Capítulo I: el segundero no se detiene

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—Tic toc tic toc el reloj de pared sonaba en aquella vieja sala mientras prendía un habano cubano, sentí el humo espeso pasar por mi tráquea, reía por aquella serie que veía. Detrás de mí, seguía sonando el tic toc de aquel reloj. —

Cuánto tiempo más estaré sin hacer nada en esta vida —me dije mientras expulsada el humo por mi boca y sonreí a mientras veía aquella serie por la tele, de pronto, algo se posó en mi, una voz que me dijo en susurro— se termina el tiempo —la voz fantasmal salió un poco de mi cabeza, pregunto internamente a mismo que fue esa voz y no me supe responder...—

Creo que es el momento de investigar que me pasa —toque mi rostro fuertemente, pasando varias veces mis manos por este. Fumando y dándole otra seca a mi habano— Creo que me ha dado sed —dije cuando el humo fue introducido en mi interior de manera brusca, me hizo toser, cuando la voz volvía a repetir— se acaba el tiempo, tu tiempo y lo sabes, el reloj no se detiene, sabes lo que tienes que hacer —esa voz antes de irse se rio maléfica e irónicamente dejándome sin saber que hacer en mi sillón y yo le dije— déjame en paz que quieres de mi —me respondió— solo tu lo sabes...

—me levante sorprendido sin saber que pasara, quien me estaba jugando esta mala pasada— mis enemigos están todos encerrados y niego quien puede ser, quien me está haciendo esto —me dije mientras servía en un vaso medio de whisky y suspire leve viendo la ventana llover y mire el suelo— Bruce —escuche de nuevo la voz y me di vuelta al escuchar un rayo y ver una figura roja por milisegundos— Me reconoces, se acaban las horas, minutos y segundos y tú sigues quieto y sigue muriendo gente... —dijo la voz mientras se alejaba y un sonido stereo en mi oído que me despertó de ese supuesto trance—

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2020 ⏰

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La nueva justicia: No hay más tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora