05: VOLVÍ POR TI

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Ya llegando a la ciudad de Tipaqui, Joaquín cancela al taxista y pide un último favor a éste, diciendo que lo deje en la plaza principal. Cuando ya casi llegaban a dicha plaza, mira hacia todos lados buscando un teléfono público; necesitaba hacer saber a su amada, que el día de volverse a ver, al fin había llegado. Él había prometido volver, y Esmeralda lo sabía, pero lo que ella desconocía era la fecha exacta de su retorno.

Durante estos largos tres meses, Joaquín llamo en reiteradas veces a la casa de su ex compañera, pero siempre encontró que le contesten negativamente, incluso, provocó algunas amenazas por ser constante en sus llamadas. Los padres de Esmeralda lo querían lejos de su hija; sus diversos actos negativos del pasado, provocaron tal indiferencia.

Se bajó del taxi en la plaza principal de Tipaqui, y empezó a buscar una bodega, necesitaba cambiar un billete en monedas, para poder llamar de un teléfono público que ya lo había encontrado. No tenía miedo a ser rechazado por décima o doceava vez, su corazón no conocía la palabra "rendirse".

-Aló, buenos días, me comunica por favor con Esmeralda – Hablaba Joaquín con una voz muy desconocida.

-¿De parte de quién? – Se preguntaba una voz curiosa y a la vez madura, al parecer era el papá de Esmeralda

-Le habla Jorge, compañero de estudios de Esmeralda – dijo otra vez, pero esta vez con una voz débil, perdía la seriedad de su voz a causa de sus mentiras improvisadas.

-No se encuentra, salió temprano a la escuela. Por cierto, ¿Por qué tú no fuiste a clases? ¿Acaso no eres su compañero de estudios?

Sin dar más respuesta, Joaquín finaliza la llamada colgando el teléfono, a su vez, se frota la frente con la otra mano, logrando secar la humedad que provocó dicha llamada.

La hermosa ciudad de Tipaqui, recibía al niño con un sol muy radiante. Aprovechó su paso por la bodega para comprar una bebida, su preferido era el Red Bull, sabía que después de un viaje muy pesado le caería bien dicho rehidratante. Saca de su mochila una gorra estilo reggaetonero y se lo lleva a la cabeza. Sabe perfectamente que si alguien reconoce su rostro sería su fin.

Las personas de esta ciudad vivían muy tranquilos, diríase que en paz y armonía. El nombre Joaquín había quedado en el pasado. Con tan solo escuchar otra vez su nombre, mataba por minutos la tranquilidad de más de una persona.

Sale de la bodega, con dirección hacia su ex colegio, su destino no está más que a cinco cuadras de donde se encuentra. Mira la hora en su reloj "Fontenay" que le obsequió papá en su último cumpleaños, marcan las 9:58 am, se enoja y lanza una maldición en su desesperación: -Maldita sea, ahora tendré que esperar media hora – Se dice mientras busca donde reposar.

Olvidó que a su frente, está la plaza principal de Tipaqui, las lindas áreas verdes que le ponen vida a nuestros ojos le hacían una invitación, lugar perfecto para matar el tiempo, y esperar que pase esa media hora.

Joaquín conoce mucho del colegio "Ramiro Villaverde". Sabe que el recreo empieza a las 10:30 am, la campana de su ex institución daría aviso a todas las secciones que ya es hora de jugar. Y las campanadas que retumbaban toda la ciudad de Tipaqui no solo daban aviso a eso, también se abrían las puertas para la atención a los padres de familia, quienes solo tenían media hora para solucionar diversos documentos como: asuntos académicos, problemas sobre conducta, OBE, etc.

Joaquín lo sabía todo, mientras seguía recordando detalles de su ex escuela, daba el primer sorbo al rehidratante que traía en una de sus manos. Su mente carburaba, y se decía a sí mismo: -Hora perfecta para infiltrarme entre los padres, y ver por fin a la dueña de mi corazón.

"JOAQUÍN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora