Capitulo 15

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Los primeros rayos de sol las encontraron desnudas y abrazadas, la colorada fue la primera en abrir los ojos, quien encontro a la morocha abrazandola por la cintura, durmiendo placidamente con la cabeza en su pecho, le corrio un mechón de pelo que le tapaba la cara, y dejo un suave beso en su frente. Sentía que el pecho le iba a explotar de la felicidad que sentía en ese momento, tantas veces soño con eso, con estar asi con ella, y siempre pasaba algo que hacia ver mas imposible que sus sueños se hicieran realidad, y ahi estaba, despues de tantas idas y vueltas, en los brazos de la mujer que era el amor de su vida, un sollozo se ahogo en su boca, mientras unas lagrimas de felicidad empezaron a caer por su cara, volvio a acercarse y dejar otro beso en la frente de la morocha, queriendo asegurarse que eso era tan real como el amor que se tenian.
Se la quedo mirando un rato, asi, en silencio, memorizando su rostro, para luego con toda la suavidad y delicadeza que le fue posible, tratar de salir de abajo de la morocha para ir a preparar el desayuno.
Se puso una bata y se dirigio a la cocina, puso a preparar cafe, saco la bandeja y puso unas galletas de arroz, fruta, mermelada, y un de los jazmines con los que habia decorado la casa la noche anterior.
Saco las tazas, sirvio el cafe, y se dirigio nuevamente a la habitacion, donde se encontró con la morocha que empezaba a resfregarse los ojos intentado despabilarse un poco.
J. Buen dia linda.
Le dijo con una sonrisa. Dejo la bandeja en al mesita, y se acerco para darle un suave beso en los labios.
F. Buen día hermosa.
Devolviéndole el beso, y abrazandose tan fuerte que la tumbo sobre ella.
J. Dormiste bien?
F. No me acuerdo haber dormido tan bien en mi vida.
Mientras dejaba pequeños besos en el cuello de la cocinera.
J. Veo que nos despertamos con las energias recargadas.
F. Es tu culpa, me declaro adicta a vos.
Le contesto sin dejar de besarle el cuello.
La colorada se separo un poco, la miro a los ojos
J. Me declaro culpable del mismo delito.
Y unio sus labios en un beso intenso, mientras acariciaba suavemente su rostro. El beso se corto cuando necesitaron recuperar el aire, y dejo varios besos cortos por las mejillas, la frente, los ojos, y terminando en la punta de su nariz.
J. Desayunamos gordita, porque vamos a morir de hambre.
La colorada pone la bandeja en las piernas de Flor, quien nota que entre todas esas cosas que Jaz habia preparado para el desayuno habia una cajita.
F. Y eso?
La cocinera le dedica una sonrisa...
J. Abrila.
Flor la toma, y ve que adentro hay dos pulseras con un dije de una flor colgando.
J. No tuve tiempo de hacer grabar una medallita ni nada, pero te queria dar esto, es una para vos y una para mi, porque te quería decir....te queria preguntar...
Los nervios de la colorada se empezaron a sentir, mucho mas cuando sus cachetes se ruborizaron tanto como sus orejas
F. Hay dale Jaz, me estas asustando, que me querias decir?
J. Si, si.... Te queria preguntar, si queres ser mi novia?
La voz se le había entrecortado un poco al momento de hacer la pregunta, y levantando la vista, sus ojos se encontraron con los de la morocha, que ya estaban empezando a llenarse de lagrimas.
Casi tira la bandeja al tomar con ambas manos la cara de la colorada, y entre beso y beso, sin despegar sus labios
F. Obvio que si!! Te amo, te amo
J. Yo tambien te amo gordita
Y volvieron a unirse en un beso tierno, mezclando labios, sonrisas con mordiscos suaves.

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POV FLOR
Después de desayunar, nos fuimos a bañar, Jaz propuso bañarnos juntas para hacer más rápido, lo que dejo de ser buena idea cuando le empece a enjabonar la espalda y mi vista quedo clavada en esa escultura tallada a mano que tiene por cola, mi mente se fue a jupiter y mis manos a sus pechos, tomandola por la espalda.
Ella intento parar, balbuceo algo, o al menos asi llego a mis oidos, pero mi cuerpo ya se daba a la tarea de apoyarse en toda su demension a su cola, a su espalda, mientras mis manos recorrian desde sus pechos a su abdomen, dejando suaves caricias con las yemas de mis dedos.
Supe que su conciencia dejaba su cuerpo cuando se dio vuelta y con una mano me tomo de la cintura, y con la otra de la nuca para unirnos en un beso descoordinado, producto de la calentura que en ese monento estabamos manejando.
Comenzo a moverse de arriba abajo, haciendo que nuestros pezones se acariciaran mutuamente, mientras que con nuestros muslos acariciabamos nuestros centros.
Comence a besar su cuello, dejando mordiscos en el lobulo de la oreja, los gemidos en mi oido fueron subiendo intensidad cuando con una de mis manos comenze a acariciar y dejar suaves pellizcos en su pezon. Bajo su mano, acariciando todo lo que encontro a su paso, hasta ubicarla en mi centro, el que encontro completamente mojado, casi que pude sentir una sonrisa en sus labios cuando con dos dedos entro en mí, con movimientos lentos y circulares, comence a sentir que una corriente me recorria desde el pie hasta el pelo, arquee mi espalda y ella aprovecho para besar mi cuello. Baje mi mano y comence a acariciar su clitoris con movimientos circulares rapidos, intentando recobrar un poco los sentidos para acabar juntas, no conozco el cielo, pero si tuviera que describirlo en un sonido, es escuchar los gemidos de Jazmin al acabar, en dos dias me habia convertido en una adicta a su piel, a sus besos, a su sexo, a sus gemidos que me llevaban al borde del orgasmo sin siquiera tocarme.
Sentia que no aguantaba mucho mas, y con un movimiento rapido entre en ella, dandole mas presion usando mi muslo para el movimiento, mientras con la otra mano la tomaba muy fuerte de su cola.
Cuando el movimiento de su cadera empezo a hacerse mas frenetico, senti como mis dedos se humedecían cada vez mas, mientras su paredes los aprisionaban.
J. No doy mas Flor, me vuelve loca como me garchas.
La tome fuerte del cuello, pegando nuestras frentes, y con pegando mis labios a los suyos
F. Necesito escucharte acabar mi amor.
Esas palabras fueron la luz verde para que ella largará un gemido que lleno el cuarto, clavando sus uñas en mi espalda, y sus dedos en mi centro, y no necesito mas para hacerme alcanzar el orgasmo, saco su mano, puso su centro contra el mío, y me abrazó mas fuerte, mientras nos acariciabamos suavemente, tratando de recuperar la respiración y aplacar los espasmos

No hay manera de perdernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora