❀ Cobarde ❀

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Sólo me pongo a pensar... ¿Qué tan mierda soy? Extraño a mi pequeña hermana, yo no veía nada malo con abrazarla, ahora que tengo 16 no es diferente, sigo sin verlo mal, pero comprendo un poco mejor a lo que esos bastardos que solía llamar amigos se referían en ese entonces.

Rumina... Mi ángel, verla tan vacía me duele demaciado. A veces sólo me pregunto porque nuestras vidas son tan mierdas, pero bueno, no es una respuesta que me puedan dar ¿o si?
Ver a mi ángel sumida en el dolor, apagada por completo... Verle vacía, me duele a mi también, es un sentimiento puramente doloroso y luego Christine. . . todos los días con golpes nuevos, no recuerdo la ultima vez que la vi llorar, creo que fue cuando Terry se fue, es algo increíble, pero no me gusta, no me gusta que se guarde todo, Christine es mi única familia, la única persona que queda a mi lado y se que ella aún espera por mi, pero es complicado para mi ir a su lado sin que los demás lo vean mal, creo que ella ya tiene suficiente con su vida diaria como para que yo llegué a arruinarla aún más ¿no?

Sigo caminando hacia mi trabajo y ahí esta aquella chica, siempre sonriente y campante, lastima que me guste alguien más, al menos para ella que no me deja en paz, suspiro y entro a aquella tienda de motos.

-Hola Sasha~ me toca los hombros, pero yo la aparto.

Si no se han dado cuenta, no soy esa clase de persona.

-Basta por favor, Jaén.

- No, ¡basta tú! ¿acaso eres gay? ¿Cómo es qué alguien como tú siempre esta rechazando a alguien como yo? - se miraba bastante enfadada.

-No se a que te refieras a alguien como yo, pero mi respuesta a porque te rechazo es porque no tengo el más mínimo interés en ti... Y si tenias alguna oportunidad conmigo la acabas de perder, perdiste la imagen de una linda chica a una loca desesperada por sexo, que como esta tan desesperada sólo se le ocurre decir que el chico es gay, porque según ella nadie la rechaza. Que patética Jaén, felicidades.

- ¿Cómo te atreves?

- Míralo así ¿Quieres? En primer lugar tan sólo tengo 16 y tu 19 es como si yo, un adolescente, andará detrás tuyo, casi una mujer, pero tu me alejas y como yo no te tengo digo que eres una puta cualquiera y que hasta ya te cogí, no te gusta ¿cierto? Abstente de comentarios absurdos. Tal vez sea que una chica que realmente merece la palabra "señorita" ser usada en ella ya este ocupando mi mente.

- Oh, es porque tienes tu puta personal. - Al demonio todo.

La fui a estampar contra la barra y la sujete del cuello, mi miraba la penetraba, casi sentía que podía quemar su basura de alma.

- No se te ocurra volver a hablar así de ella. Ella tiene a alguien detrás suyo, que ni una sola vez a pensado en tocarla, pero que sólo piensa en la hermosa que es y que tu tengas envidia de que a ella la miren por pensar en quererla a su lado mientras a ti te miran como un objeto que se puede tirar a la basura no es su culpa. - La solté lentamente, supongo que ya la estaba matando pues se puso algo morada y una lágrima le cayo.

Ella comenzó a tomar bocanadas de aire.

- No te vuelvas a acercar a mi o a hablar de ella si no quieres morir y ser tirada a la basura como lo que eres Jaén.

- Maldito - ella huyo a la bodega y yo no le preste más atención.

¡¡Agg!! ¿pero qué mierda acabo de hacer? ¿qué carajo acabó de decir? ¿cómo es posible que dijera que me gusta? Ella de verdad esta matandome, pero así sea un pecado... Rumina me gusta y haré todo para protegerla, aunque ahora mismo sea en lo que más fracaso.
Suspiro de frustración y me toco el puente de la nariz, me pare detrás del mostrador y comencé oficialmente mi turno.

Da de nueva cuenta un salto en el tiempo y encuentra el secreto.

Camino a mi casa, pienso en toda la mierda que he pasado hasta ahora, mi madre se fue... Me pregunto si sentirá algún remordimiento, me pregunto que sentirá si supiera en que situación se encuentran sus hijos, ¿será qué papá en realidad si la ama? Es increíble que se haya dejado arruinar sólo por ella, diría que ella no lo merece, pero no es como que si pueda decir eso de alguno de los dos, habrán tenido sus razones para terminar, pero... ¿Por qué hacernos pasar por todo esto a ella y a mi?
Christe... Perdoname por no saber ser tu hermano, perdón por abandonarte, perdón por no saber cuidarte, perdón por no poder protegerte y ser una mierda de persona.
Supongo que lo que dijo él es verdad, soy una basura que no sirve para nada.
Llego a cumplir la condena del día y me pregunto si tendré que sanar a Christe porque él la golpeo. Entro y no escucho nada, es increíble el frío que se aisla en nuestra casa, es como si el mismo frío buscará refugio y lo encontrase en esta casa, me cala hasta los huesos, es una horrible escena, la casa parece un edificio abandonado, como si nadie viviese en el, la pintura desgastada, botellas rotas por doquier, manchas en el piso que si quiera sé que podrían ser, subo las escaleras y estas crujen como las escaleras de las casas de miedo, me dirijo a la única puerta blanca que antes solía ser rosa y desgastada que pareciese un gato haya jugado con ella y la abro lentamente, no hay luz, sólo obscuridad, es igual que siempre, ahora la tristeza, la humedad, el frío y la soledad reinan esta casa. Paso y puedo ver a Christe mirando a la nada, me quedo mirándole, pero parece que ella en verdad no capta que yo estoy aquí, me gustaría y me muero de ganas de ir a abrazarla, rodearle con mis brazos y brindarle calor entre tanto frío y soledad, llenarle de besos y de "esta bien" para intentar calmar el infierno que se desata en su mente, pero no me atrevo y sólo salgo de ahí para dirigirme a mi habitación y meterme en aquella cama desecha y abrazarme a las mantas llenas de culpa.

Atrapada en mi mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora