Prólogo

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Hay momentos en los que simplemente deseo desaparecer, olvidar todo aquello que me rodea. Ese sentimiento de querer chillar hasta quedarte sin voz, simple y llanamente para sacar toda la mierda que se tiene dentro... más es imposible. Si alguien te viera haciendo algo por el estilo te mandaría directamente al psicólogo, ¿pero porqué?

Todo ser humano necesita sacar la frustración y el dolor de alguna manera.

Hace poco tuve una pelea con mis padres por lo que me echaron de casa por algunas horas. La impotencia de la situación me hizo golpear la pared y, aunque acabé con una herida, ¡se sintió muy bien!

Siempre he oído la frase de "cuando una puerta se cierra, una ventana se abre", pues esa pelea fue mi ventana. Me apunté a boxeo y, sin duda alguna, fue la mejor decisión de mi vida. Se convirtió en el detonante que necesitaba para abrirme paso al mundo, para dejar de ser la niña perfecta que todos querían que fuera.

Ahora soy quien quiero ser y... ¡esta es mi vida!

VesperumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora