, con su luz tenue y ambiente romántico. Los pisos de mármol eran excelentes, al igual que las pinturas que colgaban en las paredes representando a París. Las mesas estaban cubiertas con manteles de satén, y las comidas eran servidas en porcelana delicada.
—¿Te gusta el lugar? —preguntó quinn cuando notó que yo miraba alrededor.
—Sí, es un hermoso restaurante. —Sonreí.
El camarero nos trajo la cena mientras quinto estaba a punto de hacerme una nueva pregunta.
—Dijiste que eras voluntaria en un comedor comunitario, ¿se puede saber, por qué? —La expresión de su rostro me dijo que se sentía algo intrigada por ello.
Tomé mi tenedor y cuchillo y corté mi pollo mientras procedí a responder a su pregunta.
—Me gusta ayudar a la gente necesitada, debería saber eso estas alturas, señor Fabray.
Negó con la cabeza. —Sí, fue una pregunta tonta, ¿no?
—Tuve una infancia difícil y digamos que no hubo nadie que me ayudara. —Sus ojos nunca dejaron los míos; escuchaba de cerca cada palabra que yo decía.
—¿Qué hay de sus padres? ¿No le ayudaron? —Bajé la mirada, tratando de encontrar las palabras adecuadas.
—Mi madre murió de cáncer cuando yo tenía seis, y mi padre fue un alcohólico que murió justo antes de mi décimo octavo cumpleaños.
La expresión de su rostro cambió, pasó de dura a suave en cuestión de segundos—Es por eso que me ayudó anoche, ¿Por qué cree que soy una alcohólica? —preguntó. Tomé el último bocado de mi cena y dejé el tenedor.
—No, mi padre murió ahogado en su propio vómito en una de sus noches de borrachera. Lo encontré muerto en su cama a la mañana siguiente. No quería ese mismo destino para usted. La gente no comprende cuan fácil es que algo así suceda. Pasé toda mi vida cuidando de mi padre, quien absurdamente bebió hasta el olvido casi todas las noches porque no podía superar la muerte de mi madre, así que para mí es una segunda naturaleza ayudar a la gente.
No sabía qué decir, yo creo que la sorprendí. Levantó su copa e indicó que hiciera lo mismo.
—Bueno, gracias por su ayuda anoche, a pesar de que me molesté esta mañana por encontrarle en la cocina, lo aprecio.
—De nada —Sonreí.
Cuando estábamos dejando el restaurante, noté que varias mujeres miraban a quinn con lo que parecía lujuria. Algunas se relamían los labios mientras pasábamos, y otras le analizaban de arriba a abajo. Fue bastante desagradable, pero entendía por qué lo hacían. Ella era, sin duda, algo para ser admirada. Caminamos hacia fuera, y me miró.
—¿Se le antoja un helado? —pregunté.
Me miró desconcertada, como si yo estuviera loca o algo así.
—No, no quiero helado, la llevare a casa y luego tengo otro lugar en el que estar. —Aquí venía su grosería otra vez, me sorprendió que le tomara tanto tiempo.
—Oh, vamos, yo invito. Conozco una heladería muy buena, a un par de cuadras de distancia, que está abierta las 24 horas.
—Señorita Berry, no quiero ningún helado, ahora entre al auto, así Denny la podrá llevar a casa. —Su tono era firme.
Empecé a caminar calle abajo. Quería un helado. Si ella no quería, era su problema, pero yo conseguiría mi helado con o sin ella. Moví mi mano mientras me alejaba. —Gracias de nuevo por la cena, señor Fabray, nos veremos por ahí nuevamente.
—Señorita Berry, vuelva aquí —gritó por la calle. Rodé los ojos y seguí caminando. De repente, ella estuvo a mi lado, murmurando— Señorita Berry, no voy a repetirle que entre al coche.
Me detuve y me volví hacia ella, empujando mi dedo en su pecho. —No recibo órdenes de nadie, señor Fabray, especialmente de personas que sólo he conocido menos de veinticuatro horas. No soy su responsabilidad. Me agradeció por mi ayuda con una buena cena, y ahora ha llegado el momento de separarnos. Tomaré un helado, y luego llamaré un taxi para que me lleve a casa.
Se quedó atónita, incapaz de hablar. Seguí caminando y me siguió. La escuché en el teléfono. —Denny, supongo que iremos por helados, te llamaré cuando decidamos marcharnos. —El tono de su voz era molesto.
—No tiene que venir conmigo si no le gusta el helado —dije.
—Nunca dije que no me gustase, solo no se me antoja.
—Entonces, ¿por qué me sigue, señor Fabray?
—Está ciudad no es segura para que una joven y hermosa mujer camine sola, especialmente por la noche, ¿cuántas veces se lo tengo que explicar?
Escuché la parte de "hermosa" y no pude dejar de sonreír. Mis pies comenzaban a matarme en mis tacones, así que me detuve abruptamente en medio de la acera y me los quité.
—¿Qué cree que hace? —preguntó.
—Quitarme los zapatos porque mis pies me están matando —dije mientras usaba su brazo para mantener el equilibrio.
—¿Caminara descalza sobre esta acera sucia?
Me reí. —Sí, señor Fabray —Comprendí que ella odiaba la idea, era tan formal y correcta.
Caminamos hasta la puerta de la heladería, y me puse de nuevo mis zapatos.
—Hola, ¿puedo ayudarle? —preguntó una chica alegre detrás del mostrador.
Miré a los diferentes helados detrás del cristal. —Quiero una sola cucharada de chocolate en un cono de galleta, por favor.
—¿Y para usted, señor? —preguntó la chica alegre.
Quinton me miró y suspiró. —Una sola cucharada de vainilla en una taza. —Sonreí y golpeé mi hombro contra el suyo. Busqué mi billetera para pagar, pero Quinn ya le había entregado a la chica su dinero.
—Le dije que yo invito.
—No se preocupe por eso, señorita Berry, puedo darme el lujo de comprarle un helado
—Rodé mis ojos y me senté en la mesa de hierro forjado, Quinn se sentó frente a mí. La vi comer su helado mientras escondía una pequeña sonrisa. Descubrí que ella lo estaba disfrutando.
—¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que comió un helado? —pregunté.
Me miró perpleja. —No lo sé. Supongo que desde que era una niña.
—Me está tomando el pelo, ¿no has tenido el helado desde que eras una niña?
—No, ¿es eso un problema?
—No, sólo estoy sorprendida.
—Creo que encontraría un montón de cosas sorprendentes acerca de mí —dijo. Torcí mi cara y la miré.
—Así que, ¿a dónde irá después? —No es que fuera de mi incumbencia, pero hizo un punto para avisarme que tenía que estar en alguna parte.
Levantó una ceja. —Señorita Berry, no creo que quiera saber la respuesta.
Terminamos nuestro helado cuando vi a Denny estacionar la limusina en la acera. Se levantó y abrió la puerta para mí.
—Gracias, Denny, es un caballero —dije mientras miré Quinn. Gracias a Dios que no vivía muy lejos, porque hubo un incómodo silencio todo el camino a casa. La limusina se detuvo en mi casa, y podía ver Quinn inclinándose para analizarla.
—¿Tiene su propia entrada exterior? —Frunció el ceño.
—Sí, no vivo en un edificio de apartamentos de lujo con un portero y ascensor privado. Este es mi pequeño apartamento con su propia entrada exterior —Me miró con irritación.
—No quise decir eso, creo que no es seguro, cualquiera puede forzar la entrada —La miré y le agradecí por poner ese pensamiento en mi cabeza. Me incliné y le di un beso en la mejilla. Me pareció extraño que se estremeciera ante mi toque.
—Gracias por la cena y el helado, me lo pasé muy bien.
—De nada, tenga una noche agradable, señorita Berry.
Salí de la limusina y me incliné hacia adelante, así pude estar frente a ella y le guiñó un ojo. —Que tenga una noche agradable, señor Fabray.
Cerré la puerta y entré en mi apartamento. Me quité mis zapatos asesinos y los tiré. Dios, me dolían los pies, pero valió la pena el dolor por poder comer en Le Sur. Mi sospecha acerca de Sian y que posiblemente tuviera que estar en alguna parte fue que iría a recoger a una mujer para tener sexo. Tuve la clara sensación de que era ese tipo de persona. Dijo que no "tiene" relaciones, pero es una mujer hermosa y millonaria y tendrá sus necesidades, así que probablemente iba a asegurarse de satisfacerlas.
Reflexioné por qué alguien querría una relación con ella, de todos modos. Es simplemente grosera y arrogante, sin mencionar que me parece un poco controladora. Oh, diablos, nunca he conocido a nadie tan controladora, pero ¿por qué mi corazón se agita cuando estoy cerca de ella? Me reí para mis adentros, pensando en la noche, y como en más de una ocasión la molesté mientras subía a mi cama y me quedaba profundamente dormida.
HOLA! Qué les pareció?... Bueno antes que nada gracias por la paciencia que me tienen por esperar a leer las historias (adaptaciones) y también por sus comentarios, se les agradece infinitamente... y no dejaré de actualizar las otras historias... (: