Las nubes estaban presentes esa tarde, pero aún así el sol emanaba un calor insoportable; el día está, como muchos llamarían, abornochado.
Caminaba en dirección a la florería frente al cementerio de la ciudad completamente acalorado por la temperatura ambiente, cruzo casi toda la ciudad para ir a verle y dejarle las flores más bonitas. Yo odio las flores, pero a ella le encantaban.
Entré al local abriendo la puerta y al compás haciendo que suene la pequeña campanita ubicada en la esquina superior derecha de la puerta con el cártel que señalaba que se encontraba abierto. Miré a la caja y esta vez no se encontraba la joven castaña de coletas y ojos un grandes; es raro que Hutao no esté en la caja, pero dejé de pensar en eso y me dirigí justo a lo que vine, había pensado en ir a dejarle un pensamiento malva por los tres mes que se cumple desde su partida. Quizá no me agradan las flores, sin embargo fue inevitable aprender sobre ellas con ella a mi lado, ahora esos datos y detalles irrelevantes para mí se encuentran perfectamente almacenados en mi cerebro.
Caminé al pasillo de las flores que buscaba del gran local y busqué el color, pero no podía dar con él después de varios minutos y me comencé a desesperar.
- ¿Busca algo, señor? - escuché una voz más una presencia masculina a mi lado y lo miré captando inmediatamente mi atención por el hecho de que llevaba el delantal azul que lleva el logo del negocio. Al parecer despidieron a Hutao.
- umh... Sí - mentiría si dijera que no me sentí intimidado por su mirada fija en mis ojos como si buscara algo en ella.
- Umh... Te ves algo triste y nostálgico, ¿buscas un pensamiento malva? - ¿esta persona es psíquica o qué?
- Sí, eso es lo que busco - aparté mi mirada de la suya para evitar la incomodidad del momento y me dijo que lo siguiera.
Me entregó la flor que buscaba, y era perfecta, pero también me entregó una amapolaroja, no pude entender bien si yo no la había pedido, además tampoco sabía sobre su significado y lo hacía más confuso aún y cuando iba a reclamarle antes de pagar, él me interrumpió.
- Esa amapola es para ti, significa que te doy mi consuelo.
- Gracias, pero no entiendo... ¿Y no está mal regalar las flores del local? Puedes ser despedido.
- Soy el dueño, no me molesta en lo absoluto si puedo intentar sacarte una sonrisa. Hago estos pequeños detalles cuando veo que alguien lo necesita, pienso que quizá los puedo alegrar un poco - se rascó la cabeza con la mano izquierda mientras sonreía un levemente al decir eso, luce un poco avergonzado.
- Oh... No lo sabía, siempre habituo por aquí y no le había visto. Gracias, además debo agregar que es muy amable y dulce de su parte esos pequeños gestos - pagué mientras empezábamos una conversación.
- ¡Oh! Eso es porque era de mi padre, pero él ya estaba muy viejo y quería retirarse así que le pedí quedarme aquí porque adoro las flores. Quizá por eso no me había visto.
Escuché la campanita de la puerta y vi como la chica que conocía entraba al lugar y saludaba al chico, que es su actual jefe según logro entender y luego me miró y se acercó a mí con una brillante sonrisa. Me agrada el aura que emite, te hace sentir animado con su presencia.
- ¡Oh, Zhongli, ya estás aquí! Es raro verte temprano por estos lados.
- Para mí fue raro no verte ya en caja, Tao - reí sutilmente - vendré más temprano desde ahora, por la tarde debo ir a trabajar.
- ¿¡Lograste sacar adelante el café que inaguraste hace unos meses atrás!? ¡Dime qué tal todo!
- Bien, todo bien, mis suegros y un par de amigos me están ayudando un poco con el negocio.
- Tus suegros deben quererte mucho aún, eres como su propio hijo.
- Para nada, ella es irreemplazable, nunca podría ocupar su lugar. Guizhong es única, ¿sabes? - mis ojos se posaron en las flores y esbocé una pequeña sonrisa.
- Al parecer de verdad habituas mucho por aquí - sus ojos formaron unas lindas y agradables medias lunas - gracias por elegirnos.
- Tartaglia, ¿ya te presentaste?
- mmh, no, no lo he hecho, pero si lo veré seguido es lo correcto. Soy Ajax pero me puedes llamar Tartaglia, amigo de infancia de Hutao, el actual jefe de este lugar y estaré siempre que me necesites.
- Lo conocí cuando era una criaturita de este porte - puso su mano justo en la altura de su hombro - es el chico más divertido y adorable que conozco, además de ti.
- ¡No digas eso, además no era tan pequeño. Soy mayor! - se cubrió el rostro y luego se revolvió su cabello anaranjado algo frustrado, eso fue un poco adorable.
- A mí parecer ambos son muy lindos y tienen una amistad muy preciosa - sonreí y luego miré mi reloj de muñeca fijándome que se me hacia tarde - ¡Ay, debo irme, Guizhong me espera! Nos vemos pronto, fue un gusto Tartaglia, adiós Tao.
Si tan sólo mi cita fuera con ella y no con una lápida...
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Pensamiento malva:flor que expresa nostalgia de un amor perdido.
