XIV

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Al ver el atrevimiento de Don Quijote, desesperadamente el ama busco el bachiller Sansón Carrasco para que la ayudara a convencer a Don quijote de dejar tan desvariado propósito.

-No tenga pena, vuelva a casa, tengame algo caliente de comer, que yo iré luego a su casa y vera que maravillas.

Mientras tanto la señora de Sancho insistía en que debía aportar dinero a la casa de lo contrario como iba, a mantener a su familia, debía pedirle un salario a su señor para facturar los gastos del hogar,  que no se le olvidara que era un hombre casado y con responsabilidades, así que Sancho fue a la casa de nuestro Hidalgo a decirle lo que su esposa le había mencionado.

-Señor, mi Teresa dice que sea claro con usted y que le diga que me debe dar un salario por mis servicios. 

-¿Un salario? No recuerdo haber leído de ningún caballero andante que diera un salario a su escudero, si quieres venir conmigo, adelante, que a mi no me faltaran escuderos mas obedientes y menos habladores que tu.

Sin embargo, llego Sansón Carrasco el bachiller y ha alabar a nuestro caballero.

Oh luz resplandeciente de las armas! Que nadie estorde tu tercer salida que si necesitara escudero, ofrezco mi persona para tal afecto.

- ¿No te dije, Sancho, que me sobraran escuderos?

 -Si me he pedido salario, fue por complacer a mi mujer, pero yo soy hombre y estoy dispuesto a irme con mi señor.

Don Quijote y Sancho, se abrazaron fuertemente en símbolo de su lealtad, mientras tanto, el bachiller pensaba entre si que como estos dos locos no hay en otros en el mundo.

Esa noche decidió Don Quijote volver a la aventura, logro aplacer a su sobrina e hizo lo mismo Sancho con su mujer. Así, se dirigieron al reino de Aragon y a la ciudad de Zaragoza por consejo del bachiller.

A la medianoche llegaron al toboso, como Don Quijote no pudo hallar su palacio de su Dulcinea, decidió mandar a Sancho a buscarla

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A la medianoche llegaron al toboso, como Don Quijote no pudo hallar su palacio de su Dulcinea, decidió mandar a Sancho a buscarla.

En sus pensamientos Sancho escuchaba su vos interna y le daba vuelta una, otra vez y tal vez seis mas, al mismo pensamiento. 

-Mi amo esta loco y yo mas por servirlo, dime con quien andas y te diré quien eres, si esta loco, le llevare cualquier labradora y le diré que es Dulcinea, cuando el no lo crea, jurare yo que si es.

 ¿Si era su amada como no la reconocería? La locura mas grande puede vencer el ardiente amor que sentía por su reina.

Así, Sancho le presento a tres ladradoras, diciéndole que era Dulcinea y sus criadas...

Así, Sancho le presento a tres ladradoras, diciéndole que era Dulcinea y sus criadas

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⏰ Última actualización: Jan 09, 2018 ⏰

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Don Quijote de la ManchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora