Capítulo XI: La Gran Sorpresa

166 7 0
                                    

Estábamos en la mansión Wayne, cuando recibimos una visita inesperada. Se trataba de Jacob, el hermano de Volk, quien vino personalmente para avisarnos todo, aunque yo ya lo sabía.

—¿Volk murió? —preguntó Bruce.

—Creo haber presentido algo como eso—pronuncié, la verdad yo sí lo había presentido, pero Jacob no sabe mucho acerca de mis presentimientos.

Apenas nos conocemos, no digo que me tarde mucho para decirlo pero no se lo digo a alguien cuyo nombre apenas conozco.

—Encontramos los cuerpos de él y Dmitry temprano esta mañana. Fueron asesinados por Talon, el matón de la Corte.

—Bueno, eso ciertamente cambia las cosas un poco, ¿verdad? —comentó Alfred.

—¿Cómo? Poseen la llave. La llave abre la caja fuerte. Dentro de la caja hay un objeto que puede acabar con la Corte de los Búhos. Nada de esto ha cambiado.

Allí fue cuando Bruce y yo vimos a Alfred.

—Si este asesino nos vio con Volk-

—Eso significa que la Corte ya sabe que están rompiendo su acuerdo, amo Bruce y Elena.

—Desearía que lo supiéramos.

—Sí, pues desearía que supiéramos con certeza lo que hay en esa condenada caja a hasta qué punto podemos confiar en esta pequeña frente de la Whisper Gang. Pregúntense esto: ¿Realmente acabar con la Corte vale el riesgo?

—La Corte de los Búhos se ha apoderado de nuestras compañías—empezó Bruce mientras nos acercamos a Jacob.

—Ha amenazado a gente que nos importa, y es probablemente responsable por las muertes de nuestros padres.

—¿Cuál es nuestro siguiente paso? —preguntamos al unísono.

—En dos horas nos reuniremos, les enviaré la dirección. Traigan binoculares si es que tienen.

Al darme cuenta de que había recibido el mensaje de texto de—al parecer— Jacob con la dirección del lugar donde quedaríamos, fui por unos binoculares y me teletransporté a unos pasos detrás de ellos. Estaba esperando el momento indicado para aparecer. Lucas y Selina también estaban allí, y Bruce junto con Alfred y Jacob. Nos colocamos cerca del borde y empezamos a observar con los binoculares.

—La Corte de los Búhos mantiene un número de edificios en Gotham, también algunos en Gather pero no es el caso. Este raramente se ocupa y siempre bien custodiado, y hay dos alarmas—nos contó Jacob—. Los primeros puntos de entrada cubiertos también. La semana pasada, logramos desactivar una de las ventanas. Una vez dentro, la puerta principal se puede abrir usando un código que poseemos. La segunda alarma está en el sótano, en el cuarto con la caja fuerte—Y allí tuve una visualización de cómo es ese cuarto—. El piso está equipado con sensores ininfrarrojos. Hay que cruzarlos sobre una cuerda. Me he entrenado para eso. Me darán la llave que encontraron y recuperaré el objeto.

—Pero todavía no sabe cuál es ese objeto, ¿cierto? —preguntó Alfred.

—Sólo que la Corte lo protege y teme de él. Y con Talon cazándonos, no tenemos tiempo.

Luego de hacerle una seña a Bruce, nos volteamos a ver a Selina y a Lucas, y mientras Jacob y Alfred repasaban las cosas, nosotros fuimos con ellos.

—¿Qué decidieron?

—Entraremos a la fuerza mañana.

—No podremos esperar más tiempo.

—Oye, ¿están bien, chicos? —pregunté.

Gotham Cittá: El AscensoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora