13. La llamada

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BENJAMÍN POV

Luego de que Alec se fuera con Jane a la habitación de ella tuve que ir a la mía. Sabía que era estúpido pero estaba celoso de Alec, quería estar pegado a Jane todo el tiempo.

Cuando vine a Volterra lo hice para molestar a mi padre y para alejarme de Tia. Pensar en ella me dolía, yo la convertí en vampiresa y la ame como a nadie, sin embargo ella me engaño con mi padre y a la tonta de mi madre no le importo.

Sabía que a Amún le molestaban los Vulturis y recorde la oferta de Aro. Tuve suerte de que me aceptara después de tantos años. Lo que jamás creí posible era encontrar de nuevo el amor, sobretodo con la sádica Jane Vulturi.

Es cierto que Jane a veces es algo fría y cruel, pero con el tiempo uno puede descubrir algo de bondad en ella. También es cierto que no tiene un cuerpo tan increible como el de Tia ya que Jane apenas dejaba de ser una niña cuando la convirtieron pero no importaba, tenía otras cualidades mejores como para olvidar su físico.

Jane era mi pequeño angelito, ella era tan frágil y delicada que algo en mi se agitaba y me obligaba a rodearla con mis brazos para protegerla.

Me quede pacientemente esperando a que su hermano se fuera. Casi a las 3 de la mañana pude escuchar a Alec abandonar el cuarto de Jane e irse quien sabe donde. Arregle mi ropa y fui a tocar la puerta de Jane, unos segundos después ella abrio la puerta con una hermosa sonrisa cuando me vio.

-Hola -dijo sorprendida.

-¿Puedo pasar lo que queda de la noche con una hermosa angelita del mal? -sonrei y use un poco de mi acento egipcio que a ella le gustaba.

-Puedes pero con una condición.

-¿Cuál? -pregunte curioso.

-Ponte un pijama y luego vuelve sin tocar.

-¿Un pijama?

-Sip -empezo a cerrar la puerta- tienes 5 minutos antes de que cierre con llave.

-Per... -cerro la puerta y la escuche reír.

No entendía para que quería un pijama así que fui a ponerme uno. Los vampiros no necesitan pijama, no dormimos. Cuando termine fui a su habitación y entre sin avisar como ella dijo.

Me quede sorprendido al verla. Estaba acostada en su cama y tenía un pijama rosa con ositos. En el piso había un par de pantuflas de perritos. Tenía los ojos cerrados y su rostro estaba completamente libre de maquillaje, dandole una apariencia mas angelical e infantil.

Parecía una niña completamente inocente y por un momento me pregunte si estaba en la habitación correcta y si esa chica rubia era realmente Jane. Escuche unas suaves notas y me di cuenta del reproductor de música que estaba encendido, reproduciendo música clásica o eso parecía.

-¿Te acostaras a mi lado o vas a seguir mirándome como si fuera un ser extraño? -definitivamente esa era Jane.

Me acerque lentamente y me sente en la cama a su lado. Ella abrio sus ojos lentamente y me quede maravillado de verlos. A pesar de que los vampiros teníamos los ojos rojos, lo cierto es que había distintos tipos de rojos. Cuanto mas oscuros fueran tus ojos en tu vida humana, mas oscuro sería el rojo de tus ojos vampiricos. Los de Jane estaban brillantes y eran algo claros por lo que me pregunte si habrían sido celestes cuando fue humana, sea cual fuera su color original lo cierto es que sus ojos ahora eran hermosos.

Acaricie su mejilla y ella beso mi mano. Si mi piel pudiera arder, seguramente arderia donde ella dejo su suave y casto beso.

-Te quiero. Te quiero mucho de verdad -dijo suavemente.

-Yo te quiero más -me acoste a su lado y la abrace.

-Seguro te preguntas porque estoy vestida así.

-Me da mucha curiosidad, no te enojes mi vida pero.. Yo jamas te hubiera imaginado así -acaricie su cabello ya que su cabeza descansaba en mi pecho. La escuche reir y sonrei.

Ella se sento y me miro.

-A veces me gusta fingir que soy humana y por las noches me pongo un pijama y me acuesto, escucho música clásica y dejo mi mente vagar como si estuviera soñando. Se que no es lo que se espera de un Vulturi, se que tenemos fama de crueles y sádicos pero no estamos todo el tiempo entrenando y luchando -por un momento vi que se perdía en algún recuerdo y luego siguio- la inmortalidad puede ser aburrida cuando tienes más de 1000 años como yo, luego de cumplir 500 te aburres.... Supongo que al haberme convertido tan joven aún conservo gustos y deseos infantiles -sonrio mientras se miraba.

-Aún así te ves sexy con tus ositos -sonrei mientras volvía a acariciar su mejilla haciendo que riera.

-Tampoco es necesario que mientas -suspiro y me miro a los ojos- yo jamás dejaría que alguien me vea así. Si te pedí que uses un pijama y me veas así, con esta apariencia tan infantil, es porque te quiero y confio en ti, se que no me haras daño y por eso me muestro tan vulnerable, quiero mostrarte todo de mi y quiero darte todo de mi.

Sabía que el romance no era su fuerte y si estaba mostrandose así entonces es porque realmente es sincera y es su forma de demostrarme su amor. Sonrei y la abrace fuerte.

-Te amo -la mire y la bese- eres mi ángel y siempre te cuidare.

Nos volvimos a acostar y a abrazar quedandonos un buen rato en un silencio agradable. De pronto mi télefono comenzo a sonar y ella solto una especie de maldición en un idioma que no entendí.

-¿Por que trajiste el teléfono? -me miro con malhumor y me asuste por lo rápido que pasaba de niña a bruja.

-Perdón. Fue sin querer.

-Contesta -me ordeno y definitivamente la bruja había vuelto.

Mire la pantalla para atender y me quede congelado al ver quien era. Sin darle explicaciones, salí rapidamente y llegue a un calabozo en tiempo record. Atendí el teléfono inseguro.

-¿Hola?

-Benjamín, hijo... Creí que no contestarías.

No. No me había equivocado y tuve razón en alejarme.

-Amún... ¿Que quieres? -dije enojado.

-Necesito hablar contigo seriamente. Mañana por la noche estare en Florencia, te dire la dirección para que podamos vernos y espero que no faltes.

-¿Qué te hace creer que ire a verte?

-Lo harás. Si eres inteligente lo haras o de lo contrario la bruja pagara las consecuencias.

-No te metas con Jane -gruñi y luego me di cuenta de algo- ¿como sabes que estoy con Jane?

-Se muchas cosas... ¿A las 10 de la noche es buena hora para vernos?

-Vere que puedo hacer.

-Así se habla.

Antes de que pudiera contestar, él corto. Gruñi y casi rompi el teléfono. Maldita sea Amún, ¿por qué debía seguir molestando?

Trate de calmarme y volvi lentamente a mi habitación y deje el teléfono, me arme de valor y fui a la habitación de Jane. Ella estaba sentada en la cama y me miro con cierto recelo.

-Vete.

-Jane por favor... -empece a implorar y me interrumpio.

-Te fuiste sin decirme nada, creí que confiabas en mi.

-Tenía miedo de perder la llamada -dije buscando una escusa.

-Podrías haber avisado.

-Lo siento.

-Vete, quiero estar sola.

-Por favor princesa -rogue.

-Vete -me miro con frialdad y tuve que irme.

Maldito Amún. Fui un idiota en llevar el teléfono. Tome un papel y escribi Perdón ♡ Pase el papel debajo de su puerta y fui a mi habitación a pensar en como hacer que me perdone Jane y como escapar para irme a Florencia de noche sin llamar la atención.

Lady VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora