Encierro

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Viajando sin destino... Me encuentro viajando sin destino nuevamente, no sé que rumbo estoy tomando, no sé quien está eligiendo el camino, no sé quien eligió el destino, no sé en dónde estoy, no sé si voy por tierra, agua ó aire, no sé porqué todo está tan oscuro, no sé porqué no puedo moverme, no sé porque siempre soy yo quién sigue a los demás y nadie me sigue a mí, no sé mi nombre, no sé quién soy yo, no sé qué soy...

Tengo problemas de memoria, no recuerdo nada, en realidad cada que me despierto olvido en cuestión de segundos lo que sucedió antes de que cerrara mis ojos, todo es muy oscuro, sólo veo en ocasiones pequeñas luces que se mueven en un compás constante, mis ojos me arden, tal vez esa sea la razón por la cuál no tenga vista, pero lo que más me preocupa es que no pueda mover mi cuerpo, intentó mover mi brazo derecho pero sin éxito alguno, intento gritar pero mis labios no se mueven ni un milímetro. Debo de tener problemas motrices y de memoria, porque el único sentido que me funciona es el oído, me concentro y escucho... Son movimientos de ruedas que crujen al presionarse contra un suelo rocoso, escucho voces lejanas, deben ser personas, espero que me noten pronto y me apoyen a entender lo que sucede, pero no pasa nada, solo continúan los mismos sonidos de ruedas crujir, madera rechinar, voces no entendibles, metales chocando, pasos fuertes que posiblemente pertenezcan a algún caballo ó animal con pezuñas, el cantar de los pájaros, y el viento resoplando árboles... N-no me lo puedo creer, no tengo memoria ni conciencia de quién soy pero tengo una mente que me ayuda a pensar, reconozco los sonidos y p-puedo sentir, siento nostalgia y tristeza pues comienzo a imaginarme el lugar dónde debo estar en base a los sonidos que me rodean pero no me pueda parar a verlo, así que sólo me queda explorar un poco más mi mente, me dejo llevar por el sonido y la imaginación...

De pronto me imagino que estoy en una carreta, el día es soleado, paro cerca de un lago para que mis caballos beban agua, me quedo a admirar el bello panorama y la belleza de los colores que conforman cada una de las piezas del extraordinario rompecabezas frente a mis ojos, de pronto escucho un par de movimientos dentro del lago, observó, mientras una silueta comienza a dibujarse dentro del lago, a un costado de mis caballos una sombra comienza a transformarse en una bella mujer, conforme la luz la alcanza a tocar una parte de mi comienza a estallar por dentro, la silueta comienza a jugar, se esconde, ríe, acaricia a los caballos, se introduce y sale del lago, mi vista aún no es lo suficientemente nítida para ver su rostro, pero ella se acerca a mí, la luz la deja al descubierto cada vez más, de pronto deleito mi mirada al observarla danzar, sus piernas están en armonía con la corriente del agua a pesar que es un lago, sus caderas mojadas hechizan incitando explorar cada parte de ella, su cintura conmueve hasta el corazón más duro y frío, su pecho adorna la pureza del alma e invita a mi cuerpo a seguirla, su cuello me vuelve débil y me hace necesitar su calidez, sus labios son el manjar prohibido que me hace perderme y la sonrisa que se dibuja enamora mi alma, mi cuerpo se contagia de los movimientos que observa, no me queda duda que aquí es dónde debo estar, dónde quiero quedarme, dónde pertenezco, y su sonrisa cesa tan sólo para hablar, sus labios comienzan a moverse, aún no puedo ver su rostro, sus labios siguen en movimiento pero no emiten ninguna palabra de hecho ningún sonido, sus labios comienzan a moverse desesperadamente, su silueta se tensa, al igual que mi cuerpo. Ella se desvanece.

Me pierdo en ella, pero me encuentro nuevamente en el mismo sitio, sin poder moverme, sin poder hablar, sin poder ver, eso fue muy real, ¿fué un producto de mi imaginación ó fué un recuerdo?, comienzo a dudar de mí, quizás estoy muerto, tal vez voy de camino al paraíso, aunque no recuerdo quien soy... Quizá no fui una buena persona, quizá voy al infierno y mi tortura ya ha comenzado, no sé si fui un mal hombre, aunque quizá soy una mujer, un niño, niña, anciano, anciana o inclusive tal vez ni siquiera era una persona, quizá soy un animal o algún ser ajeno a la humanidad... De pronto los sonidos de las ruedas crujiendo se detiene, los sonidos se detienen y mi tortura se multiplica al combinar la infinita obscuridad con el silencio hiriente, me da miedo perder la cordura, comienzo a desesperarme, mi mente está por explotar, mis intentos inútiles por conseguir mover cualquier parte de mi cuerpo son constantes y desesperados. Me rindo, el tiempo en ese estado parece eterno, no sé si llevo así segundos, minutos, horas, días, meses o tal vez años... Tengo mil preguntas y ninguna respuesta, tal vez no debería de estar aquí, tal vez nunca pertenecí a ningún lado, tal vez no debería existir, tal vez no existo, t-tal vez...

Un resplandor cautivante invade mis ojos, creo que las respuestas que he buscado están por llegar, logro ponerme de pie por fin, me siento libre, me dirijo hacia una ventana, estoy como me lo imaginaba dentro de una carreta, salgo de la carreta, todo mi alrededor se ve gigante, me siento muy feliz, me siento libre, escucho voces, son muchas personas frente a mi viéndome fijamente, me dirijo hacia ellos con mucha cautela pero la emoción me supera y corro, pero me caigo. Creo que la caída fue fuerte, solo veo tierra, pero la tierra no me está tocando, creo que estoy flotando, volteo a mis costados y tengo cadenas en mis brazos, piernas y cuello, me intento mover pero las cadenas... Mi cuerpo me lo impide, nuevamente las cadenas me arrastran frente a la multitud, intento gritar y pedir ayuda, pero me percato de algo perturbador. No tengo labios.

Mis labios sólo están pintados en mi rostro, me asusto demasiado, no puedo llorar ni hacer nada, las cadenas pronto comienzan a manipularme e interactuó con otros sujetos encadenados, la multitud comienza a burlarse de mis movimientos tontos y forzados, no sé que pasa. Volteo hacia arriba y veo a un hombre grande, es inmenso y aunque ya se ve de mucha edad me provoca un gran escalofrío. Más cuesta asumirlo pero lo siguiente que veo me deja atónito. Soy un títere. Literalmente soy un títere, mi manipulador hace lo que sea su voluntad y yo sólo me dejo llevar, me lastima y lo siento pero es más fuerte mi sorpresa existencial, no entiendo nada, sólo soy un juguete, un ser inanimado, un objeto, pero si soy un títere porque estoy pensando... Mis pensamientos me invaden y me saturan y opacan el ruido de los aplausos y risas de la multitud al terminar el mini acto, no entiendo nada... ¿No sé por qué estoy pensando? Y me pensando en eso me encierran nuevamente, y vuelvo a estar en mi tortura personal... Comienzo a olvidar lo que sucedió al despertar, tal vez sea un mecanismo de defensa, estoy bloqueando lo que no puedo creer, pero si soy un títere no debería poder creer, pensar, escuchar o sentir... Mi mente por fin explota.

¿Quién soy?, ¿Qué soy?, ¿Por qué puedo pensar? ¿Cómo fue que sucedió todo esto?

Y duermo.

El circo de los camaleonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora