185. El diario de Jimi (y sus padres)

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Junio fue un mes muy corto. Ya casi se acababa. Lo que era triste porque parecía que el fin estaba cerca. Como si las cosas fueran a cambiar. Zac estaba ocupado con lo de las elecciones, que se harían a principios de Julio, días antes de la graduación. El año escolar estaba por acabarse.

Por otro lado, Evan y Laura estaban muy emocionados. Iríamos a acampar el fin de semana al bosque Uva. Así que cuando le conté a mi papá, él dijo:

— ¡De ninguna manera!
— John, deja que Jimi vaya con sus amiguitos a planear el debate final de Zac— le dijo mi mamá.
— ¿Zac irá?— preguntó papá.
— Sí— dije—. Él está organizando esto.
— Eso es bueno— dijo papá—. Ese muchacho me agrada. Es muy responsable. Debe serlo, su padre va a ser el alcalde.
— ¿Significa que puedo ir?— le pregunté.
— ¡De ninguna manera!— dijo papá con dramatismo.
— ¡John, deja de molestar a nuestro hijo!— dijo mi mamá enojada.
— ¡Pero es peligroso!— dijo papá—, ¿No es ese el bosque en donde dicen que hay fantasmas?
— Zac dice que hay aliens— dije.
— ¿Por qué eso es mejor que los fantasmas?— preguntó papá con ironía.
— Estaré bien— dije—. Nos iremos por la tarde y volveremos en la mañana. Además, Will y una profesora irán también.
— ¿Irás a acampar con tu médico y tu profesora?— preguntó mamá.
— Sé que suena raro pero en verdad quiero ir— dije.
— Está bien— me sonrió mamá.
— ¡No está bien!— dijo papá—, ¡Parece sospechoso! ¡Como si tramaran algo oculto!
— ¡John, deja de ser tan paranoico!— le dijo mamá.
— Pero es que Jimi...— dijo papá.
— Estaré bien— dije—. Jason, Laura y George también irán.
— Además de Evan, ¿No?— dijo papá.
— Además de él— dije.
— ¡Definitivamente no puedo confiar en eso!— se quejó papá.

Mamá decidió tranquilizarlo. Quería llamar a algún adulto responsable pero en vista de que no tenía el número de teléfono de la profesora, llamó a Will. Y en vista de que Will parecía no estar dentro de la confianza de papá, llamó a Zac.
Así, en una larga llamada telefónica, Zac convenció a papá de que me dejara ir, demostrando una vez más que era un lider natural.

Al día siguiente, en sábado, nos encontramos en casa de Zac para alistar todo para irnos por la tarde. Llegué temprano. Me encontré con George y Zac metiendo cosas al auto de George.

— Hola— les dije.
— Hola Jimi— dijo Zac.
— Oh, el niño lindo llegó primero— dijo George.
— Si Evan te escucha diciendo eso te romperá la cara— le dijo Zac—, lo que tampoco es tan malo.
— ¿Por qué Evan no viene contigo?— dijo George—, ¿Acaso no son ustedes algo así como una especie de pareja?
— Salir con alguien no significa ser inseparables— le dijo Zac.
— ¿Entonces en verdad están saliendo?— preguntó George.
— ¿No creías que era verdad?— preguntó Zac.
— Parecía tan irreal que pensé que mentían— dijo George—. Conozco a Evan desde hace mucho y jamás lo imaginé saliendo con un chico. Menos con alguien así.
— ¿Así?— pregunté.
— Ya sabes— dijo George—. Tú pareces lindo. Pareces alguien muy tranquilo. Y la verdad es que Evan solía salir antes con chicas tan enérgicas como él. Aunque supongo que ha cambiado desde entonces.
— Pero Jimi es mejor que cualquier chica— dijo Zac.
— Yo no diría eso— dije apenado.
— Pues yo sí— dijo Zac.

Entonces, a lo lejos, vimos a Evan y a Laura venir corriendo. Llegaron a nosotros.

— ¡Holis!— dijo Evan feliz.
— Jimi, llegaste temprano— me dijo Laura.
— ¿Y Jason?— preguntó Zac.
— Viene por ahí— dijo Evan—. Lo dejamos atrás porque venimos corriendo.
— ¿Por qué hicieron eso?— preguntó George—, ¿Era una competencia?
— No realmente— dijo Laura—. Sólo queríamos llegar antes.

A lo lejos, Jason venía caminando tranquilamente.

— ¡Jason, muévete!— le gritó Laura.

Él siguió tan tranquilo como siempre. Llegó después de un rato. Nos saludó.

— Jason, por fin llegas— le dijo Evan, imitando la voz de un ancianito—. Han pasado 84 años.
— Pues todos están muy bien conservados— dijo él.
— Sobre todo yo— dijo Zac—. Pero cambiando de tema, necesitamos un par de cosas más de la lista.
— ¿Cuál lista?— pregunté.
— Mi lista en donde ordeno todo lo que debemos llevar— dijo Zac mientras sacaba una hoja larga de su bolsillo.
— ¿Escribiste una lista?— preguntó Evan.
— Sí— dijo Zac—. Para organizarme mejor. ¿Quién va a ir al centro comercial por todo?
— Yo puedo ir en el auto— dijo George—. Pero necesitaré ayuda.
— ¡Yo voy!— dijeron Laura y Evan al mismo tiempo.

Se observaron sorprendidos.

— ¿Por qué tienen tanta energía?— les preguntó Zac.
— Estamos emocionados— dijo Laura.
— Entonces supongo que me llevaré a la pareja dinamita— dijo George—. Entonces suban al auto.

Sin necesidad de que les dijeran de nuevo, Laura y Evan corrieron al auto. Zac le dio la lista a George y le explicó un par de cosas. Yo me hice a un lado.

— ¿No ibas a ir con ellos?— me preguntó Jason.
— Parece que no— dije.

Los observé. Laura y Evan en verdad lucían bien juntos. Además, según George y según el propio Evan, Laura era su tipo de chica. Definitivamente era cierto. No sabía el porqué no me había dado cuenta de lo compatibles que eran.

— No creo que sea así— dijo Jason, de la nada.

Lo observé.

— ¿Qué?— dije.
— Ellos— dijo Jason mientras los miraba—. Seguramente estás pensando en lo bien que parecen pasarla cuando están juntos.
— ¿Cómo lo sabes? ¿Puedes leer mentes?
— No. Pero es justo lo que yo pensaba.
— Entonces ya te habías dado cuenta de eso antes, ¿No?— pregunté un poco decaído.
— Por supuesto. Evan es alguien muy activo. Al igual que Laura, aunque de maneras diferentes.
— Juntos forman una pareja genial— dije.
— Sí— dijo Jason—. Una verdadera pareja dinamita.
— ¿Qué significa eso?— pregunté angustiado.
— Significa que Laura y Evan son como una bomba cuando están juntos— me dijo—. Así que en verdad siento lástima por George.
— ¿Una bomba?
— Una que va a explotar en el centro comercial— se río Jason—. Debería ir, seguramente va a ser divertido.
— Evan parece feliz con Laura— dije.

Jason se acercó a mí.

— Sí— me dijo—. Son buenos amigos. Pero recuerda que Evan está saliendo contigo.
— Pues sí pero... Laura es más como él.
— Pero a Evan le gustas tú— dijo Jason.
— Por ahora— dije—, ¿Y si en el futuro le empieza a gustar Laura?
— No creo que pase eso— dijo Jason.

El sonido del auto me distrajo. Lo observé irse. Zac se acercó a nosotros.

— ¿Por qué crees que eso no va pasar?— le pregunté a Jason.
— Porque aunque Evan cambie de parecer, Laura no va a estar disponible— dijo él muy serio.
— ¿Por qué?— pregunté.
— ¿De qué hablan?— dijo Zac.
— Te contaré luego— me dijo Jason mientras sonreía—. Te juro que te contaré todo. Les contaré todo a ambos.

Zac y yo nos miramos confundidos.

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