Capítulo 1: Camila

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Esta historia inicia en 1999, cuando empecé primer grado en el colegio San José de la ciudad de Gualeguay, Entre Ríos. Como todo chico, tenía las expectativas de empezar el colegio aunque la alegría solo duró un día, ya que tarde o temprano uno se da cuenta que tiene que estudiar y esto sumado a la exigencia de los padres hace que la escuela muchas veces sea un bodrio o como mas tarde diría, una cárcel. sin embargo hubo algo especial ese primer día. Cuando entré al patio, la maestra formó dos filas: una de varones y otra de nenas ubicadas de menor a mayor. Justo al lado estaba Camila, casi al fondo. Puedo jurar que era la nena más hermosa que vi en mi vida y que era sin dudas la más bonita de todo el colegio. Era rubia, de tez blanca y tenia unos ojos verdes que invitaban a zambullirse en un oasis tropical. A esto hay que sumarle una simpatía arrolladora y una sonrisa que iluminaba cada rincón del aula. Para mi era la clon de la protagonista de Sailor Moon, un animé que miraba cuando era chico. Caí rendido a sus pies. Sin embargo, aquí empecé a descubrir un aspecto de mi personalidad que desconocía y que hasta el día de hoy me acompaña: una timidez pavorosa. En ese momento no pude decir nada. Tal vez un "Hola, todo bien?" habría sido un buen comienzo. No me salió nada.

 Hay una ventaja que tienen los niños en las edades que fomenta las relaciones, que es el juego. Por el medio de los juegos infantiles se puede tener una relación que se limitaba a las actividades del patio y el recreo. Así pasaron dos años y medio, jugando como chicos pero nunca le pude decir que era la chica más hermosa del mundo. Me gustaría contar que esto terminó con un final feliz, o con un final mas o menos decente, pero cuando somos chicos la vida es manejada por nuestros padres y la vida de nuestros padres es manejada por los aspectos de la vida cotidiana. En el año 2001 estalló la crisis económica más grande de la historia argentina y mi papá perdió el trabajo en nuestra ciudad, por lo que tuvo que irse Buenos Aires a buscar un trabajo para poder sostener a la familia. Más tarde, mis padres decidieron que lo mejor era que toda la familia se mudara a la capital del país y que me dijeron, a mediados de mi tercer año escolar, que me despidiera de mis compañeros porque me cambiarían de colegio. Ese último día me despedí de todos mis amigos con mucha alegría, diciendo que los verán pronto. Ese fue el error del primer. El segundo y más importante fue haberme calladoy no haberle hablado a Camila, no haberle dicho lo que sentía. Ese día fue el último día que la vi, o por lo menos durante quince años. Cuando la volví a ver ya eramos grandes y ella  seguía igual de hermosa. Ella ya tenía novio y una vida mas o menos armada. En cambio yo seguía igual que a los cinco años, tímido, sin saber que decir y quedándome con el amor atragantado para toda la vida.  

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⏰ Last updated: Jan 05, 2018 ⏰

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El Chico Que No Podía DecirWhere stories live. Discover now