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Capítulo 9.

Ahí estaba, sentada afuera en el calor de la tarde con Jaebum y Jackson. No sabía a dónde se habia ido el tiempo ya que la mañana había pasado rápidamente y ahora ya era mediodía, lo que significa que estaba atrapada aquí de nuevo en el patio.

A su llegada, había encontrado a Jaebum en el patio primero, sentado solo en el mismo lugar que ayer, casi como si estuviera esperándola. Mientras caminaba hacia la mesa, sus ojos se habían distraído y también encontraron a Jackson. Estaba sentado debajo de su árbol habitual y apoyando la cabeza contra el tronco mientras tomaba una siesta perezosa. Antes de encontrarse a Jaebum, despertó a Jackson, invitándolo a sentarse con ella y con Jaebum en la mesa de picnic.

Pero, por supuesto, con Jackson siendo la manera obstinada que era, se rehusó con una advertencia para que Jung Eun se mantuviera alejada de él tal como lo hizo anoche. Pero siendo tan obstinada como era Jung Eun, ignoró su advertencia y en su lugar lo dejó para ir a Jaebum, con la esperanza de que Jackson se rindiera y la siguiera hasta ahí cuando comenzó a conversar con Jaebum.

Por un momento, Jackson insistió en que no iría y, en su lugar, le observó desde debajo del roble, preguntándose por qué incluso estaría hablando con Jaebum en primer lugar. Pero después de unos minutos más de ver envidiado, finalmente decidió rendirse, jadeando cuando se levantó del suelo y comenzó a caminar hacia ellos.

-Así que decidiste unirte a nosotros, después de todo.-Jung Eun bromeó con una voz cantante, sonriendo cuando Jackson apareció de repente en su mesa y se sentó a su lado.

Sin embargo, Jaebum no estaba tan contento cuando miró al otro prisionero con una evidente mirada de desaprobación.

-¿Por qué está éste aquí otra vez?-su gruesa voz ladró mientras señalaba acusatoriamente a Jackson desde el otro lado de la mesa.-realmente te encanta poner a prueba la paciencia de las personas, ¿verdad?-Jackson se colocó a su lado, apretando los dientes ya que tenía muy poca tolerancia con Jaebum hoy antes de hablar.

-Le dije a Jackson que se sentara aquí.-anunció, volviendo su atención a Jaebum mientras le lanzaba una mirada desconcertante.

-¿Por qué?-preguntó en un tono firme, sin creer por qué haría tal cosa. Sus ojos parpadearon entre él y Jackson, ya que ahora el infame prisionero también sentía curiosidad por saber la respuesta.

-Porque a pesar de tu actitud hacia el otro, realmente creo que ustedes dos se llevarían muy bien.-explicó Jung Eun con orgullo antes de obtener una desagradable risa de Jaebum.

-Respeto tu opinión, realmente lo creo, pero creo que estás equivocada en esto.-Jaebum admitió, incapaz de controlar su risa mientras Jackson simplemente sacudía la cabeza en respuesta, pensando que era el loco para creer tal cosa.-éste tipo está loco. No hay forma de que pueda llevarme bien con él.-anunció Jaebum, calmándose por el ataque de risa que acaba de tener mientras miraba a Jackson, provocándolo aún más.

-Tú eres el que está loco.-siseó Jackson.-siempre te escucho estúpidamente gritar escaleras abajo en la sala Westin como un maníaco.-la risa de Jaebum pronto se desvaneció y su sonrisa se desvaneció al escuchar las palabras de Jackson.

-Escucha idiota, no estoy loco. Ni siquiera debería estar encerrado en este maldito lugar. No soy un asesino loco como tú.

-¡Jaebum!-Jung Eun le regañó, tratando de que se detuviera hasta que Jackson se levantó de su asiento, y tiró de Jaebum por el cuello de su mono blanco.

-¡Ni siquiera sabes nada de mí!-gritó Jackson, con los ojos clavados en Jaebum mientras estaba a un segundo de golpear al hombre.

-¡No necesito hacerlo! Todos por aquí te llaman asesino.-argumentó Jaebum, sin estremecerse mientras mantenía los ojos entrecerrados. Jackson mantuvo su control firme de Jaebum, balanceando su puño antes de agarrar su brazo.