You can see me [Vmin|MinV/Yoonseok]

Sonshim

—Entonces, ¿lo visitarás cada lunes?

—Hmm bueno, en realidad planeaba pasearme por ahí unos días más a la semana, pero Taehyung no tolera la luz intensa así que si llega a salir solo es por las tardes o noches —explicó el pelinegro a los dos hombres dentro del consultorio.

Hacía una semana después de su primer encuentro con el castaño y aún no asimilaba del todo la información. Se la había pasado cada día desde aquella tarde recopilando todos los datos posibles acerca del extraño padecimiento e intercambiando opiniones con Hoseok, a quien le encantaba leer artículos médicos sobre cualquier enfermedad. Por su parte, Yoongi había preferido mantener su distancia con el tema, pues seguía en desacuerdo con el acercamiento del menor al desconocido muchacho.

—Entonces, ¿solo los lunes? Ese es tu único día de descanso, ¿cierto? —preguntó el enfermero, sentado y sereno sobre una de las sillas dedicadas a los pacientes.

—Sí, pero creo que podría ajustar algunos permisos con Jin hyung... — le contestó, aún de pie y sosteniendo la bolsa que contenía los libros especiales que había conseguido para el moreno.

—¿Es en serio que vas a comenzar a faltar a tu trabajo por un extraño? Pensé que querías dedicarte por completo a hacer crecer tu carrera—habló el doctor del otro lado del escritorio, recargando su espalda sobre el respaldo de la silla y mirándolo seriamente.

—No faltaré, solo serían unos cuantos permisos. El restaurante a veces está muy vacío y yo podría irme temprano o algo así.

—¿Cómo diablos estaría vacío? Es uno de los restaurantes más importantes de Seoul. Además, tienes todas las mañanas libres, ¿por qué debes adaptarte tú al horario de salida del mocoso? Podrías solo darle los libros y visitarlo dentro de su casa o dejarte de estupideces y enfocarte en ti.

—Yoongi, basta. No lo agobies, Jimin es un adulto y hace lo que le venga en gana, ¿entiendes?

Los dos mayores se retaron con la mirada, intentando intimidarse mutuamente y oponer su opinión.

—Oigan, no comiencen una discusión, ¿quieren? Solo venía a contarles porque el hospital quedaba de paso, pero si comienzan a discutir me iré y no volveré nunca jamás por siempre—, amenazó abultando sus labios en un puchero y hablando con la voz más nasal que pudo lograr.

El más viejo desvió la vista de su oponente imaginario y le miró con asco mientras escuchaba las carcajadas de su colega.

—Mucho mejor, ahora escuchen. En serio el restaurante a veces está vacío, no estoy diciendo que dejaré el trabajo o mis planes a futuro, solo que podría aprovechar esas oportunidades para verlo... quiero hacerlo, hyung. Tal vez tengas razón y pierdo el tiempo involucrándome en asuntos ajenos, pero funciona. De verdad me distrae y me da otras cosas en que pensar que no sea Jungkook —calló por unos segundos, reflexionando acerca de sus propias palabras—. Puede que esté siendo egoísta usando una situación tan seria como mi distractor, pero incluso si es así, lo haré. Véanlo como un ganar-ganar. Taehyung se entretiene y aprende a convivir con otras personas y yo no me la paso en casa llorando, hasta podríamos llegar a ser amigos.

El pelinegro más viejo suspiró.

—Como sea.

—Ignorémoslo —dijo el castaño y se puso de pie, pasando un brazo por los hombros del menor —, ¿seguirá siendo internado periódicamente?

—Solo si es aceptado como candidato para el tratamiento.

—¿Aceptado? —preguntó el médico, pues a pesar de que la situación no era su favorita no podía ocultar su pasión y curiosidad ante los temas de su profesión.