Capítulo 6

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Dos semanas.

Catorce días tortuosos.

Memoricé horarios, guardé en mi cabeza todo el mapa del campamento, se exactamente las áreas prohibidas y también descubrí las formas de ingresar sin ser descubierta. Aún trabajo en encontrar las cámaras pequeñas, la mayor parte de ellas están ubicadas en los pasillos y en el centro de entretenimiento.

La primera semana fuimos evaluados en una prueba escrita y los resultados estarán un día antes de que los Dioses nos trasladen al campo.

Por lo demás, las cosas se han tranquilizado. Les tomó dos días de simulación para que todos comprendieran que las reglas debían cumplirse al pie de la letra si deseas conservar la vida.

Nos levantan con el alba, debemos hacer un calentamiento en el campo central y luego a las duchas, lo siguiente es estar puntuales para el desayuno, las horas que quedan tendremos que ir a las salas de estudio.
La sirena suena una vez para el almuerzo, la tarde es relativamente libre, uno escoge entre las actividades puedes prepararte en pruebas escritas o físicas.
Cuando el sol se esconde es hora de cenar y treinta minutos de eso suena dos veces la sirena que anuncia que las cerraduras de las puertas se cerraran hasta el alba.

No me puedo quejar de la comida, por primera vez en la vida puedo disfrutar de tres platos al día. Creo que lo hacen porque estamos demasiado debiluchos para dar un buen espectáculo, después de todo lo que quieren es sangre no desmayos en la arena.

Di vuelta la página del libro que robé. Aún me falta más de la mitad para terminarlo, sin embargo aprendí de las competiciones anteriores.
Todas se han desarrollado en distintos climas y escenarios, consta de tres fases y cuando quedan una cantidad reducida de competidores los Dioses entran al lugar y se ubican en la "meta" para los competidores de sus elementos respectivos.

Eso no lo entiendo del todo, hay páginas arrancadas así que mucha información debo intuirla.

En las ilustraciones muestran lo que se les entrega a los engendros, que consta de una pequeña mochila y lo más importante que hay dentro es un mapa en el que lo único marcado es el lugar al que debes llegar para cuando los Dioses ingresen.

Tres veces sonó la sirena lo que implica que darán un aviso.

—Hoy luego de la cena solo pasarán diez minutos para que las puertas de las habitaciones se sellen—la voz gutural que acostumbraba a escuchar fue reemplazada por una duro tono femenino.

—Tengo dolor de estómago—Rizitos entró al cuarto sobándose la tripa.

—¿Comiste algo en mal estado?—pregunté rápidamente al ver que no era un simple dolor.
Su cara estaba envuelta en sudor, el rostro estaba repleto de granos a juzgar por su cuello creo que la reacción está por todo su cuerpo.

—Lo mismo que tú—lo miré incrédula muestras lo recosté en su colchón—Te juro que no he robado nada. Si lo hubiese hecho te habría convidado—dejé de dudar, ya que es verdad. En estos pocos días nos hemos cubierto las espaldas en todo momento.

Él me facilita lo que a mí me falta.
Habilidades.

Rizitos es como un animal, tiene sus cinco sentidos extremadamente desarrollados. Es capaz de oír conversaciones a metros de distancia, olfatea la comida desde los pasillos y su vista es envidiable, no se le escapan ni los insectos más pequeños.

Mi instinto e inteligencia son los que trabajan por ambos. Es fácil entender conversaciones en otros idiomas, los modales no son un problema. Le ayudé ante las cámaras, dentro de pocos días fuimos captando la atención de los flashes, al principio solo me enfocaban a mí, sin embargo luego de unas extenuantes lecciones sobre cubiertos y compostura logré que se fijaran en él.

ZONA DE FALLAS: ENGENDROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora